Anoche se presentó Chernicof en el Auditórium a las 22, y lo hará nuevamente esta noche. No hay que perdérselo al Negro, uno corre el riesgo de no hallar otra manera de pasarla bien. Casi una caricatura o una tira de humor del mismo Fontanarrosa.
Había llegau yo al teatro y sentándome en la butaca del Salón Auditórium, vi aparecer la figura de un hombre rosarino, tostau, con los cabellos enrulau. Al prólogo de su espectáculo, donde cuenta sobre su amistad y cercanía con Roberto Fontanarrosa, Rudy Chernicof va trazando un poco también, su trayectoria artística desde 1976 y hasta el presente. Tira algunas anécdotas y humoradas vividas junto al historietista donde aparece un interlocutor también ligado a su última producción: Fernando Farina.
Y vamos, entre recuerdos y una atmósfera pintoresca, ya viajando por este monólogo de Chernicof, en donde todo se sucede casi como los hechos de una extraña naturaleza.
Aparecen y desfilan por el escenario, construidos desde un costado interno, casi como si el defecto y la miseria fueran la normal realización de la vida, personajes como el borracho que luchó por la independencia, el psicopedagogo Dominique Fleiches, el aforista, el exhibicionista, el muñeco de metegol y por último, Inodoro Pereyra.
He registrau en mi mente unas frases de este espectáculo, para compartir con los lectores: “yo tenía como arma la sorpresa: eran 500 contra uno”; “mis 25 desesperados tenían la virtud que huían siempre”; “soy exhibicionista por vanidad”, “fifás como negro”; “nadie me ha pegado tanto como mi hijo”; “lo esencial es invisible a los hijos”, “he jugado 25 mil clásicos”, “nos han abandonado por las computadoras”, “uno se deslumbra con la mujer linda, se asombra con la inteligente… y se queda con la que le da pelota”.
Rudy nos mete como un personaje dentro de sus historias, somos la hinchada o el auditorio de sus conferencias, los discípulos de sus ocurrencias o el Mendieta. Entre que ríe, asesta al humor, vende ternura y compone sus caricaturescos personajes, homenajea en cada acierto al Negro Fontanarrosa o al monologuista o al cuentista. Halla en la escritura del historietista, la razón para la aventura teatral.
Y como aventura final, recorre desde La Pampa, al gaucho macho y cabrío casau con la Elogia Tapia: Inodoro Pereyra, el renegau .
Con la voz de Alejandro Apo que pregunta y pregunta, Inodoro va narrando su historia: su infancia contrariada, su amorío con la Eulogia, sus deseos de hacer un lorocausto, su único objetivo en la vida: “no levantasre temprano”, cómo fue que conoció a un psicoanalista, de cuando fue artista plástico, de cuando cayó preso y hasta fue parrillero y zapateador.
Que lo parió tiene esa mirada por la que se cuela la argentinidad desde lo popular y simple para devolvernos la complejidad olvidada de una esencia que se recupera a fuerza de ejercitar la memoria e ir al corazón de lo nuestro.
– Ficha técnica:
Género: Unipersonal
Actor: Rudy Chernicof
Coreografía: Pandy Bradichansky
Dibujos: Miguel Rep
Dirección: Pandy Bradichansky
Música: Pablo Ziegler
Voz: Alejandro Apo
– Dato: Rudy subrayó el trabajo de Ana María Parodi con respecto a llevar adelante el teatro Auditórium: «esto casi no se ve en Argentina»- dijo.