Macri ya designó oficialmente al ex columnista de TN y La Nación como sucesor de Prat Gay. En el nuevo equipo habrá un hombre de Lousteau, otro cercano al ex ministro de Cambiemos y dos de la Fundación Pensar, la «usina de ideas de PRO».
Desde Villa La Angostura el presidente Mauricio Macri firmó los decretos de designación de los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne, y de Finanzas, Luis Caputo, quienes prestarán juramento la semana próxima tras el retorno de vacaciones del mandatario.
Ambos funcionarios reemplazarán a Alfonso Prat Gay, quien la semana pasada se fue del Gobierno porque, según aseguró el jefe de Estado, «nunca se sintió cómodo con el trabajo en equipo».
Macri le agradeció al funcionario saliente «los servicios prestados en el desempeño de su cargo», desdobló su cartera y nombró a sus sucesores para que comiencen la transición.Mientras que Caputo mantendrá la estructura que poseía antes del ascenso de secretario a ministro y retendrá el control de áreas como Programación Económica y Cuentas Nacionales y en organismos descentralizados como INDEC, Casa de Moneda o la relación con la AFIP; Dujovne tuvo que armar su equipo económico de cero.
La semana pasada, durante su primera conferencia de prensa, solo había confirmado a Rodrigo Pena como secretario de Hacienda.
«Ya trabaja en el Gobierno y lo conozco hace mas de 20 años», argumentó.
Y este fin de semana, el ex columnista de TN y La Nación trabajó junto a los funcionarios de la Jefatura de Gabinete y su nuevo jefe de prensa, Sebastián Tabakman, en el armado del equipo que lo acompañará en su gestión.
Pena es economista de la UBA, con posgrado en la Universidad Tocuato Di Tella.
Viene del riñón del ex ministro de Economía de Cristina Kirchner y actual embajador argentino en Estados Unidos, Martín Lousteau.
Integró su grupo de trabajo cuando Lousteau estuvo en el gobierno bonaerense de Felipe Solá y luego al frente del Banco Provincia.
Fue director de la consultora del líder de ECO, Labor Capital and Growth (LCG) y fue gerente general de Banco de Formosa.
Actualmente ocupaba la Subsecretaría de Análisis de Presupuesto Público, en la Jefatura de Gabinete de Marcos Peña.
El secretario de Política Económica será Sebastián Galiani.
El economista es parte del «think tank» Fundación Pensar, la autoproclamada «usina de ideas de PRO».
Tiene un doctorado de la Universidad de Oxford y es profesor de economía en las universidades de Maryland, en los Estados Unidos y asesor del Banco Mundial, Naciones Unidas, BID y la Fundación Gates.
La Fundación Konex que lo premió el año pasado en el rubro Desarrollo Económico asegura que «trabaja en teoría aplicada, economía empírica y evaluación de políticas públicas».
Además de enseñar, se dedica a la investigación y la publicación de documentos especializados.
Ariel Sigal será jefe de gabinete del Ministerio.
Al igual que Caputo, el nuevo ministro de Finanzas, Sigal fue ejecutivo de la empresa financiera JP Morgan. También trabajó en el Deutsche Bank en NY.
Es un hombre cercano a Miguel Kiguel y a Alfonso Prat Gay.
Tiene excelente vínculo con la banca internacional y en el último tiempo se dedicó a las inversiones inmobiliarias. Participó en emisiones de deuda de grandes empresas como la petrolera estatal YPF y fue director de la poderosa Fundación Tzedaka, que hoy preside Damián Mindlin, hermano de Marcelo.
El jefe de asesores será Guido Sandleris.
Otro Fundación Pensar, consultor del Banco Mundial, el BID, JP Morgan, Goldman Sachs y Credit Suisse.
Recibió el doctorado en Economía de Columbia University en 2005.
Es profesor en Johns Hopkins University y según la Di Tella, se especializa «en economía internacional, finanzas y macroeconomía», con énfasis en analizar «los costos de los defaults soberanos, el efecto de las crisis financieras en las empresas y en la productividad y la estructura óptima de la deuda pública».
Sandleris fue la primera baja del gobierno de María Eugenia Vidal.
Trabajó como segundo del ministro de economía bonaerense, Hernán Lacunza, hasta julio pasado, cuando dejó el cargo en manos del radical Sebastián Katz. Pero siguió como su asesor.
Por fuera de la economía, escribió cuentos futboleros para chicos.
Este es el nuevo equipo que acompañará a Dujovne en la búsqueda de un mayor ahorro en el gasto público, un control mucho más estricto sobre los números fiscales no sólo de la Nación sino también de las distintas provincias.
– iProfesional
Quiénes son los economistas que acompañarán al nuevo ministro de Hacienda
¿»Economistas»? ¿Estos? No lo creo. Macri no contrataría jamás a Economistas de verdad. Por que, si lo hiciera, estos se convertirían rapidamente en sus forúnculos. Se la pasarían criticando lo qué los asesores de Macri llaman eufemísticamente sus «políticas» «económicas». Simples movimientos financieros en realidad. En efecto, con las tasas de interés bancario de mas del 25%/año, qué ese Peña nos quiere vender cómo si fuerán de «fomento», no puede haber ningún tipo de Economía. Ni capitalista, ni comunista, ni socialista, ni cooperativista, ni budista, ni faquirista siquiera, nada. Las tasas de interés financiero de Peña, lejos de ser de fomento, son en realidad tasas confiscatorias. Tal vez podrían llamarse tasas suicidas. Porque, el emprendedor qué las asuma corre el riesgo de tener qué matarse para escapar de la quiebra. Hemos criticado a Peña y a sus tasas de «fomento» usando la analogía, el sentido común, las hemos comparado con las tasas que aplicó el Japón durante decenios: del 2,5 %/anual. O Coréa: 4%/año. Me hubiera gustado escuchar a alguno, uno siquiera, de los genios científicos del CONICET criticar, con los argumentos de las ciencias que dicen dominar, las locuras «fomentistas» de Peña o los Peñas, qué son muchos.
Los de iProfesional debían manejar correctamente los términos del lenguage. Es una obligación de todo diario qué se precie de seriedad hablar claro siempre, el lenguage español coloquial lo permite . No es obligación, en cambio, del pueblo llano, del pueblo trabajador, descifrar el lenguage calculadamente críptico de los banqueros. Estos tipos, Dujevne y Caputo no son Economistas, en el sentido de qué han estudiado esa rama de la ciencia y tienen un título qué lo avala y dice eso: qué saben de Economía Política. Deben ser Contadores o Analistas Financieros. Confundir a estos tipos con economistas de verdad, es como comparar a un aprendiz de brujo con un médico neurocirujano. Se trata de profesiones de mucha menor entidad. Su tarea es absolutamente más simple qué la de un economista: sólo deben saber mover el dinero y las cuentas de unos bancos a otros. No les importa en absoluto cómo se genera ese dinero, ni de donde sale y, mucho menos, donde va a parar. Cómo, además, Caputo y Dujevne trabajan para los banqueros de Wall Street- aunqué también reciben plata de la Argentina- , su labor es más simple aún. La única taréa de los tipos es cumplir con las instrucciones contenidas en el «chip» qué los banqueros de Wall Street o del FMI (qué son la misma cosa) les metierón por alguna de sus cavidades. Esas ordenes son clarísimas, a prueba de tontos: sacarle plata, exprimir al país para luego enviar ese dinero lejos. La generación de riqueza genuína no les importa. Cosa qué, es cierto, tampoco parece importar a nadie en este país desde hace decenios.