Confesó uno de los violadores de las turistas francesas. El principal imputado Gustavo Lasi acusó a Vilte de abusar de Bouvier. En tanto, dijo que Vera sometió a Moumni. Fue en la reconstrucción del caso, el viernes último en Salta.
Las turistas Cassandre Bouvier (29) y Houria Moumni (24), fueron brutalmente asesinadas en la Quebrada de San Lorenzo y fueron halladas el pasado 29 de julio pasado en la zona de El Mirador de la quebrada.
La reconstrucción del crimen de las turistas francesas en la quebrada de San Lorenzo sumó el viernes la inesperada confesión de uno de los tres sospechosos, Gustavo Lasi, de haber abusado sexualmente de Houria Moumni. También aportó información nueva y valiosa sobre los roles que cumplieron los otros dos imputados, lo que según los investigadores judiciales consultados por La Nacion, supone un avance sustancial en la investigación del doble homicidio.
El trámite judicial se realizó el 26/08, a las 14, sobre la base del relato aportado por Lasi en su indagatoria y ante la presencia casi silenciosa de los otros dos sospechosos, Daniel Vilte y Santos Clemente Vera. Sus participaciones se limitaron a acusar de mentiroso a Lasi en dos oportunidades, según contaron varios testigos del acto procesal.
En las dos horas y media que demandó la recreación del doble crimen en la reserva privada, Lasi, ex empleado municipal y guía de ocasión, ahondó en detalles, circunstancias y en los modos en que se sucedió todo, hasta finalmente detallar -según su versión- cuál fue la participación de los otros imputados, en los ultrajes a las investigadoras francesas.
Según afirmaron fuentes judiciales, Lasi implicó a Vilte en la violación de Cassandre Bouvier y, a Vera, en el abuso de Houria Moumni. Dijo que sólo una vez que Vera terminó de abusar de Houria, éste lo «invitó» a que hiciera lo propio, y fue sólo entonces cuando se autoincriminó.
Los informantes agregaron que el imputado nada dijo sobre quién o quiénes ejecutaron a Bouvier y a Moumni. Lasi sólo precisó que Vilte portaba un revólver 22 sin cachas; Vera llevaba un machete y él, que había salido a cazar, transportaba su carabina marca Bataan, doblada dentro de un bolso.
El acceso por el Castillo
El punto de partida para la recreación de los hechos fue un atajo boscoso y escarpado que se abre en una de las laderas del cerro, conocido como el sendero La Loma.
Desde allí, el juez Martín Pérez encabezó la diligencia junto con Lasi, quien se movió por el predio sin esposas. Atrás lo seguían unas 30 personas, entre los otros dos imputados, que permanecieron esposados, sus letrados, el fiscal Eduardo Barrionuevo, miembros del juzgado y personal policial y de criminalística.
La primera parada en la recreación fue en un descampado, a mitad de camino de El Mirador, donde Lasi dijo que se encontró con Vilte y Vera «machados» (borrachos) y sentados en el terreno.
A partir de allí, dijo que los tres siguieron un tramo juntos, hasta que en un momento, Vilte y Vera se le adelantaron. Así también lo recrearon ayer.
Una vez que todo el grupo llegó a la zona de El Mirador, la tensión fue palpable.
Durante un momento que mantuvieron a solas al principal sospechoso, sus dos letrados y el juez Pérez, Lasi ahondó en los detalles que se había ahorrado en su indagatoria. Dijo que aquel 15 de julio, cuando llegó a lo alto de cerro, vio a la distancia como Vilte y Vera conducían a las jóvenes a punta de pistola hacia un lateral de El Mirador, donde luego abusaron de ellas.
Señaló que él había permanecido en El Mirador cuando Vera, finalizado el ultraje, salió del bosque y con un guiño lo «invitó» a abusar de Houria y le pidió su carabina. Precisó que se la había dado cargada con dos proyectiles y que le había dado uno más en la mano. Reconoció luego haber violado a la joven de origen marroquí, mientras Vilte hacía lo propio con Cassandre. Dijo, además, que, luego de su participación, Vera le dio un bolso azul con las pertenencias de las chicas.
Pero antes, según Lasi, hubo un enroque de armas: «Vilte, que tenía el revólver 22, hizo un trueque con Vera y tomó la carabina. Pero el sospechoso señaló que las armas no se usaron ni se dispararon en su presencia.
Fue en ese momento cuando la participacion de Vera se hizo oír: «Mentiroso. Son todas mentiras», atinó a decir, según relataron los testigos. Una fuente policial señaló que el jardinero comenzó a sollozar, mientras que a Vilte se lo veía nervioso.
Todos los testigos coincidieron en señalar que durante toda la reconstrucción Lasi se mostró sereno, pero evitó el contacto de miradas con sus ex amigos y mantuvo en muchas oportunidades la vista fija en el piso.
En diálogo con La Nacion, el juez Pérez se mostró conforme con los resultados de la diligencia de ayer. Agregó que convocó para la semana próxima a nueve testigos.
«El acto procesal fue muy positivo para la investigación. Hay ahora nuevos elementos, y eso le da a la causa una muy favorable perspectiva», concluyó Pérez.
– Diario Panorama
– Foto de portada: Clarín policiales.
– Foto 2: La Nación
El salvaje crimen
El ataque sexual y los asesinatos de Cassandre y Houria se precipitaron en un lapso de no más de 30 minutos. Todo fue veloz: el ataque, la resistencia, los golpes, los cortes en la ropa, el sometimiento y las muertes.
Así lo revelaron los investigadores tras analizar el horario de la última imagen registrada por la cámara de una las víctimas, a las 18.35, y el momento en que, según fuentes del caso, Gustavo Lasi encendió el celular de Moumni.
Los investigadores determinaron que las víctimas fueron atacadas en un sendero situado metros más arriba de El Mirador. El ataque comenzó a las 18.35, cuando la cámara se cayó al suelo y se disparó. El lugar del ataque fue advertido porque la imagen muestra la particularidad del terreno.
Según la reconstrucción del hecho, Moumni huyó de sus agresores. Y en su fuga le dispararon por la espalda. Ya había sido violada. Pero fue la última en morir: su agonía duró entre 30 y 120 minutos.
A Cassandre la sometieron entre por lo menos tres hombres, la condujeron cerca de donde yacía el cuerpo de su amiga, volvieron a violarla y luego le dispararon.
Lasi encendió el celular de Houria cuando todo había terminado.
– La Nación (11 de agosto).
ADN
El director del Servicio de Huellas Digitales Genéticas (SHDG) de la Facultad de Bioquímica de la UBA, Daniel Corach, aclaró a La Nación que en las muestras de semen recolectadas en los cuerpos de Bouvier y de Moumni en ningún caso se halló «una multiplicidad de fluidos» que impidiera el aislamiento de patrones genéticos. «Eso es un disparate -dijo Corach-. En las muestras se halló material genético de origen indubitado de un solo hombre, lo que no quiere decir que las víctimas no hubieran sido violadas por varias personas que, precavidas, no hubieran dejado en los cuerpos de las víctimas sus rastros genéticos.»
– La Nación (25 de agosto)
