Sería desconocer el modelo productivo argentino pretender que la presidente se levantó una mañana y, en repentino gesto nacionalista, decreta la estatización de las acciones.
Una lectura posible sobre la recuperación del 51% de las acciones de Repsol-YPF( que trascienda los panegíricos nacionalistas y las imaginarias contradicciones entre una burguesía nacional inexistente y los grupos transnacionalizados de la economía), y las presiones sobre el dólar, es posible encontrarlas conociendo en primer lugar a quien afectaba la crisis petrolera provocada por el desmanejo de Repsol y la incapacidad del gobierno( vamos a ser benevolentes). Hay un sector dinámico y transnacionalizado en la economía argentina que es el mayor generador de divisas y que es a su vez el más desarrollado tecnológicamente comparándolo con Estados Unidos; ese sector es el AGROALIMENTARIO.
La competitividad del complejo industrial agroalimentario argentino está severamente comprometida por los costos internos debido a la incapacidad de las empresas petroleras privatizadas de generar gas para la matriz de generación eléctrica y combustible RELATIVAMENTE BARATO, debido al ineficiente modelo de transporte argentino para funcionar.
Argentina es quizás el único lugar del mundo donde se llega a transportar soja 1500 kilómetros en camión con un combustible más caro que el disponible en Estados Unidos por ejemplo, su directo competidor. Cuando se presento el cuello de botella energético, las multinacionales cerealeras le plantearon al gobierno nacional que así no podían seguir. El gobierno se alarmó porque esas multinacionales son el arma recaudadora que, bien o mal, obliga a los productores agropecuarios a pagar impuestos A TRAVÉS DE LA RETENCIONES A LA EXPORTACIÓN. También generan más del 50% de los ingresos en dólares (teniendo en cuenta todos los subproductos AGROINDUSTRIALES de exportación) que JUEGAN en la balanza comercial argentina.
La falta de gasoil complicaba LA COSECHA y el transporte de grano hacia las terminales DE ACOPIO y el decrépito sistema ferroviario privatizado sigue siendo inepto para reemplazar los camiones. La necesidad de terminar con la incapacidad de REPSOL de abastecer el mercado nacional y de generar reservas ya no sólo comprometía el malhumor de las clases medias que no podían llenar el tanque con combustible de su auto, sino que afectaba al negocio más rentable y trasnacionalizado de la argentina. Ese es el motivo por el cual el gobierno estatiza el 51% de las acciones de REPSOL-YPF. Sería desconocer el modelo productivo argentino pretender que la presidente se levantó una mañana y, en repentino gesto nacionalista, decreta la estatización de las acciones. No podían continuar así. Por eso, las cerealeras MULTINACIONALES (CARGIL, CONTINENTAL, BUNGE, LDC, NIDERA les sugirieron – tal vez – que “Obama y la Exxon no se pondrían colorados en arribar a la Argentina después de echar a éstos advenedizos con oficina en Madrid. La Exxon le dijo: Señora, el petróleo es un negocio de texanos”.
Ahora sólo falta “arreglar” qué precio pagaremos por el barril de crudo en boca de pozo o cuánto estamos dispuestos a pagar por unidades energéticas gasíferas. Sin duda, no va a ser fácil, y sin duda también, es mejor que esas acciones estén estatizadas aunque lo hayan hecho los mismos que le regalaron a Eskenazi el 25% de las acciones de YPF sin poner un peso.
¡El 25% de la empresa más grande de la Argentina! Sin perder de vista estos antecedentes hay que señalar, que es correcta la estatización y la apoyamos, para a continuación afirmar que sin control popular va a ser muy difícil que se resuelva el déficit energético argentino.
El “súper eficiente” modelo agrario, el de la “renta diferencial”, lo era y lo será en tanto y en cuanto una empresa estatal maneje la disponibilidad energética y los precios de los combustibles, como ASÍ TAMBIÉN SERÁ IMPRESCINDIBLE LA CREACIÓN DE LA JUNTA NACIONAL DE GRANOS, DE NUEVO TIPO, ALEJADA DEL MANEJO ESPÚREO DE LAS MULTINACIONALES. Si estas condiciones no se cumplen, solamente será eficiente y rentable EL MODO DE PRODUCCIÓN ARGENTINO, si obliga al pueblo de la nación a pagar por los alimentos los precios internacionales. Y eso indudablemente traerá protestas sociales, enfrentamientos que la burguesía agraria pretenderá resolver con represión. LA CONTRADICCIÓN ENTRE EL MODELO AGRARIO Y LA DISPONIBILIDAD DE COMBUSTIBLES BARATOS SE RESUELVE DENTRO DEL CAPITALISMO HAMBREANDO AL PUEBLO.
La presión permanente por devaluar el peso contra el dólar, aumento enormemente luego de expropiar a Repsol. Esa es la respuesta del modelo capitalista. La devaluación permitirá un nuevo robo a las clases populares y concentrar mas la riqueza aumentando la extorsión al pueblo a través del valor de los alimentos. Por supuesto los grandes productores agrarios son solidarios con sus patrones multinacionales y también intentarán desestabilizar nuevamente al gobierno.
El gobierno nacional tiene tres grandes frentes abiertos:
– 1) La sequía y otros factores ambientales les restó por lo menos u$s 7.000.000.000 de recaudación aún con el aumento del valor de la soja.
– 2) La inexplicable incapacidad estatal de preveer la crisis producida por Repsol y sus cómplices (importación no prevista de u$s 10.000.000.000- en combustibles).
– 3) Debe pagar o renegociar compromisos de deuda.
Las tres variables analizadas comprometen al país en alrededor de u$s 20.000.000.000-
La lumpenburguesia pretende hacer pagar al pueblo estos errores.
El gobierno se encuentra ante una aparente aporía, en cómo la resuelva se juega en parte el destino del proceso político argentino.
Repsol, inflación, dólar y aparentes aporías
La Presidenta dijo, antes de quitarle a Repsol una parte de sus acciones en YPF, que la mejor gestión de la empresa petrolera fue la que encabezó el Pepe Estenssoro, es decir cuando la empresa era ya privada. Desconoce que los yacimientos mas grandes de gas y petroleo del país fueron descubiertos en la época de la YPF estatal: Caimancito (crudo), Loma La Lata (gas), Cerro Dragón (gas), Palmar Largo (crudo), Las Heras (crudo) y tantos otros. En los primeros años de la privatización (con Estenssoro a la cabeza) se produjo el desguace de YPF; se desarmaron y vendieron los equipos de perforación; fue cerrado el Laboratorio de Investigación y Desarrollo de Florencio Varela (Pcia. de Bs. Aires), donde se formaron los mejores inyeccionistas de la industria petrolera, muchos de ellos son hoy jefes de inyección en petroleras como Bolland y Petrobras; se cerraron las escuelas de «perforines», ya que todo el servicio de perforación fué tercerizado; se vendieron destilerías de crudo que habían sido modernizadas años antes como la de Campo Durán y San Lorenzo (esta última ahora es de Lázaro Baez). Es verdad que los números macroeconómicos de la Empresa daban bien en los primeros años de privatizada y esto llevaba ganancias a los accionistas de las compañías, entre ellos la Provincia de Santa Cruz, a la que la Ley de Privatización le habia asignado el 4% de las acciones, pero por otro lado se destruía el verdadero capital de YPF y se dejaba de lado una política energética con sentido nacional. La década del setenta, creo, fue la mejor época de YPF. Pero al Gobierno Kirchnerista no le interesa una YPF cien por ciento estatal; le interesa una empresa mixta, donde puedan tener cabida sus amigos capitalistas, como los Eskenazi, Cristobal Lopez y Lázaro Baez. Todos conocemos como presionaron a los gallegos de Repsol para que les vendieran «al fiado» acciones de la Empresa a los amigos Eskenazi. Por eso ahora se apropian de las acciones de Repsol pero se hacen los boludos con las acciones de Eskenazi, que fueron los que terminaron de fundir a YPF porque desde el año 2008 quedaron al mando de la empresa. Es cómico escuchar al Vice-ministro Kicillof dar clases de nacionalismo como si estuviera todavía en la Facultad y hablarle a un público que por lo general no conoce de estas cosas. Dicen que en sus años de estudiante era trotkista: si León Trotsky se alzara de su tumba cuántas patadas en el culo le daría.