Tras la publicación de las fotos de la conductora y modelo Ivana Nadal, el tema de la subida de videos o fotos está en la palestra y se repite con más frecuencia que lo imaginable. Cómo es el circuito que termina en un dolor de cabeza.
La inesperada publicación de un video erótico de la modelo Ivana Nadal disparó la preocupación social por un gran problema de nuestro tiempo: el robo de imágenes y videos privados, que luego se difunden en redes sociales y páginas de internet. Los casos se repiten a diario en todo el país, con especial énfasis en la Ciudad de Buenos Aires, el Conurbano bonaerense y las ciudades de Rosario, Córdoba, Mendoza, Formosa y Posadas, en la Provincia de Misiones, a un ritmo frenético de 120 denuncias penales mensuales.
Un informe de la organización no gubernamental «Defendamos la República Argentina» confirmó que cada día se producen entre cuatro y cinco casos de robo y/o publicación de imágenes y videos íntimos con características comprometedoras.
«Esto totaliza unos 120 casos al mes. En general van a parar a la red social Facebook que en la República Argentina, tiene más de 25 millones de cuentas, una cifra record en relación a la cantidad total de habitantes. Algunas imágenes y videos llegan por parte de aquellos que resultaron destinatarios de buena fe. En general ex novios/novias despechados/as pero la cifra más importante corresponde a aquellos que robaron un teléfono o una tablet que contenían esas imágenes y videos», dijo el abogado Javier Miglino, titular de la organización.
«Cada día se produce un inmenso intercambio de información entre los titulares de cuentas de Facebook pero no hay que olvidar que con solo enviar una imagen o video por la red WhatsApp puede tener millones de visitas y viralizarse en pocos minutos, mucho antes incluso, de que el afectado o la afectada puedan enterarse», dijo Miglino.
Asimismo, el especialista manifestó que «con la ayuda de la justicia de Instrucción de la Nación hemos podido establecer que el círculo delictivo empieza en una calle de Buenos Aires, San Justo, Mendoza, Posadas, Rosario o Córdoba».
«En ese momento, en general por la mañana entre las 8 y las 9.30 horas y por la tarde entre las 18.00 y las 19.30 un teléfono celular o una tablet es robada de una mochila, un bolso, una cartera o directamente arrancada de la mano. Esos horarios pico son los que utilizan los ladrones para apoderarse de los aparatos de tecnología con el mayor índice de éxito en el robo y posterior impunidad», explicó Miglino.
En ese marco, dijo que «el celular o la tablet viajan en una moto o a pie hasta el local que actúa como reducidor de la mercadería robada y posteriormente se muda a otro local que a veces está a pocos metros donde se procede a borrar los datos, reiniciar el equipo y blanquear el producto robado para que pueda ser revendido».
«Todo este proceso no lleva a veces más de 30 minutos, es decir apenas pasa media hora entre un celular robado y el mismo revendido en un local a la calle como la Avenida Corrientes en la Ciudad de Buenos Aires, en un puesto de La Salada en Lomas de Zamora, en un puesto del mercado persa de la Ciudad de Mendoza o en La Placita en plena ciudad de Posadas, Misiones.
En general por el apuro no se revisa el contenido del teléfono o la tablet pero cuando hay curiosidad por un posible contenido erótico el tiempo urge. Y es que según han confesado los delincuentes detenidos en la justicia, a veces el propio ladrón avisa al decodificador (el delincuente encargado de revisar y blanquear el aparato), que la víctima era por ejemplo una chica conocida o simplemente una bella señorita. El delincuente con conocimientos informáticos antes de borrar todos los datos procederá a revisar los contenidos, aún los que se conservan con contraseña y tal vez encuentre un nuevo botín para comercializar imágenes y videos eróticos de la víctima», dijo Miglino.
Las víctimas atraviesan un verdadero calvario
«Las víctimas atraviesan verdaderos calvarios al ver sus imágenes y videos en redes sociales, o en sitios de internet especializados como www .pornhub.com o www .xvide os.com que no requieren mucha información para publicar y entonces el delincuente tendrá varios caminos para difundirlos», señaló el abogado Javier Miglino. Así, dijo también que «primero extorsionan con dinero a la víctima para eliminar los contenidos, no olvidemos que tiene direcciones de correo electrónico y teléfonos de amigos en el celular robado donde perfectamente puede contactarla».
«Podrá el delincuente amenazar o coaccionar a la víctima para que realice la denuncia o incluso, tal como le sucedió a una chica que trabajaba en el Banco Santander de la Ciudad de Córdoba y que con la publicación de varias imágenes eróticas vio en peligro su puesto de trabajo; exigir favores sexuales a cambio de las fotos en poder del criminal», dijo Miglino.
«En todos estos casos intervino la justicia y más de allá de buscar al criminal logró eliminar el contenido publicado con la advertencia al sitio web y a la red social de que se trate, que no podría volver a publicar esas fotos y/o videos bajo apercibimiento de una multa judicial de entre 50.000 y 500.000 pesos«, dijo Miglino.
– Diario Popular