“Rose” es la vida y la muerte en un instante, “Rose” es esa mujer muriéndose llena de vida, “Rose” es el paseo por el Ghetto donde Dios ha muerto, donde se produce la inflexión necesaria para pensar que la vida es una alucinación. Una visión del holocausto llena de humanidad y de un poético salvajismo.
Butaca 9. Desde allí vi a una actriz construyendo su pasado, de una voraz presencia. 80 años, Rose, judía, una sucesión de maridos, un tendal de pérdidas, la miseria y la riqueza. El encuentro del amor “reencarnado”, el milagro de volver a reír… Volver a reír… por Dios…! Y llorar, cual maleficio insólito, desbordante. Una historia mínima de una gran mujer. 12 judíos por cuarto, Rose. Tragicomedia, Rose. “Uno hace las cosas para seguir viviendo”– dice. Rose Rose, el lugar de la felicidad o de la incomprensión. El judaísmo y las preguntas sin repuestas. Eso… sin respuestas…
Excelente, una obra de teatro intimista donde de un fusil, surge una Rose…
Una actriz completa, un acercamiento a todas las historias del dolor y la persecución en la imagen de una anciana casi casi heroica y anónima. El delito de ser judía y el derecho a tener un lugar, posible lugar. Ese que sólo puede ser concedido por la muerte.
Con Spelzini, íntima: apenitas… un talentón
¿Cómo te seleccionaron para este papel, cómo te conectaste con Agustín (Alezzo), cómo nació esto de hacer “Rose”?
– Hace más de 30 años que lo conozco a Agustín, fui alumna de él y trabajé mucho con él. Primero pensaban en una actriz que tuviera la edad del personaje. David Masajnik, el productor que está acá y que era quien tenía los derechos, y el director, al principio pensaron en alguien que fuera más grande. Después Agustín pensó en mí y David estuvo de acuerdo. Como conozco tanto a Agustín no es demasiada casualidad que pensara en mí. También me pensó para “El jardín de los cerezos” , para “Danza de verano” , para un montón de obras… Así nació, gracias a David que compra los derechos de esta obra, él es actor fundamentalmente pero un actor que supo ver un texto, leerlo y hacer un éxito de eso. No un éxito comercial pero un éxito artístico, lo fue en Capital y en Mar del Plata. Estamos muy contentos.
Es muy difícil animarse a un unipersonal. ¿Es tu primer unipersonal?
– Es el primero, sí, me han ofrecido otros después de este y no he aceptado porque quiero volver a trabajar con actores, lo cual no quiere decir que no vuelva a hacer alguno pero acá se dieron muchas cosas, me gustaba mucho el texto… en fin. Yo creo que es muy lindo trabajar con otros actores y está siendo muy linda esta experiencia de poder trabajar para cualquier lado de la Argentina porque no tenemos los derechos para afuera. ¿Vos viste lo que es la escenografía?… “apenitas”… Y encontrarse con diferentes públicos… es maravilloso. Hoy me llamó la atención que en Salta no son nada ruidosos ya cuando están sentados en la platea y después es mucho más tímida la respuesta, mucho más respetuosa diría en algún sentido… Pero ya de entrada no se escucha ese bullicio que se escucha en Capital o Mar del Plata… En cada provincia es diferente – yo ya estuve en Chaco, en Formosa, yo ya estuve en Chubut, en Tucumán ayer y hoy acá- y seguiremos todo lo que podamos por las provincias: me encanta, es una buena manera de viajar y de conocer. Yo no conocía Salta y voy a volver porque Salta me fascinó, así que me dije “tengo que volver y quedarme un mes porque quiero recorrerla toda”.
Qué significó para vos recibir tantos premios y además con este trabajo…
– Algo que me colocó de alguna manera y entre mis pares incluso, de otra forma, sabés. Porque yo no me ocupo mucho de lo mediático, tiene su lado negativo porque a veces en algunos lugares parece que recién empezaste a trabajar y tengo que estar explicando todo lo que hice. Yo me ocupo desde hace mucho tiempo de la formación, yo soy docente y también voy por las provincias dando un seminario, trabajo mucho fundamentalmente en teatro que es lo que más me interesa y me sorprendió muchísimo cuando todos los pares, todos los actores venían a ver mi espectáculo en Buenos Aires y lo mismo en Mar del Plata. Incluso desde los más mediáticos hasta los teatreros, entonces ya cuando se corre esa idea de que “hay que ir a ver a fulano”, bueno es la verdad un premio grande. Es el premio del público. Algunos me dicen que parece que no estuviera actuando, que parece que eso ocurriera, que les permitía imaginar… Me han dicho cosas muy hermosas. Yo sé que no siempre va a ser así pero esto me ha dado mucha confianza en mí, en el entrenamiento al que he apostado… Y bueno, yo te digo que agradezco cada función. Cuando veo esta sala me digo “qué felicidad”. Hoy pensaba “estar acá en este teatro tan hermoso, estar viajando haciendo teatro…” Qué suerte que a los 16 años me empaqué en mi casa y me dije “quiero ser actriz”. Tuve que resignar algunas cosas pero es tan grande el placer que no sé cómo explicarlo… creo que encontrar en la vida la profesión que te gusta es como encontrar el amor, ambas cosas son muy importantes. Pienso que soy una privilegiada trabajando en lo que me gusta, nadie me lo regaló, me ha costado y lo hago con esfuerzo. Pero tener la vocación es importante. Porque cuando uno tiene una vocación, como dice Nina en “La Gaviota” , no le teme a la vida. Cuando hay una vocación vas para adelante y los problemas económicos se van superando, si bien he nacido en una clase media y nunca me faltó para comer o estudiar, sin lujos. Pero lo fundamental no me faltó, entonces pude elegir una profesión.
Pero no seguí mandatos porque el mandato era que fuera médica o abogada, mi padre no era profesional pero como padre de clase media quiere que los hijos sean profesionales. Me inunda como una gran felicidad que ahora se expresa quizá con cierto cansancio pero soy muy feliz haciendo esto y respetando al público, en la medida de lo posible trato de respetarlo mucho y hacer mi trabajo lo mejor que pueda. Me gusta mucho transmitir esta experiencia a los más jóvenes, por eso esto de la docencia es algo que también me gusta…
Cuando te miraba trabajar, me acordé mucho de la película “La vida es bella”, donde viste que uno ríe y llora y en este caso me pasó reírme y llorar con vos… Como hacés para hacer ese click de pasar del llanto a la risa…
– Es entrenamiento, tener un instrumento entrenado, hay ejercicios que te permiten hacerlo, si bien soy una actriz de características emocionales fuertes por lo general, yo te diría que la base es la relajación y saber que tenés que actuar, cuál es la acción dramática; además apelar a la relajación y confiar. Es preferible tener una mala función pero no forzar porque una vez que empezaste a forzar el camino es erróneo y te va a llevar siempre a un camino erróneo. Trabajar hasta donde tenés ese día, ¿no? Porque el teatro vive de eso. El espectador que quiere ver dos funciones iguales se equivoca, el teatro es algo vivo donde nunca va a haber dos funciones completamente iguales.
¿Tenés proyectos nuevos?
– Sí, tengo proyectos de teatro y de cine como nunca he tenido en mi vida, lamentablemente superpuestos así que voy a tener que decidir, proyectos muy lindos. Creo que todos los trajo “Rose”. Si bien yo tengo continuidad de trabajo pero ahora me puse en un lugar de protagonista, creo que también ya son muchos años y merecía esta posibilidad.
Pareciera como si este texto hubiese estado escrito para vos porque realmente hay una carnadura total entre la actriz y Rose.
– Sí. Yo también lo siento así.
Nota relacionada:
Rose, la obra más premiada en el 2008, llega a Salta
http://www.salta21.com/Rose-la-obra-mas-premiada-en-el.html