La Comedia picaresca que tiene como figuras a Flor de la V, a Osvaldo Laport y a Emilio Disi, artistas consagrados en lo suyo, subió a escena anoche en el Teatro del Huerto, con función a sala llena. Sebastián Almada, Federico Bal, Ailén Bechara, Macarena Rinaldi y Celeste Muriega completan el elenco.
La obra escrita por Martin Guerra y Sergio Marcos y dirigida por Rodolfo Hoppe, es básicamente una comedia de enredos que se desarrolla en una Clínica de estética que está a cargo de Mónica (Flor), de su asistente (Sebastián Almada) y de una enfermera (Ailén Bechara). A ella llegan un mafioso-Gino (Emilio Disi) para cambiar de apariencia, un Juez (Osvaldo Laport) para quitarse rollitos, un ladrón (Fede Bal), una paciente (Macarena Rinaldi) y una periodista (Celeste Muriaga), para escrachar al Juez. Se suceden situaciones de gran comicidad que arrancan numerosas carcajadas al público, quien mima a Fede Bal, sobre todo el femenino.
Una escena de estética kitsch fue la protagonizada por Sebastián Almada, vestido como enfermera para tratar de quitarle las llaves al Juez, quien las ha guardado “ahí”. Morís de risa en esta parte sobre todo por el dialecto mexicano de la enfermera.
Osvaldo Laport es uno de los artistas que logró crear en esta comedia un personaje: el de un Juez “metrosexual” preocupado por la estética, lleno de “tics” y de gestos extraños. Un irreconocible Laport verdaderamente, aunque su personaje no sea un ser querido, precisamente por su investidura, ya que la mayoría de los que están en la clínica tiene algo de qué salvarse. Muy buenas alusiones a Jueces corruptos que cobran coimas, un acierto! Sebastián Almada está muy bien en sus personajes (asistente hétero y asistente gay, policía, enfermera mexicana), aunque lo hayan puesto a largar una larga tanda de chistes verdes y picantes. Es quien lleva la obra y quien tiene una gran presencia escénica.
Emilio Disi es como ese ingrediente que no puede faltar en una comedia de enredos. En cuanto a Flor de la V, considero que estuvo ajustada a su personaje, pero ha tenido mejores protagónicos.
Martín Guerra, Sergio Marcos y el director Hoppe han trabajado sobre la idea de la mujer-objeto, aquella que vale por sus atributos físicos. También trabajaron desde la perspectiva heteropatriarcal cuando por ejemplo, Hermes (Almada) dice “este es puto” (por el Juez). Nadie tendrá dudas sobre las mujeres bellas de esta puesta: Macarena, Celeste y Ailén, la misma Flor incluso; pero tampoco, de sus buenas interpretaciones en sus respectivos papeles.
En la obra, se alude en forma permanente a los escándalos de Bal, especie de “gancho” que busca llegar a un público masivo que mira los programas de tv y el “Bailando”.
La obra tuvo gran repercusión durante el verano: viene ligera de ropas y ligera de diálogos. Rápida y furiosa. Divertida y al estilo de un viejo humor argentino que resalta curvas sensuales, adora las pulposidades, revaloriza los escándalos y saca chistes picantes de la galera. En síntesis, removedora de avisperos. Para reír.
“Sálvese quien pueda”, el título de esta obra porteña, viene con connotaciones directas a la realidad… En Argentina, se salvaron todos los delincuentes. Como pasa en el teatro…
– Fotos tomadas por Salta 21