Ayer en el 9º Circuito Nacional de Teatro Late Alto Salta 2014, Los Arana, a quienes conocimos por sus Marionetas de Salón, presentaron en el escenario de la Casa de la Cultura, una especie de parodia a la concepción actual del dícese “Padre de la Patria”, un hombre desconocido al que se proclama vagamente en actos escolares, se recuerda en nombres de avenidas y se repite su biografía equivocada de la mano de quien lo catapultó al estrellato: Mitre. Es así, que nuestro héroe máximo vive estrellado en el pedestal del olvido. Lo condenaron a ser un Monumento.
Cuán reflexiva es la mirada de Pablo Felitti, quien terminó de darle forma a un trabajo dramatúrgico colectivo junto a sus actores, Maximiliano y Juan Manuel Arana, que además, diseñaron – con la creatividad que los caracteriza- los elementos convertibles que transforman la escena en los múltiples espacios por donde corre la historia. Con dirección de Felitti, el equipo teatral “Los desconocidos de siempre» (Santa Fe) se completa con José Pierini como asistente de dirección y con Cristian Ayala en la creación del vestuario sanmartiniano.
Tomás Guido fue un entrañable amigo junto a quien el protector de América diseñó el plan continental de liberación. Pues la obra elige este punto de partida para correr el telón sobre la historia argentina. Un hecho fantástico marca el inicio cuando San Martín regresa al país y tiene 24 horas para cambiar la historia. Tomás se lo advierte. “siempre ocurre lo mismo” (¿desmemoria? ¿olvido? ¡ignorancia! Quizá por ello Tomás contenga al Libertador quien entiende que su misión no ha concluido). Desde este punto de vista la obra hace un anclaje en la estética del absurdo y se desenvuelve por el humor de situaciones hasta el final, mientras jamás se esquiva la mirada distinta que el General quiere reinstalar acerca de sí mismo.
Su representación no puede – no debe- quedar en una estatua que señala el rumbo, plantean. Es muy rica la escena de San Martín (el real) vs. San Martín (la estatua), el Libertador enfrentándose a lo que simboliza, sus ideales y su pasión revolucionaria contra el olvido; la historia contra los fantasmas de la historia. Paradoja descomunal cuando es un fantasma quien vuelve para avivar viejos ideales de lucha. Los actores proponen que hay otro San Martín, más allá de sus datos biográficos o de su figura militar, más allá de una «percha» hay un hombre político que tomó decisiones y dato aparte, cuando fue gobierno, lo hizo con honestidad y justeza, pero más lejos de todo: hay un ser humano.
Hubo una derrota: Cancha Rayada; y un triunfo contra el rey. Maipú. Y con estos o bajo estos nombres, todas las batallas están narradas en la obra, pero como un juego. Un delicioso recorrido por formas infantiles de «dramatizar» los enfrentamientos: con onomatopeyas y caballitos de palos, con máscaras y armas de plástico. Aún las alusiones al Cruce de Los Andes y el nombre de Rivadavia, su opositor, incluso del de su esposa, son mencionados con un dejo de fino humor que nos permita abrir la mirada comprensiva de lo que fue un hombre virtuoso.
Los Arana alientan el pensamiento del Libertador en contra del Despotismo que trató de desterrar. Y la única manera es combatir contra la ignorancia. San Martín vuelve para eso en esta pequeña y asombrosa historia de corceles blancos y estatuas oxidadas.
Con juegos, máscaras, objetos y un convertible carrito cartonero tirado por un “linyera culto”, la historia vuelve para remover viejos pensamientos que son más poderosos que la muerte y que los mismos ejércitos.
Dúctiles, encantadores, Maximiano interpreta a un San Martín con agallas en el presente; mientras Juan hace del joven que tiene en sus manos el instrumento más poderoso: la educación. Por eso vuelven a los patios de la escuela, para remover la mirada histórica y rediseñar al Libertador. Aunque deberá regresar cada vez que intenten rendirle un homenaje… Los actores hacen de otros personajes como la profesora y el padre con los que logran crear empatía con el público que disfruta sus creaciones. Producen la mímesis para provocar la reflexión.
Pinceladas de humor transitan sus interpretaciones cuando por fin vemos a dos San Martín: son los mellizos Arana que logran el efecto del espejo del héroe, el que fue y el que es resignificado en la actualidad. La belleza de la obra cumple sus formas. Y ellos se van con una canción, hábilmente, originales, simples… con esa sencillez de la genialidad disparatada, no sin antes haberse “erigido sobre las ruinas de la tiranía” poniendo “en circulación los valores intelectuales que formen el precioso patrimonio de los seres pensantes”.
– Fotos tomadas por Salta 21
– Notas relacionadas:
El arte de las marionetas en el fantástico mundo de Los Arana
http://www.salta21.com/El-arte-de-las-marionetas-en-el.html
Generación Crítica: «Marionetas de salón»
http://www.salta21.com/Generacion-Critica-Marionetas-de.html
Exitoso arranque de Late Alto con “Malditos (todos mis ex)” y fenomenal “Alquimia” española
http://www.salta21.com/Exitoso-arranque-de-Late-Alto-con.html
Instrucciones para abrazar el aire, teatro poético de desgarradora espiritualidad
http://www.salta21.com/Instrucciones-para-abrazar-el-aire.html
“San Martín vuelve”: una propuesta original de Los Arana
Hola. Quería hacerle esta preguntas sobre la obra San Martín Vuelve. Estaría muy agradecida.
-Qué lugar le asignó la historia oficial al General San Martín? ¿Qué perspectiva, con respecto a esto, da la obra “San Martín vuelve”?
-A qué alude la escena en donde aparecen dos San Martines, uno de bronce y otro “real”. ¿Qué controversia histórica presentan?
-En la propuesta de la obra ¿a qué vuelve San Martín?
-Hay un suceso especial, casi un hito histórico, relacionado con “Damas Mendocinas”? ¿Cuál es?
-La escena donde aparece la marioneta de una mujer, ¿por qué cree que dice “Yo siempre te amé como a un hijo más”? ¿a quién representa?
-A qué hecho histórico alude la escena de la “marioneta caballo”?¿dónde se desarrolla?