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martes, noviembre 26, 2024

Sinfónica: Un par de reflexiones

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Muchos lectores saben que estudié música, que hice música, que escribo crítica musical, desde hacen muchos años, como miembro de la Asociación Nacional de Críticos Musicales Argentinos para publicaciones locales, nacionales e internacionales.

Siempre desde un punto de vista constructivo, como complemento rehecho cultural. Mis destinatarios son: los artistas para que conozcan al menos una opinión acerca de su labor, el público que asistió para que tengan un juicio de valor para agregar al propio y el público que no estuvo presente para que se entere qué sucedió. Invariablemente traté y trato de ser lo más objetivo posible, circunstancia que no siempre se consigue. El que me lee podrá estar de acuerdo o no conmigo, podrá señalar mis equivocaciones o mis aciertos pero jamás me podrá tildar de deshonesto. Siempre que dije algo tengo cómo probarlo. Sin este respaldo, prefiero guardar silencio. La vida me ha permitido conocer más de setenta ciudades fuera de mi país. Permanentemente persiguiendo la posibilidad de escuchar sus orquestas, su música y conocer su cultura. Conozco personalmente el primer y segundo nivel de las orquestas del mundo occidental. No sólo el arte musical sino también sus administraciones.

Luego de esta brevísima introducción deseo señalar que, al menos para mí, la creación de una orquesta sinfónica en una Salta periférica, de un país periférico, significa una bisagra en la historia cultural provincial. Su formación, hacen diez años, se realizó por disposición de la administración anterior, con rigor académico. Sus seis primeros años no fueron perfectos, pero hasta aquí fue la época de oro de la orquesta. Fue premiada, distinguida, elegida, elogiada, no por mí sino por otros que saben más que yo, de un modo que no se repitió hasta la fecha. Una orquesta no depende exclusivamente de su director, de sus músicos, de sus administraciones, del ejecutivo estatal, de los funcionarios. Depende de todos y cada uno de ellos y cuando alguno de esos cimientos en los que se edifica la música sinfónica que escuchamos, no funciona o lo hace mal, comienzan los problemas. Es como el virus que cuando no se ataca se difunde a través del cuerpo. Por ejemplo, la magnífica ley 7072 por la cual se creó la orquesta, hoy debe estudiarse, corregirse y actualizarse. Muchos aspectos que en el 2000 eran lógicos, hoy carecen de razón de ser y debieran ser modificados. El tema concursos merece un estudio más profundo y corregirse lo que debe corregirse. No se puede seguir como está. La creación de un organismo sinfónico tiene, entre otros aspectos, que ayudar al elevamiento espiritual y al crecimiento intelectual del pueblo y del resto de las artes. Una de las correcciones que deben realizarse es la puesta en marcha de una política de Estado que conduzca a:

– 1) Una programación acorde con las necesidades del público en sus aspectos formativos como en su calidad de diletante.

– 2) Posibilitar que sectores económicamente carenciados accedan con facilidad a los conciertos disminuyendo notoriamente o simplemente eliminando el valor de las entradas cuyo ingreso anual no tiene relevancia alguna para las arcas públicas pero si la tiene para aquellos oyentes que son marginados por no poder abonar los valores actuales. ¡Atención! Hemos tenido conciertos con no más de 150 personas en un teatro donde entran 1.900. esta idea no es nueva. Se hizo antes con éxito notorio, como sucedió en Tucumán en su momento, con sus primeros quince años de orquesta sinfónica con entrada sin cargo. Esta decisión creó una masa pública que antes no existía. La incidencia del ingreso por ventas de entradas es ínfimo comparado con el costo total anual de la agrupación sinfónica.

– 3) Esto es fundamental: Una labor más contínua desde el punto de vista artístico. Una orquesta como la nuestra no puede brindar la cantidad de conciertos que ofrece sino que al menos sus presentaciones deben casi duplicarse. El organismo cuenta con integrantes capaces de realizar esto y es fácil reconocer el esfuerzo que hacen para que el resultado final sea el esperado.

– 4) Comprender que la orquesta no es de este gobierno, ni del anterior, ni del que vendrá, sino que es del Estado o sea de los ciudadanos. Saber que la orquesta no tiene ideologías políticas sino que tiene un ámbito artístico y el arte no tiene ideologías. El ser humano necesita de la música. No como un acontecimiento entretenido sino como un modo más de elevar su espíritu y ampliar la cultura del pensamiento.

Desde que se decidió siempre me pregunté cuáles habían sido los motivos para unificar dos áreas de enorme importancia para el desarrollo de Salta: Turismo y Cultura. Cada una reviste importancia. Hacer depender a una de la otra atenta contra la que depende porque ésta pierde autonomía y por lo tanto su relevancia es menor. Tal vez allí también encontremos motivos para una menguada actividad musical. Realmente no estoy conforme. Un ejemplo muy cercano que se repite en el primer mundo. La Orquesta Sinfónica de San Pablo (Brasil) tiene autonomía absoluta. ¿Saben quien es el presidente de su Consejo de Administración? Pues nada menos que el Dr. Fernando Enrique Cardozo el hombre que precedió al Sr. “Lula” Da Silva en la presidencia del país vecino. Eso es dignificar la materia de la que hablo. Hacen pocas horas he tomado conocimiento que hay problemas en la Orquesta Sinfónica del Brasil. No lo conozco en profundidad, pero parece que los músicos integrantes, no están de acuerdo con el director en el tema concursos. Es preciso cuidar no correr ese riesgo.

Estas líneas son casi obligadas para quien ejerce la función crítica. Tal vez muevan a pensar sobre estos temas. Tienen como objeto alertar sobre los desvíos que con el tiempo se producen y van generando pequeños daños que en conjunto aparecen como grandes daños. Invertir en cultura, nunca es suficiente. Eso lo saben quienes nos llevan una ventaja de muchos años en este campo. Vale la pena sentarse, director, músicos, funcionarios, ejecutivo, administradores, a razonar sobre estos temas. Si consiguen soluciones que mejoren el funcionamiento orquestal, el rédito será altísimo.

– Nota relacionada:

Protesta: músicos de la Orquesta Sinfónica de Brasil y Ley 7072 obsoleta para Salta

http://www.salta21.com/Protesta-musicos-de-la-Orquesta.html

5 COMENTARIOS

  1. Sinfónica: Un par de reflexiones
    No quiero comentar tanto este articulo tan extenso, solo responder y participar como todos aqui que comentan sabiendo o no del tema…la cuestion fundamental es poner un granito de arena para mejorar sin ser un rey en el tema pero tener conocimiento sin tantas palabras que algunas veces no llegan a nada. Una orquesta sinfonica y por respeto a los musicos, se forma de musicos y no de administrativos y gente en general que escucha la musica como tambien funcionarios etc…ante todo una orquesta esta formada por musicos que son profesionales que no solo repsonden en un teatro sino que estudian, se preparan, ensayan y luego dan el todo en un escenario para que el publico en general tenga el agrado de responder o no a lo escuchado y visto. Por esto quiero dejar bien claro que no hablemos qu euna orquesta no es solo musicos…el resto es administrativo Sres…la musica la hacen los musicos y el resto es solo papeles y charlas.

  2. Sinfónica: Un par de reflexiones
    el gobernador anterior y el actual fijaron como politica para los empleados publicos la capacitacion y la superacion de los mismos a travez de la escuela de la admin.publica que se materializa a traves de los concursos y como los musicos y los bailarines son empleados publicos como el resto de los agente no veo porque tengan que tener un trato diferente.Con ese criterio cada sector de la AP tiene que tener un trato diferente.

    • Sinfónica: Un par de reflexiones
      Josefina A. : lo que Ud. expresa ( con respeto) es falta de conocimiento de lo que significa «cuerpos artísticos». Que en Salta dependan de una autoridad jerárquica como el Ministerio de Turismo,antes del de Gobierno y anteriormente del de Educación, con contratos de la administraciòn pública, no convierte a los artistas ( músicos y bailarines) en meros agentes de la administración pública como aquel que se sienta frente a una computadora a hacer notas y memos. La especificidad del Arte tiene otros parámetros problemáticas , y hasta enfermedades profesionales propias,por lo que su tratamiento SI DEBE SER ESPECIAL, no privilegiado, sino especial a las especiales caraterísticas de una actividad que no es solo una profesión, sino una forma de vida diferente a los del común de la gente.
      Insisto, eso pasa por no tener un Ministerio de Cultura que entienda de estas cosas y dejar en manos de autoridades neófitos en la materia la creación , funcionamiento y calidad de dichos cuerpos artìsticos.
      No se pide que no concursen los intérpretes o directores, al contrario, que esos concursos atiendan a las características de calidad y profesionalidad de tanto unos y otros, de la manera más transparente posible y no se puede someterlos a una norma genéricade la administración publica de rentas, inmuebles o cualquier otra entidad dependiente o autárquica de la Administración Pública Provincial.
      Se lo dice una profesional del arte y la cultura, con títulos que lo acreditan y, además abogada. La saludo atte.

    • Sinfónica: Un par de reflexiones
      Los músicos somos empleados públicos por mecenazgo del estado, no por caracetrística propia.
      Los músicos somos músicos nos pague quien nos pague, y por eso no podemos ser tratados como empleados publicos.
      Ser músico es ser un artista, ser empleado publico no lo es.

  3. Sinfónica: Un par de reflexiones
    Estimado Mario : muy acertado en tus relexiones , con las cuales coincido plenamente, como persona de la cultura que asiste a concierto, espectaculos de ballet, teatro,etc., y con una trayectoria artística en Salta de más de 32 años.
    En forma genérica lo que dices, se aplica al otro cuerpo estable de la Provincia, El Ballet ( BPS), cuya Resolución de origen debe ser también modificada en áreas similares a los de la Sinfónica, fundamentalmente en la renovación de sus directores y acompañantes a esos cargos, y también en lo de los intérpretes ( músicos, bailarines).
    A algunos años de producción de ambos cuerpos estables, se puede hacer una evaluación del rendimiento de dichos cuerpos artísticos, y, como en toda área de, introducir los cambios adecuados a aquellos instrumentos legales ya obseletos. Esperemos que los legisladores de hagan eco de estas situaciones que se vienen haciendo públics hace tiempo, introducientolas innovaciones y modificaciones que se reclaman.
    Que los cuerpos artísticos estables dependan de un Ministerio de Turismo, es una barbaridad. Es tiempo que Salta tenga un Ministerio de Cultura,que atienda los temas específicos, como ocurre en todo país avanzado.

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