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lunes, noviembre 25, 2024

Sobre Revoluciones triunfantes: así hablaron Santiago Nacif y Daniel Burak

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Nacif y Persano junto a Burak, efectuaron la dirección del documental “Nicaragua…el sueño de una generación” que se estrenará en Salta el 25 de noviembre a las 21.30 hs. en El Teatrino (Alvear y 12 de Octubre), film exaltado por la crítica y aplaudido por el público que ya lo vio.

La temática de la cinta «Nicaragua…» de 75 minutos de duración, versa sobre la Revolución Popular Sandinista en Nicaragua, gesta épica testimoniada a través de distintas voces, como las argentinas, y vista por medio de imágenes muy bien montadas. Tuvo un exitoso estreno en Buenos Aires, se presentará por el NOA, por Latinoamérica y por el mundo. El Director de Producción, Leonardo Hussen, contactó a Salta 21 con Daniel (importante cineasta) y Santiago (reconocido guionista), con quienes mantuvimos una entrevista. Imperdible!

Santiago Nacif: ”Otro camino es posible”

¿Cómo convergieron las ideas de los tres realizadores-directores, para acordar hacer un film basado en la Revolución sandinista?

– El guión lo escribimos entre Roberto Persano y yo, Santiago Nacif Cabrera. Ambos somos licenciados en Comunicación de la UBA y siempre nos interesaron los procesos de liberación de Latinoamérica y las luchas revolucionarias que dieron vida a nuestros pueblos. La revolución sandinista en Nicaragua junto a la cubana fueron las únicas triunfantes en el Continente pero sin embargo, sólo se recuerda la de Fidel, el «Che» y Camilo Cienfuegos, entre otras, y el proceso Sandinista de Nicaragua quedó, para nosotros, injustamente olvidado.

Este documental trata de rescatar del olvido en el que cayó la revolución y sobretodo rescatar la tarea de todos aquellos hombres y mujeres internacionalistas que viajaron a colaborar con ella. es por eso que abordamos la revolución pero desde la mirada de los argentinos y argentinas que dieron todos sus esfuerzos para la liberación de Nicaragua de lo que fueron tantos años de dictadura somocista.

Además, la compañera de vida de Roberto, Lorena, es nicaragüense y siempre nos contó anécdotas de su vida de pequeña en su país y eso nos acercó desde otro lado a conocer la historia de ese pueblo.

Daniel, el otro director del documental, al ser un poco mayor que nosotros, pudo vivir desde Argentina lo que fue toda la revolución nicaragüense y enriqueció desde ese lado el relato final.

Estoy convencida que un director es un conocedor o al menos alguien muy formado en la temática que quiere exhibir. Por eso creo que hay un punto de vista desde donde se muestra: ¿cuál sería su punto de vista sobre esta historia?

– El punto de vista que adoptamos para contar la película fue más que nada centrarnos en la participación de los y las argentinas que estuvieron en Nicaragua colaborando con una revolución que, en un Nicaragua.jpgprincipio, parecería que les era ajena. Justamente todos los protagonistas nos enseñaron que como decía el Che Guevara, ninguna revolución es ajena para un revolucionario. Ellos en Nicaragua pudieron hacer realidad lo que acá en Argentina se les había negado tras tantos años de lucha y obligado exilio. Nos quisimos enfocar a su vez en su participación como médicos, docentes, economistas, sociólogos, periodistas y no centrarnos en la parte estrictamente militar o bélica, importante también, pero quizás la más conocida.

¿Cuál es el proceso previo a la filmación, es decir, qué pasos dieron antes de testimoniar con la cámara?

– Indudablemente en un documental de estas características, lo fundamental es la investigación previa. Para eso le dedicamos un año a leer sobre la historia de Nicaragua y específicamente sobre la historia del Sandinismo y del propio Augusto César Sandino. También nos interiorizamos en los escritos de Cortázar sobre su admiración hacia la revolución sandinista. Además, estuvimos en Managua registrando los festejos del 30° aniversario de la Revolución Popular, lo que nos permitió conocer un poco más al país. Nos empezamos a juntar con los protagonistas sin cámaras primero, para luego filmarlos. Fue un trabajo largo que lo quisimos hacer con la mayor seriedad posible, siempre respetando el pasado de todos los protagonistas que merecen nuestros mayores elogios y admiración.

¿Cómo ves a Nicaragua hoy en el contexto latinoamericano?

– Creo que el presente de Latinoamérica es muy esperanzador. Nuestros pueblos sufrieron muchos años de opresión, colonialismo, imperialismo y neoliberalismo y eso por suerte en los últimos años está cambiando. En la región hay líderes políticos que están demostrando que otro camino es posible. Hay que romper con un pasado muy negro y pesado que tienen todos nuestros países y eso no es fácil, pero los pueblos están aprendiendo a transitar un camino de soberanía, de autodeterminación y de rescate de lo nacional y lo regional.

¿Y a la Argentina?

– Argentina, con este proceso nacional y popular que encara el Kirchnerismo, está en ese camino. En el caso particular de Nicaragua, se trata de uno de los países más pobres de la región -el mayor restando a Haití- y obviamente nada le es fácil. Sin embargo, creo que con la vuelta al poder del Sandinismo en el 2006 -muy distinto igualmente al revolucionario de la década de los ´80- las cuestiones básicas de salud, educación y cultura están mejorando con respecto a los gobiernos neoliberales y entreguistas de la década infame de los´90. A su vez es importante rescatar los valores de hermandad y solidaridad entre nuestros pueblos latinoamericanos y estar atentos a frenar los intentos de golpe de estado a los que las derechas nacionales siempre apelan por ejemplo los casos de Venezuela, Ecuador, Bolivia o los golpes ocurridos ante Zelaya en Honduras o Lugo en Paraguay.

Daniel Burak: “La Justicia se ayuda mucho en la memoria”

¿Dirigir un documental es como dirigir una investigación?

– Te diría que dirigir un documental es lo contrario a dirigir una investigación. En la investigación, uno recaba material para luego Nicaragua-2.jpgpoder dirigirse hacia un objetivo esperando encontrar en el camino algo que lo sorprenda y lo desvíe hacia un lugar nuevo y desconocido, pero al cual nunca hubiese aspirado llegar sin la investigación previa. Hacer una investigación para luego traducir lo investigado al formato audiovisual no es un modo de dirigir que me entusiasma.

En tu visión de director, ¿qué procesos revolucionarios debiéramos rescatar como argentinos, que nos sirvan para dejar atrás el individualismo y la mediocridad reinantes?

– No me parece que el individualismo y la mediocridad reinen, creo que luchan por reinar pero no lo logran, siempre se encuentran con resistencia y conflicto. Por algo el mapa de Latinoamérica viene cambiando de manera muy dinámica en los últimos años, y para bien. Como rescate, todos los procesos tienen aspectos que enseñarnos, a nosotros y a los que se les oponen también. Quiero decir, muchos de los que se oponen a los procesos -no sé si es correcto encuadrarlos como «revolucionarios», pero seguro que lo son «de cambio»- se les oponen simplemente por no conocerlos, o por conocerlos a través de aquellos que se les oponen por lo que tienen de bueno y no por lo que puedan tener de malo.

Cuando se habla hoy de “memoria colectiva”, me pregunto si debiéramos mejor pensar en una “sanación colectiva”. ¿Qué quiere decir para vos “rescatar la memoria” a través de este documental…?

– La «sanación» completa no existe. Quien enferma una vez y se «cura», se convierte en un ser que pasó por una enfermedad y algo cambió en su interior, dejando una marca. No debemos aspirar a sanar, sino a mejorar el mundo y la sociedad, transformar la vida en un camino más justo que haga posible que las personas lo transitemos con mayor felicidad.

Rescatar la memoria ayuda a ese objetivo, y a los mentirosos les hace más compleja su tarea de engañarnos. Todavía creo -tal vez algo inocentemente-, que sin el engaño de los buenos, los malos fracasarían en su intento de dominar el mundo.
La Justicia se ayuda mucho en la memoria, y es lo más sanador que conozco.

¿Se puede hablar de “lo argentino” desde “Nicaragua… el sueño de una generación”?

– Se puede hablar de «lo argentino» desde cualquier suelo que haya pisado un argentino. Los argentinos que participaron de esa gesta se mezclaron entre otros internacionalistas pero mantuvieron su identidad de origen, por supuesto, aún cuando lo hubieran ignorado o tratado de borrar. De todos modos, creo que cualquiera que mire la película estará más capacitado que yo para ser sensible a esa capa sutil de información.

¿Creés que la revolución en el siglo XXI, la están dando las artes?

– Definitivamente no. La revolución es una palabra con demasiado de etiqueta solidificada, que hay que tratar con mucho cuidado. Yo prefiero hablar de cambios en las relaciones de poder entre los que están acostumbrados a tenerlo y quienes se lo disputan. El arte puede estar al servicio de uno u otro lado, cuando sólo debería estar al servicio del arte, porque en cuanto se pone al servicio de algo, se convierte en otra cosa. Y el arte, a veces, a diferencia de la pelota, se mancha.

Fotogramas del film: en el primero Licha Babini y su hijo Lole García, Pola Augier delante del Monumento de Sandino en el segundo; y en el tercero, Aurora Sanchez Nadal y su pasión por la fotografía.

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