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jueves, octubre 10, 2024

Farmacología y ciencias en el capitalismo. El ejemplo del posible negociado del VIH

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Lo que abocetaré es fuerte y puede ocasionar reacciones. Reacciones diversas. Y para no demorar el asunto, diré que desde que el Doctor Robert Gallo consiguió escandalosa notoriedad por lo del VIH, gloria que es un caso de manipulación de la investigación para obtener un Nombre de Padre en la historia de la Medicina, para conseguir fama y para lograr el Reconocimiento del Nobel, otros especialistas comenzaron a dudar de lo que se había asociado a la enfermedad, dejando muchas inquietudes problemáticas de digerir. Una de ellas, es que acaso, los test para la detección del posible virus y la farmacología vinculada a la cura de la enfermedad, sean un inmenso negocio, montado sobre uno de los mayores fraudes científicos.

Timoteo, evita los conocimientos de la falsamente llamada ciencia

Saulo de Tarso

El “… saber del Amo … (es la) ciencia (en tanto poder) para dominarnos …”

Jacques-Marie Émile Lacan, “Clase 1. Producción de los cuatro discursos. 26 de Noviembre de 1969”, en El Seminario. Libro 17. El reverso del Psicoanálisis. 1969–1970, en http://www.bibliopsi.org/descargas/autores/lacan/LACAN/Lacan-%20TODO!%20Psikolibro/20%20Seminario%2017.pdf, p. 7 [http://bibliopsi.org/index.php?option=com_content&view=article&id=401:textos-lacan-organizado-por-seminario&catid=80:lacan-j&Itemid=25 (home –la otra página web, citada en http://www.salta21.com/Secundidad-Freud-Marx-y-el.html, “site” en el que se solían encontrar las obras de Émile, fue desactivada; seguramente, por el imperio Miller, los lacanianos y los vasallos de Germán García…)]

Desembraguemos.

Nos soy más que un columnista eventual del periódico digital Salta 21, que si bien tuvo experiencia en radio y en el jornalismo escrito, en tanto ciudadano no soy un periodista titulado, lo que tampoco implica que esté ejerciendo una profesión usurpando un título que no detento.

Tampoco soy médico ni especialista en asuntos como el que reseñaré, como para que lo que diga se acode en mi competencia en el área. Lo que acabo de anunciar es el producto de una pesquisa particular, y de una serie de convicciones de cómo funcionan las ciencias y de lo que son capaces los científicos.

Aclaro idénticamente, que si por acaso, el VIH fuera una ilusión para mercadear con una enfermedad de la que se ignorar qué la causa, no estoy proponiendo que las precauciones para evitar adquirir esa enfermedad, sean ignoradas por ser parte del fraude que aquí se detallará. Las medidas de profilaxis para prevenir el propio contagio y la diseminación de la enfermedad, tienen que respetarse porque es lo único que parece efectivo contra ella.

Un poco de historia

En 1984, el Doctor Robert Gallo envió a Science, cuatro artículos donde afirmaba demostrar la existencia de un virus que, con el tiempo, se bautizó de “VIH” y que ese nuevo virus era el causante directo de una rara dolencia para la época, que se denominó SIDA.

La enfermedad había comenzado a ser notoria hacia 1980 y entonces, varios equipos e investigadores apostaron a encontrar cuál podía ser la causa de la dolencia.
Gallo descubrió que un tipo de leucemia, era ocasionado por un virus que afectaba las células–T. A ese virus lo denominó “Virus de la Leucemia de células–T Humana” (VLTH).

Antes de difundir sus artículos en la revista aludida, en una teatral conferencia de prensa, acompañado con la Ministra de Sanidad de los USA, sostuvo que había encontrado que una variedad del VLTH, que apodó “VLTH–III”, impactaba en el organismo, ocasionando la extraña enfermedad de la década.

Apreciemos el proceder de Robert.

En lugar de aguardar a redactar un informe que pudiera ser publicado en Science, anuncia espectacularmente, que su “VLTH–III”, es el virus que causa la dolencia que se conocerá como SIDA. Gallo demuestra preferir aquí, la fama mediática a la pesquisa lenta, de largo aliento y que a veces, conduce al suicidio por el escaso apoyo, como fue el doloroso ejemplo de nuestro apreciado René.

Cuando en ese mismo año, Robert publica la serie de cuatro artículos en Science, va tan lejos, que en 2002, la revista lo sanciona por fraude. ¿Por qué? A raíz de que decía que había aislado el virus, que se denominó “VIH”, lo que es y sigue siendo una mentira.

De acuerdo a los estándares internacionales, para identificar un virus, hay que cumplir una cadena rigurosa de cuatro pasos, ninguno de los cuales acató Gallo.

Pero antes de avanzar, observemos cómo es que Robert descubre el “VIH”.

Un Instituto de París, el Pasteur, estaba pesquisando sobre virología. Encontró una serie de muestras que se corresponden con lo que parece ser el “VLTH” de Gallo y el Doctor Luc Montagnier, le envió las muestras a Robert para que con su equipo lo analizara y le diera su opinión. Gallo le dio una respuesta; primero, a través de una ampulosa conferencia de prensa, donde se adjudicaba el descubrimiento del VIH; segundo, con los artículos de Science. Ni la menor alusión a Montagnier ni al Instituto de Francia.

Esa actitud inesperada de Robert, empujó a Luc a entablar una pelea judicial por la preeminencia en el descubrimiento, lo que finalmente, se saldó en 2008, cuando le otorgaron a Montagnier el Nobel de Medicina por el “VIH”, excluyendo a Gallo de la nominación.

Requisitos para aislar un virus

Como lo adelantamos, existe una serie de pasos para identificar un virus.

El primero de ellos, es un conjunto de cuatro fotografías del virus.

La segunda condición, es la de secuenciar y caracterizar las proteínas y el ácido nucleico.

El tercer requisito, es repetir las dos primeras condiciones.

El cuarto es divulgar en revistas científicas, las técnicas con las que se trabajó para la detección del virus y los resultados que se obtienen, de manera que otros colegas puedan comprobar si lo que se imagina un nuevo virus, lo es.

En el ejemplo del VIH, no se cumplieron en Robert, ninguna de esas condiciones.
En el caso de Luc, lo que parece haberse premiado fue que pudo haber encontrado un nuevo virus, pero no que Montagnier se haya ajustado al cien por cien a las condiciones para la identificación de un virus. ¿Luc también es un fraude? No. Estocolmo incentivó el esfuerzo y la honestidad de Montagnier, al haber descubierto no un virus, sino unas cepas donde parecía haber un virus y premió el acto de compartir generosamente, los resultados con un mercenario, Robert Gallo, que lo traicionó. También pudo ser un modo indirecto de sancionar conductas piratas como la de un científico al estilo de Robert.

Por lo que sostienen otros científicos, como Stefan Lanka, Barbara McClintock, Kary Mullis, Stanley B. Prusiner, Walter Gilbert, entre otros Nobeles, Luc Montagnier tampoco logró aislar el virus.

Negocios

Si lo que ese tipo de científicos disidentes, que cada vez son más, opinan, es cierto, en 2014 no estaría demostrado que existe el VIH, que es un virus y que lo que ocasiona es el SIDA.

¿Por qué lo de los test, las mediciones de cargas virales y la farmacología? La respuesta es simple y dolorosa: negocios billonarios.

Los Nobeles citados, afirman que los test dan falsos positivos hasta en un 80 % y que pueden “detectar” SIDA hasta en ratones.

Esos científicos, opinan que en el fondo, no se puede medir la cantidad de virus ni de la gripe; menos, de algo tan complejo como la carga viral del SIDA.

Los medicamentos contra el SIDA, pueden ser eficientes; sin embargo, son tan caros porque se instaló en el mundo la idea de que es una enfermedad incurable y crónica, que en algunos casos puede ser mortal.

Ciencia y capitalismo

Un leninista trasnochado, podría imaginar que eso ocurre por la intervención del dinero y que la ciencia y los científicos pueden corromperse a tal escala, por conseguir un buen nivel de vida.

Lo que olvidan los leninistas, es que el dinero se inventó hace unos 6000 años y en esa época, no había sociedad burguesa.

Reyes y poderosos, poseían sus “médicos”, a los cuales se les pagaba bien o se les cortaba la cabeza.

Con la Revolución Rusa, las clases típicas desaparecieron pero permanecieron los integrantes de los demás miembros de las constelaciones acomodadas y de los grupos subalternos, por lo que los científicos luchaban a muerte por prestigio, al igual que en “Occidente”.

Sin duda, el capitalismo favorece que de cualquier cosa, se pueda hacer un negocio. Existe una película aleccionadora al respecto, que se denomina “El jardinero fiel”, en la que multinacionales farmacológicas, usan de conejos a los pobres de África para probar drogas de efectos imprevisibles.

La sociedad burguesa logró tornar rentable hasta la miseria y el hambre, con diversos mecanismos, algunos de los cuales son políticos. Pero la corrupción en la ciencia, en los científicos y en los intelectuales en general, no proviene del capitalismo.

Marx sospechaba de las ciencias y de los científicos. De las ciencias, porque sus verdades no respetaban el aldeano conocimiento y la independencia personal; de los científicos, a raíz de que podían ser tan nefastos y delincuentes como cualquiera. Nietzsche, Šlomo Freud, Lacan, Foucault, Deleuze, Bourdieu, agregaron más cosas a lo que intuyó “Karell”.

Para mí, cuando alguien se empeña en ser profesor, en ser científico, hay que preguntarse qué es lo que engancha a ese alguien para desear ser profesor o para anhelar ser científico. Y cuando uno se interroga por eso, la respuesta no es muy alentadora; casi siempre, es por buscar un Nombre de Padre en la historia, por vanidad, por disfrutar de bienes de alto valor simbólico, por egoísmo, por gozar de deferencias o de distinciones, por narcisismo, por Demandar Reconocimiento de un Amo para ser amo y para ser otro ladrillo que publicite su buen gusto.

5 COMENTARIOS

  1. –Descom–pasado; otra vez, algo tarde, en la mañana
    Buen amigo:
    De nuevo, me disculpo por la tardanza en responder tu gentil, afectuoso, amable y estimulante mensaje o eso que se podría llamar así, para volver a emplear una “muletilla” al estilo de Gelman.
    Antes de algunas aclaraciones, querría solicitarte que escribás a mi correo electrónico, así nos mantenemos en contacto más seguido y sin los azares, sin Zares…, de los encuentros que los trae algún ángel desasosegado. El mail es, por una serie de “fortunios” e infortunios, que un conocido de Foz me lo dio…, albertonascimiento616@gmail.com.
    Lo que deseaba agregar aparte de eso, es que el tráfico, los negociados que se montan con los científicos, los universitarios, los intelectuales y las Ciencias, no parecen ser fenómenos propios al capitalismo, sino que tales sucesos se asocian a la existencia del dinero, que es algo que viene históricamente, desde antes del nacimiento de la sociedad burguesa.
    Apoyado en esa premisa, insisto en que ese tipo de “conducta” y de acontecimientos en el ámbito de lo intelectual y de lo científico, no son una desviación de una forma de actuar que sería casi siempre, la querible. Para mí, la clase de corrupción que representa el Dr. Robert Gallo es la regla y no la excepción, en esas esferas de terror que son las universidades, el mundo de los científicos, el “planeta” de las Ciencias y la esfera de los intelectuales. Para recordar un ejemplo del que hablé (ir a http://www.salta21.com/La-novelaGalileo-Componentes.html), Galilei fue uno de los primeros científicos que anheló más la fama, la gloria y la fortuna, provocando un escándalo de proporciones con la Roma de la época, que la defensa imparcial de un sistema, el copernicano, que estaba en ventaja con el ptolemaico (aprovecho para cincelar que una de las consecuencias de la Relatividad de Einstein, es que en cierto sentido, tanto Copérnico cuanto Ptolomeo, poseían razón, a causa de que da igual para la invarianza de las reglas físicas, que el “centro” tras el cual todo gira, sean el Sol o la Tierra…).
    Afirmado lo anterior, agrego que acepto tus referencias tangueras y sumo la del “Polaco”, al que aprendí a apreciar, ya grande, por ese amigo fantasma, de hadas, magos, sirenas y duendes, que es el grandioso escritor de Salta capital, Roberto Acebo y que, por elección, es una sombra desapercibida –https://www.youtube.com/watch?v=XgbrKwJe5kU.
    Y junto a lo anterior, añado que lo que nos queda con el curso del tiempo, a medida que vamos entrando en edad, son sombras. Pongamos por caso, por los recuerdos, felices o infelices, que no te abandonan, remembranzas que son como tarjetas postales que uno recibe de sí mismo para sí mismo, pero como si las redactara para uno, desde un época lejana, que eso son las décadas para Proust, alguien que nos habla desde un pasado que pudo ser un Paraíso, ya perdido, o lo contrario de un lugar de amores y sudores.
    Tratá de estar en contacto entonces, por la vía que te sugerí con afecto, el mismo que no sabía que me prodigabas y según por lo que asoma, desde hace tiempo. Quizá, inclusive, cuando estaba exiliado en Salta y envuelto en una densa nube de rumores de toda laya.
    Espero tu primer correo, que ojalita, sea pronto.
    Un abrazo de amistad incombustible, como diría mi apreciado Derrida.

  2. Farmacología y ciencias en el capitalismo. El ejemplo del posible negociado del VIH
    Adrián querido: respetuosamente voy a usar este medio de nuestra común amiga querida para responder tu mensaje rockero.
    Como tanguero apelo al tango de Juan M. Velich y Alberto Consentino titulado “ESCUCHA LO QUETE DIGO” …”no dejés la puerta franca de tu gaucho corazón/ porque siempre existe un vivo que su envidia desenfrena/ y te llame comediante, loco, vago,…/ Si extrañás de verte solo y deseás algún amigo/ ¡arrímate a un perro reo que él jamás te hará sufrir”. Un fuerte abrazo del amigo que no le olvida.

  3. Tarde, al inicio de la noche…
    Pedro querido:

    Disculpá el despiste, que puede sonar a un mal descuido…

    No respondí antes a tu breve y lúcido comentario, porque no me enteré que había alguno. Me habitué a que ya no existan glosas a mis artículos, los que eran casi siempre, de naturaleza agresiva, a causa de que entonces, vivía exiliado en Salta capital (ahora, respiro exiliado en Foz, en Brasil…).

    Espero que andés bien de tus ojos, que una amiga querida y en común, a la que evito mencionar por su nombre, en virtud de que no viene al caso…, me comentó que estabas algo embromado de la vista.

    Te devuelvo las salutaciones, que en estas lejanas tierras, sin casi nadie, como el “Capitán Beto” de Spinetta, uno se pregunta a qué habrá venido hasta aquí, cuando se echan de menos, unos mates amargos y el café en algunos inciertos días.

    Y de nuevo, perdoná la descortesía de la demora involuntaria…

    Un abrazo de amistad incombustible, como solía decir al brindar por el amor, la Belleza y la Revolución, cuando era lo que ya no soy; ahora me quedan, como a determinado Marx, sombras, tal cual se canta “En el hospicio” del grupo de rock Pastoral.

  4. Farmacología y ciencias en el capitalismo. El ejemplo del posible negociado del VIH
    Te felicito Adrián por el artículo, es así: cuando se escapa un virus de algún laboratorio y “cae” sobre un animal ( incluido el humano), aprovecha el capitalismo para hacer sus negocios. Es lo que va pasar con el Ëbola. Saludos. Pedro.

  5. Farmacología y ciencias en el capitalismo. El ejemplo del posible negociado del VIH
    Te felicito Adán por el artículo, es así: cuando se escapa un virus de algún laboratorio y “cae” sobre un animal ( incluido el humano), aprovecha el capitalismo para hacer sus negocios. Es lo que va pasar con el Ëbola. Saludos. Pedro.

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