Un joven de 18 años con síntomas de gripe A pasó ayer del sector de clínica médica a la terapia intensiva en el San Bernardo. Su estado es grave. De acuerdo a información extraoficial ya hay muertes por gripe A en Salta que oficialmente no se admiten.
El joven, de 18 años, había sido internado en la sala 6 de Clínica Médica del Hospital San Bernardo. Compartía esa habitación con dos hombres mayores.
Pero pronto la dinámica habitual del sector se alteró. El muchacho presentaba síntomas de un fortísimo estado gripal y los médicos y paramédicos que trabajan en esa zona tomaban precauciones apropiadas a la atención de pacientes infectocontagiosos de alto riesgo.
Los contactos con la sala 6 se redujeron al mínimo, al punto que la atención de los otros dos pacientes se vió resentida -según comentaron fuentes internas del nosocomio- porque había renuencia del personal a ingresar en el lugar incluso para tareas habituales como higienizar a los enfermos.
El estado del paciente con gripe se complicaba ostensiblemente, por lo que en la tarde de ayer se dispuso su traslado a la sala de Terapia Intensiva del hospital, donde se encuentra ahora en grave estado. No ha sido posible obtener información oficial al respecto.
Medidas atípicas
El San Bernardo es uno de los epicentros sanitarios para la atención de los pacientes con gripe A. En los últimos tiempos se han reforzado las medidas de aislamiento y seguridad sanitaria.
El acceso al interior del nosocomio está fuertemente restringido y el personal usa barbijo, guantes, y delantales especiales en cumplimiento riguroso de las medidas que deben tomar los profesionales de la salud que combaten la pandemia. El ingreso por el sector posterior del San Bernardo ha sido clausurado.
En la recepción cualquier consulta se responde mecánicamente con un: «hable con la gerencia, no estamos autorizados a dar información». Todo el día -incluso en las madrugadas- en la sala de espera del acceso principal hay mucha gente esperando. Algunas para ser atendidas, otras para seguir desde ahí la evolución de familiares internados.
El otro punto crítico en el combate contra la pandemia es el Hospital Privado Santa Clara de Asís, en Urquiza 964. Allí murió el viernes el joven Eduardo Keber, de 31 años. Sus familiares admiten que murió por gripe A y denuncian mala praxis porque no se le aplicó el tamiflu y se lo retiró de terapia antes de tiempo, lo que habría agravado su cuadro.
Allí fue internada también con gripe A Blanca Farías de Yudi, suegra del vicegobernador Andrés Zottos, quien se recupera de la enfermedad que la puso al borde de la muerte. Zottos le dijo a Salta 21 que no hay suficiente tamiflu y que su administración temprana es fundamental para salvar vidas, como pasó con su suegra.
El propio gobernador de la provincia Juan Manuel Urtubey guarda reposo por un cuadro gripal que podría estar originado por el virus H1N1.
Las salas de terapia en hospitales y clínicas de la ciudad de Salta están colapsadas y hay presión para sacar a pacientes antes de tiempo hacia salas y habitaciones comunes. «Me costó encontrar lugar en la terapia para un anciano con alto riesgo que necesitaba internar urgente», comenta un médico reconocido que debió mover influencias para conseguir la internación.
Un empleado de la sala de velatorios Pieve asegura que ya fueron varios los velorios en los que deudos y allegados usaban barbijos porque tenían la certeza que el deceso se había producido por la gripe A.