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viernes, julio 18, 2025

Un presente de gran augurio para el vejestorio

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En definitiva, me llena de alegría, asistir a la Asociación de Jubilados de la Provincia, y ver una organización gremial, que se ocupa de los vejestorios (incluido el suscripto) y respirar la felicidad general y las motivaciones generadas en las múltiples propuestas de actividad y recreación del jubileo asistente. Este es el país que me alienta, la Democracia que me fortalece, la sociedad que me empuja.

Merced a la generosa mirada del Gobierno Nacional sobre la tercera edad, la infancia, la salud, la economía al servicio de la política, y la contemplación de otros frentes de marginalidad, es que la sociedad Argentina tiene otra movilidad social. Felizmente el panorama es continental y los países vecinos, están en la misma onda progresista y con la derecha de cada Estado, agazapada para retroceder a la línea de partida especulativa, donde los Medios hegemónicos participan, activamente, para desactivar esta felicidad popular. Precisamente, a la tercera edad (y a los otros estamentos) se lo percibe exultantes, con los beneficios obtenidos, ante la desesperación e impotencia de los Economistas operadores, que no consiguen imponer su lógica de racionalidad teórica. Se han convertido en el desparpajo de la caradurez y la esquizofrenia economista, haciendo pronósticos “mentirosos” y terroríficos de un sombrío futuro.

En esta lamentable visión, curiosamente (también), concilian fuerzas de izquierdas tradicionales, cerradas al pragmatismo y la euforia (y consenso) del pueblo cotidiano. Tanto, la nefasta derecha, como la descolocada izquierda troquista, chocan contra la realidad, inobjetable de un pueblo agradecido, palmariamente, con la posición del modelo nacional. No soportan la felicidad popular y se abocan, con prolijidad, a buscar los “pelos en el huevo” y las “palos en la rueda”, apostando, trágicamente, al descalabro y al deseo de fracaso de una democracia que no se detienen y los abofetea con gestión de gobierno. Son expertos en desarrollar ESTRATEGIAS DE INSATISFACCIÓN popular. Necesitan los niveles de tolerancia a la frustración bajos.

Se me representa el olor de frenos chirriando ante el desgaste y la experiencia esforzada de un “autismo” político inexplicable. Por ambos lados, los izquierdosos y los derechosos mezquinos, se dan de bruces ante la realidad de esperanza (término poco vigente para ellos), porque son ateos, los primeros y burócratas de Iglesia, los segundos.

VOLVAMOS AL PRINCIPIO

El propósito de este modesto vistazo es dar fe de los contingentes de ancianos, que atropellan en el centro de las ciudades, mostrando, sin ambages, su aprobación con la situación presente. Los ancianos se visibilizaron y salieron de sus casas-refugios, donde (en los gobiernos anteriores se ocultaban) encubrían su depresión, ante los descarados ajustes a sus magros ingresos. Me tocó vivir (de cerca) la angustia de los abuelos y los efectos “catastróficos” de su aislamiento y confinación doméstica. ¡Qué decir de los contingentes de turismo masivo para jubilados! Convengamos que esta atención diferenciada hacia esta franja etaria, flagelada en los anteriores gobiernos como carga de ajuste, liberó y disparó, sin límites la enfermedad mental generalizada: Un viejo que ríe es un viejo sano. Por supuesto que el beneficio particular, moviliza otros emprendimientos comerciales, no sólo los turísticos, sino también, numerosos planos de la salud pública y privada. Las clínicas y servicios de salud, hacen sus negocios privados, con las obras sociales y los co-seguros ampliados de la clase pasiva, cayendo algunos (quizá la mayoría) en abusos de ampliación de coberturas. Cuando un viejo entra a una Clínica, las mesas receptoras se hacen la fiesta con las futuras ganancias. Doy fe de haberlo vivido, reiteradamente, pero los prestadores públicos, van auditando cada vez más, para evitar esas “avivadas” clínicas.

UN CASO CONCRETO: LA GALLEGA DE LA LOMA

Esta no me la contaron, la viví de cerca y con cierto compromiso. La gallega fue una noble Sra., que tuvo que ceder su espontánea generosidad por los embates de los anteriores gobiernos, que los pusieron como conejitos de india y sometieron a los viejos, a tremendas pruebas de sobrevivencia. Concretamente, los viejos se morían de hambre y no estaban en los planes de gobierno. No figuraban en los balances sino como prospectos funerarios. Los querían muertos, porque vivos eran un estorbo y anti productivos para el sistema liberal. La gallega se defendió, con su hambre y pobreza, estoicamente, hasta que la luz Kichnerista, entró en horizonte nacional y les devolvió la fe, la esperanza y las ilusiones de vivir. Dejaron, convenientemente, la etapa de los trueques Menemistas y las ferias vecinales. Ya, la gallega, no necesitó salir a vender sus plantitas, para lograr una moneda de subsistencia ni insolarse en las mesas de trueque. Sus ingresos fueron, ampliamente, dignificados y, como buena agradecida, llenó su cocina, con folletos del “flaco” Kirchner y de su bella compañera y sucesora.

En definitiva, me llena de alegría, asistir a la Asociación de Jubilados de la Provincia, y ver una organización gremial, que se ocupa de los vejestorios (incluido el suscripto) y respirar la felicidad general y las motivaciones generadas en las múltiples propuestas de actividad y recreación del jubileo asistente. Este es el país que me alienta, la Democracia que me fortalece, la sociedad que me empuja. No quiero volver, mientras viva, a la pauperización a que pretende someternos la derecha salvaje ni el “troquismo” a contramano. Quiero y anhelo un país, en donde todas las franjas etarias estén consideradas y haya espacio vivible para los niños, los jóvenes, los adultos y, también, para nosotros, los vejestorios. Me juego a asegurar, por todo lo que viví en carne propia: Los piquetes/la desocupación/el hambre y la pobreza/ el rancherío de la ruta al norte (Fraile Pintado-Ledesma-Orán-Tartagal, etc.). Este presente es de gran augurio y hay que preservarlo para el bien de la sociedad.-

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2 COMENTARIOS

  1. Un presente de gran augurio para el vejestorio
    Tala, para mí es un honor contrarlo como lector, pero sinceramente, hoy, soy (por razones de edad) un «bicho» urbano. En otra etapa laboral, me tocó rcorrer toda la ruta 34 y sus alrededores, pudiendo vivir en esa época el dolor de la realidad de mis hermanos. También en esos tiempos, me tocaba hacer de fletero de las maestras, que en tropel hacían dedo en la ruta. En este momento estoy en cuarteles de invierno y disfruto mi jubilación, ganada con trabajo y sudor, hasta la despedida. No soy un militante político ni un puntero político que necesite ir a auscultar como «la viven» nuestros hermanos del San Martín. Creo, que es una responsabilidad de los que usufructuan con la politica y otros intereses. De los políticos, no puede ni siquiera sacarle que me editaran mis libros, emprendimiento que lo hice por cuenta propia, o esa, también con transpiración y salí a venderlos entre los conocidos, con los riesgos del rechazo seguro: «Manghera, dejá de romper las pelotas…» Lo que sí me da la impresión que Ud. es un poco más joven y con mucha fuerza militante por lo que le pido, que le ponga una fichita de esperanza al proyecto Kirchnenista, que levantó el barco hundido, normailzando la educación/la salud (o no ve los médicos en los hospitales) /las becas para los que quieren terminar sus estudios (incluídos los de la Católica)/ los científicos repatriados (soy íntimo de algunos) o no recuerda que destino le proponía Cavallo. Viví algún tiempo en el >Barrio La Loma y me descarnaba ver a mis vecinos, armando mesas de trueque en las calles, etc. etc. etc. Todo es Historia reciente y no la inventé. Lo último, me da bronca ver como MASÍVAMENTE los contingentes de turistas pasean y disfrutan por nuestro País, como si no debieran nada. La Hotelería del País está colmada. ¡Qué vergüenza! Atte. Manghera

  2. Un presente de gran augurio para el vejestorio
    Manguera, en el norte provincial siguen existiendo la desocupación, el hambre, la pobreza, el rancherío, el tráfico de drogas y muchas miserias mas; los piquetes hace un tiempo que están controlados (lo hacen los Gobiernos de la Nación y la Provincia tirándoles guita a los jefes piqueteros para que no corten la Ruta 34, aunque algunas veces los muchachos se salen de los carriles que pretenden imponerles). La mayoría de los viejos aquí no saben qué es el jubileo asi que difícilmente te entiendan.
    Animate un día a cruzar el Mojotoro (de paso podrás ver que la provincia no termina ahí y hay vida mas al norte); podrás comprobar de cerca como vive la gente.
    Este es el presente de gran parte de los salteños tras la «década ganada». Largá la guitarra Manguera y enterate como es la realidad de todo Salta.

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