En su programa “Periodismo Para Todos”Jorge Lanata denunció que el exministro de Planificación, Julio de Vido, gastó US$14 millones en comprar equipos de efectos audiovisuales.
Los aparatos habrían estado destinados al controvertido convenio que el exfuncionario firmó con la Universidad de San Martín para financiar producciones audiovisuales, se sospecha que hoy los mismos son sub alquilados a productoras, aunque la justicia solicitó informes para conocer cómo se utilizan.
El periodista Jorge Lanata señaló este domingo 30/10 en su monólogo inicial de Periodismo para todos que, “según testigos de identidad reservada”, el exministro hizo un gasto millonario en equipos Viacom de efectos visuales.
Además, sostuvo que el denunciante le aseguró que los usaba la productora Sinema de Mauricio Brunetti, un empresario K que antes había sido dueño de una pizzería y ahora está fundido.
¿En qué consisten los equipos que adquirió Julio De Vido?
Santiago do Rego, conductor de TN Tecno, explicó en el programa que el estudio llamado Motion Capture (MoCap) es un complejo andamiaje de aparatos que se usa en producciones de cientos de millones de dólares. La trilogía de El Hobbit es un ejemplo de lo que se puede hacer con él. Costó US$14 millones y todos sus elementos se ubicaron en un galpón de 290 metros cuadrados que se convirtió en el más grande de Latinoamérica. Fueron adquiridas 72 cámaras de 16 megapixeles cada uno, en la gama más alta de lo que vende la empresa proveedora, Vicon. Esas lentes pueden capturar en forma simultánea los movimientos de 19 personajes. Es decir que si alguien quiere realizar un film como 300, podría hacerlo.
El material adquirido es una novedad no solo acá, sino también en Hollywood. Hay 6 equipos «Vicon Cara» que son de vanguardia: acaban de salir y son para capturar expresiones faciales; tienen cámara virtuales que permiten visualizar lo que estás haciendo en tiempo real; los servidores son muy pesados con una placa de video Nvidia QUADRO K6000. La compra de este sistema de animación fue parte de un proyecto mucho más ambicioso y costoso de De Vido.
En la Universidad de San Martín, intentaron negar cualquier vínculo de Brunetti o su productora con la máquina que les compró el exfuncionario. Sin embargo, las pruebas muestran lo contrario. El trailer de la película Quixote se usa el polémico sistema. Allí aparecen dos personas que trabajan para Brunetti. Uno de ellos se llama Gonzalo Gutiérrez y figuraba en la página web de Sinema como «Director de Efectos Especiales». La otra persona es Florencia Lemoine, que aparecía en el mismo sitio como «productora». En los últimos días, cuando explotó este escándalo, los nombres de ambos fueron borrados de la página.
La sospecha es que todos estos equipos son subalquilados por $45 mil o $50 mil pesos por jornada y no van a parar a manos estatales, sino a sectores privados.
– Urgente 24
Un robo de película: De Vido gastó US$ 14 millones en equipos audiovisuales
De Vido era, por decisión de Néstor, el Ministro de Planificación y Desarrollo del Gobierno Nacional y Popular. Ël concentraba todas las obras del país, la del puente de Tartagal que hubo que reconstruir después del alud que se lo llevó puesto hasta la construcción de una represa hidroeléctrica; también tenía a su cargo el mejoramiento de las rutas del país, la construcción de escuelas, de hospitales, de los gasoductos que encaraba el Estado, y de la importación de gas después que el sistema energético se fue al tacho por culpa de ellos. Ël manejaba toda la guita que el Estado Nacional ponía para esas obras; era, además y como dice Elisa Carrió «el cajero de Kirchner», el responsable de que las vacas dieran buena leche y la leche fuera adonde debía ir.
Cada vez que un empresario iba a hablar con Néstor para participar en una obra, él les decía: «Hablen con Julio».
¿Qué hacía el Estado financiando la compra de un sistema de equipos audiovisuales como el que tienen algunas de las grandes corporaciones de cine de los Estados Unidos? El supuesto destinatario era la Universidad de San Martín, una de las universidades kirchneristas, pero en realidad iban a la empresa de un grupo de amigos de ellos.
Todo estaba podrido.