María, una de las religiosas del convento de General Rodriguez, declaró ante el juez Daniel Rafecas que la noche que José López fue al monasterio a dejar los bolsos con más de US$9 millones, la madre Alba le pidió que esté «atenta al portón» porque iba a ir «José».
María, una de las religiosas del convento de General Rodriguez que declaró este viernes (22/07) ante el juez Daniel Rafecas, aseguró que la noche que José López fue al monasterio, la madre Alba le pidió que esté «atenta al portón» porque iba a ir «José».
María ratificó que ella atendió el portero cuando llegó la policía al lugar, dijo que le pidió instrucciones a la madre Alba y ésta le dijo que abriera la puerta «porque López ya se iba».
Aclaró que no sabía qué hacía el ex secretario de Obras Públicas pero que lo conoció porque solía tomar el té con el obispo Rubén Di Monte en el convento.
La primera en declarar ante Rafecas fue Marcela, quien aseguró que hace 20 años está bajo clausura en el último año salió del convento solo para votar y que necesitaba expresa autorización de la Madre Alba para poder estar en contacto con otras personas.
Por su parte la hermana María aseguró que las cámara para monitorear la entrada del convento se colocaron hace un año ante el temor que generó un robo que se produjo en el mismo. Ratificó que la Madre Alba tiene en su cuarto una TV a través de la cual se pueden ver los movimientos.
Según informa la agencia oficial Télam, para recibir a las hermanas María y Marcela, Rafecas había ordenó «blindar» el tercer piso del edificio de Comodoro Py 2002. Las religiosas llegaron a Tribunales a las 11.
Las monjas viven en el monasterio bajo la modalidad de «clausura», por lo que habitualmente casi no tienen contacto con el exterior.
Para la semana próxima está prevista la declaración indagatoria de la «hermana Inés», a quien se observa en el video de las cámaras de seguridad del convento ayudando a López con los bolsos repletos de dólares que trasladó al monasterio.
El pasado 13/7, el fiscal Federico Delgado citó como acusados a la hermana Inés, al contador Andrés Galera y al empresario vinculado a la obra pública, Eduardo Gutiérrez. También sumó una indagatoria para la esposa ex funcionario, María Amalia Díaz.
Las imágenes de la cámara de seguridad y los 34 llamados hechos por López y su mujer en las 14 horas previas al episodio fueron principales argumentos por los que formuló las nuevas imputaciones. La encargada del convento, conocida como la «madre Alba», también quedó vinculada, pero primero iba a ser sometida a estudios médicos por su avanzada edad para determinar si puede enfrentar una causa penal.
«No se limitaron a monitorear la llegada de López al convento, también lo recibieron y ayudaron a ingresar el dinero a la casa. Se manejaron con mucha tranquilidad teniendo en cuenta que a centímetros de la puerta había un fusil apoyado en el piso de la galería», dijo Delgado la semana pasada sobre las monjas (ver notas relacionadas).
– Urgente 24