Es tiempo de Unión Nacional, de buscar consensos, de ser grises…
Jóvenes:
¿Cómo unir el agua y el aceite? ¿Cómo lograr conciliar a ideologías contrapuestas aunque sus métodos e intereses sean semejantes en algunos aspectos? ¿Cómo lograr consensuar entre aquellos que sólo ven con un ojo la realidad nacional?
Ya de por sí, es difícil, para uno, al mirar la realidad con ambos ojos, ser entendido por aquellos que solo ven con su ojo derecho o con solo su ojo izquierdo. ¿Cómo entonces consensuar ideas en pos del bienestar general y no en pos de un bienestar sectorial y/o partidario?
La historia de nuestra Nación, ha sido y aún hoy es, una película de divisiones constantes. Desde nuestra llamada Revolución de Mayo, comenzamos con antagonismos, funcionales a los intereses clasistas según la época, españoles, británicos, norteamericanos y también a intereses sectoriales.
Y así entonces…Saavedristas y Morenistas, Unitarios y Federales, Rosistas y antirosistas, la Confederación Argentina y Buenos Aires, Radicales y el régimen conservador fraudulento, Peronistas y antiperonistas, azules y colorados, militares y organizaciones del pueblo, curas capitalistas y curas tercermundistas, Radicales y Peronistas, Menemistas y anti menemistas, ricos y pobres, blancos y negros, Kirchneristas y antikirchneristas, modelo no nacional y modelo supuestamente nacional…
¿Hasta cuándo esta división? ¿Acaso no podemos comprender los/as argentinos/as que nuestra división es funcional a intereses extranjeros, e incluso a intereses de connacionales que responden a intereses extranjeros o a intereses corporativos? ¿Podemos entender que estar divididos, nos debilita como Nación, como sociedad?
¿Es posible que los que ven solo con el ojo derecho y los que ven sólo con el ojo izquierdo, ambos en definitiva, no tengan la capacidad de resolver los problemas nacionales en un país rico en recursos naturales, que no consigan generar las posibilidades de progreso para toda la Nación?
¿Es posible, jóvenes, que ambas miradas, incompletas por cierto, contribuyan consciente o algunos inconscientemente a engendrar la división de los/as argentinos/as en pos de supuestas ideologías que en la práctica responden a los mismos patrones mundiales? A patrones mundiales a saber: Dividirnos, enfrentarnos ideológicamente, desviar nuestra atención de los problemas esenciales, generar esclavitud al sistema, miedos, pobrezas, etc. etc. etc., contribuir a la atomización de la sociedad para obligarnos a estar en un bando o en el otro. Y por supuesto que en este punto, los medios también colaboran para esa división, no porque mientan los unos y/o los otros, sino porque los unos y/o los otros, hacen su juego y muestran la realidad que quieren mostrarnos de acuerdo a sus intereses corporativos, ideológicos, sectoriales y/o económicos-financieros.
Y en el medio de todo este juego, estamos nosotros, los ciudadanos, indefensos de “sus propias” discusiones que giran en torno a tener o no perder poder.
Llegado a este punto, sé que muchos tienen excusas políticas, ideológicas, económicas, sociales etc. etc. para decir que estamos así por esto o por aquello, pero que no nos engañen, Argentina es uno de los países más ricos del planeta… ¿algo nos tiene que decir eso, no les parece?
¿No será que nuestra clase dirigente en su conjunto, tanto unos como otros no tienen la capacidad de administrar la cosa pública?
¿Es posible que la clase dirigente aumente sus bienes personales pero una gran parte de la sociedad argentina no tenga acceso a bienes básicos en uno de los 10 países más ricos del planeta?
¿Y la tan hablada distribución de la riqueza donde quedo? ¿No debería comenzar en algún momento la distribución de la riqueza por la clase dirigente argentina? ¿En un país tan rico, debería haber pobreza?
Sólo si se administra mal…
Claro que para preguntarse esto hay que mirar con ambos ojos, sin ideologismos que nos condicionen, mirar al futuro, sabiendo que el pasado debe enseñarnos, para no cometer los mismos errores, pero avanzando hacia adelante…aunque sea redundante, y no decir que avanzamos pero miramos hacia atrás con el único objetivo de manejar la mente de millones en pos de solo conservar el poder.
Yo creo que no es imposible levantar a la Nación, sin embargo, sí creo, que el sistema político argentino está viciado, aunque en ello la sociedad argentina obviamente es responsable.
¿Cómo podemos contribuir jóvenes para construir una Nación unida y próspera?
Es simple pero no sencillo, debemos EDUCARNOS, INFORMARNOS, (entre otras cuestiones, que no hare mención hoy en esta carta) y en este punto no solo leyendo lo que nos agrada por sintonía ideológica sino también leer lo que se opone a nuestra manera de pensar, ¿por qué? Porque eso nos ayuda a discernir, a no ser presas de una sola voz, el mundo sabe lo peligroso que es escuchar una sola voz… ¿por qué? Porque nos ayudaría a encontrar un CONSENSO.
Tolerancia jóvenes, la necesitamos, ADQUIRIR CONOCIMIENTO, HACER ESFUERZOS, TRABAJAR, REFLEXIONAR, Y ABRIR EL CORAZON, para no dejarnos llevar por pasiones estériles que a nada conducen, para mejorar como personas y como ciudadanos, intentando cambiar malos comportamientos, BUSCAR LA VERDAD, NUESTRA VERDAD, y RESPETAR LA DEL OTRO, porque en definitiva si no aceptamos la verdad disidente caemos en autoritarismos dogmáticos, y como humanos debemos entender que nadie tiene la verdad absoluta.
Jóvenes la realidad vista con un solo ojo (sea el derecho o el izquierdo) es una realidad parcial y así es difícil construir una Nación para todos y unida.
La consigna es buscar el bien general y no el bien según la época, en el que por momentos ideológicos se benefician a los que tienen una mirada de derecha o una mirada de izquierda. Nosotros, como Nación, sabemos mucho al respecto, nuestro problema es que no tenemos memoria, y es ahí cuando los medios y los gobernantes de turno, utilizan lo desmemoriados que somos para implantar ideas o hechos que no lo son del todo verdaderos.
Y como siempre jóvenes recuerden: esa unión debe buscarse en PAZ, con ciudadanos que exijan JUSTICIA pero que sean justos en su vida cotidiana también, y con LIBERTAD responsable, opuesto obviamente a libertinaje, exigiéndola pero cumpliéndola a la vez. No basta con exigir, también es dable cumplir con nuestras obligaciones de ciudadanos.
Una última reflexión: es difícil respetar al prójimo, más en estos tiempos, donde parece que lo único importante es el dinero y el poder por el poder mismo, y es muy difícil entender al otro, mucho menos al que no piensa como nosotros, por lo tanto no creen jóvenes que estaría bueno si bajamos un cambio y reflexionamos.
Seguramente en un futuro cercano comencemos a entendernos mucho más y eso significaría que habremos avanzado y que estaremos construyendo una Nación con valor agregado o sea: en Paz, con Justicia y en Libertad.
Y nunca se olviden de esta premisa, NOSOTROS LOS CIUDADANOS TENEMOS EL PODER…
Un abrazo.
– Luis Fassl. Un ciudadano argentino.
Licenciado en Relaciones internacionales
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