Yo o el caos

Los ecos de mayo, de la revolución de mayo que ayer (por el 25) se conmemoraron en el país, también estuvieron opacados por las noticias internacionales.

Quedaron intencionalmente minimizados por los grandes medios nacionales que, habitualmente, a las festividades del 25 de mayo le dedican mucho más espacio.

Hay, evidentemente, una intención de minimizar la figura presidencial y de minimizar, por supuesto, la casi segura reelección presidencial del corriente año el día 28 de octubre. Este mismo panorama de ataques del oficialismo a la gente que se opone es el que reeditó y reedita en cada discurso la Presidenta de los argentinos; de aquel famoso de «yo o el caos», si no me apoyan a mí ustedes son funcionales a la derecha, éste es el país que Néstor soñó y los que no soñaron con este país son los golpistas que se oponen.

Es decir, la vieja dicotomía del bien y el mal: yo soy el bien y aquellos son los malos.

A nivel internacional Estados Unidos lo propone todo el tiempo (el eje del mal son los otros y ellos son los buenos salvadores de la libertad).
Un discurso que semánticamente puede parecer correcto pero que resulta engañoso y nada mejor que hacer una comparación para darse cuenta de esto. En España todo el mundo sabe que ha ganado el Partido Popular, que no es popular porque son los conservadores de la derecha, y que ha perdido el PSOE (Partido Socialista Obrero Español), que de socialista y obrero ya casi no tiene nada, se podría llamar español que sólo es lo único que tiene de certeza.

Y el discurso de Rodríguez Zapatero ha sido culpar a los jóvenes, y no tan jóvenes, del movimiento 15M de que ellos, con esa protesta, con ese bloqueo de calles y esa usurpación de plazas, eco que ahora se ha extendido a Grecia (con los gravísimos problemas que ahora tiene Grecia, en este momento hay 15 mil personas congregadas, plegadas al movimiento 15M).

Rodríguez Zapatero acusa a los opositores de haber sido funcionales a la derecha pero nada mejor que hacer un pequeño repaso de cuáles son las medidas que ha nivel macro ha tomado él en nombre de la supuesta izquierda española. Entonces, uno advierte, por ejemplo, que en mayo del año pasado Rodríguez Zapatero hizo un recorte del 5% en los salarios de la administración pública y además ordenó el congelamiento de esos salarios para el 2011.

También congeló todas las jubilaciones, salvo la mínima, e introdujo un plan de ajuste más amplio para reducir el déficit fiscal, plan que le aprobó el Parlamento hasta ahora (o hasta el fin de semana pasado) de mayoría del Partido Socialista Obrero Español.

En julio del 2010, apenas dos meses después, el gobierno anunció que suprimiría casi 11 mil puestos de trabajo en la administración pública salvo, y escuche bien porque esto tiene una connotación a nivel del programa y a nivel macro que ha nosotros también nos interesa, en los cuerpos de seguridad (esto significa mantener el aparato represivo), en los empleados del Poder Judicial (mantener intacto aquel poder que es el que le convalida finalmente todos los actos del gobierno) y en el Servicio Penitenciario, es decir, a donde van a parar todos aquellos que no convalidan los actos de gobierno o que apresan las fuerzas de seguridad.

En junio del 2010, apenas un mes antes, había anunciado la reforma laboral y se mandó el famoso decretazo de flexibilización laboral que recortó derechos históricos de la población trabajadora española, por ejemplo, la indemnización de 45 días pasó a ser de 33, se sacó el fondo de garantía social por una llamada flexibilización (en realidad cuando flexibiliza par un lado y endurece para el otro), en realidad flexibilizó para los empresarios y endureció para los trabajadores. En julio del 2007, también Rodríguez Zapatero, había anunciado lo que en España se conoce como el ‘cheque bebe’, viene a ser algo así como la asignación universal por hijo que se paga acá en Argentina, bueno eso lo sacó en mayo del 2010 y ya no se paga el ‘cheque bebé’ en España, quiere decir que ya los españoles no tienen ahora la asignación universal por hijo.

También el año pasado se llevó adelante la reforma jubilatoria y acordó con los sindicatos de UGTR y las comisiones obreras, que son los dos núcleos de trabajadores españoles, y se aumentó el haber de jubilaciones (de 54 horas pasó a 67) y esto significaba, obviamente, evitar un déficit fiscal de dos años; durante dos años no se jubila nadie, eso es como más o menos hacer caja de manera anticipada. En la política migratoria, todo el mundo sabe lo que propuso Rodríguez Zapatero en España con el endurecimiento de las leyes de migración y la expulsión de gente que desde el norte de África trata de ingresar a España.

Y además empezó a anunciar privatizaciones, por ejemplo, en el aeropuerto y en la navegación aérea.

Cuando Rodríguez Zapatero entonces dice «ustedes son funcionales a la derecha», les dice a los que se oponen al Partido Socialista Obrero Español; uno ve la medida de gobierno que tomó Rodríguez Zapatero y se da cuenta que el más funcional a la derecha ha sido precisamente el gobierno oficialista.

¿Y qué pasa en la Argentina, por qué lo comparo con la Argentina? Porque el discurso de la Presidenta de los argentinos es exactamente el mismo.

Cada vez que alguna voz opositora (con razón o sin ella, con subjetividad o sin ella) le plantea que tiene que cambiar el rumbo o cambiar el modelo que ella está planteando, la Presidenta contesta, o la élite que rodea a la Presidenta, su círculo íntimo, que son contras o que los que la criticamos, somos funcionales a la derecha.

Entonces, ¿cuál es la realidad de todo esto? ¿Cuál es el punto justo de todo esto? Así como en España se analizan las medidas que se han tomado y uno se da cuenta que Rodríguez Zapatero ha sido el más funcional a la derecha que ha habido, en Argentina habrá que ver de mantener una independencia, que es lo que aparentemente la gente del poder no entiende, y permitir que el periodismo pueda opinar, ora a favor de las medidas de gobierno, ora en contra, y eso no lo hace a uno ni funcional a la derecha ni disfuncional a la derecha.
En todo caso son las medidas de gobierno que se toman las que tendrán un cariz burócrata.

Por ejemplo, si la Presidenta instaura la asignación universal por hijo y la aumenta a la mujer embarazada a partir del tercer mes, obviamente que son medidas auspiciosas que evitan los abortos de las mujeres y demás, con lo cual uno tiene que estar de acuerdo; si la Corte Suprema de Justicia se apresta ahora a darle la orden al Poder Ejecutivo de que se siga la hora del caso Madorrán y del caso Badaro y que le paguen a todos los jubilados los juicios que están pendientes, será una medida que hay que aplaudir.

Si la Presidenta de los argentinos difiere el pago de la deuda por el Club de París en vez de pagarlo habrá que aplaudir, pero si la Presidenta sigue dándole concesiones por 20 años a Repsol YPF para que explote la plataforma submarina, hace acuerdos con casi 500 empresas mineras multinacionales del mundo para que saqueen el territorio argentino, no se priva a los extranjeros de comprar tierras en zonas de frontera (fundamentalmente en la Patagonia en el límite con Chile), no se modifica la ley de entidades financieras, se siguen contratando empréstitos con el Fondo Monetario Internacional, permitiendo que se vengan a auditar las cuentas de la República. Entonces esas medidas son medidas funcionales a la derecha del propio gobierno, no porque uno las diga o no porque uno las ponga en evidencia con no tantas connotaciones como ha pasado en el retroceso del sistema español. La Argentina avanza en cierto sentido con algunas medidas que el gobierno gusta llamar progresistas y que son únicamente medidas cosméticas del Estado de Bienestar que se dejó afuera en los años 90’, durante la década de la rata, pero que distan muchísimo de ser el país que Néstor soñó, dista muchísimo de ser un aspecto revolucionario como plantean los muchachos de la Cámpora.

Estamos muy lejos de eso, la mayoría de las medidas macroeconómicas en la Nación son funcionales a la derecha, lo digamos los periodistas o no.