– Documento 155. Semiótica Audiovisual (II).
La estudiante Isabel Pino, que conduce un programa de radio en vivo en la de la UNSa., que creo que se retransmite a FM Noticias, me invitó a expresarme, junto a un delegado alumno de la Carrera de Ciencias de la Comunicación, acerca de cómo veo la situación de mi ofrecimiento de dictar gratuitamente, las dos semióticas.
Primero, agradezco a Isabel la invitación, sin la cual no habría podido llegar a tantas personas en simultáneo y a hacer conocer sobre el final apresurado del programa, por falta de tiempo, que hay varios petitorios a firmar por los que lo deseen, para que se me dé la oportunidad de orientar las semióticas. La intención es interponerlas en el Directivo, en el CUEH, en la carrera, en todas las instancias que sean necesarias.
Segundo, agradezco la generosa participación del delegado estudiantial, que sirvió, en mi modesto entender, para que quede clarísimo que la probable respuesta de la Facultad, será que rechazará mi oferta de dictar las semióticas y que no están «analizando» nada de nada, mientras los alumnos siguen sin clases. Están evaluando qué términos emplear en el injustificado rechazo, para que no me sirva a mí para cimentar que actúan como «endogrupos» celosos de «sus» espacios, y punto.
De paso, me enteré que un colega, sin especificar si es varón o mujer, será nomás la que se encargue de Semiótica General, cuando antes de mi ofrecimiento no había ningún voluntario «patriota». Pero lo concretará en el Segundo Cuatrimestre, a partir de agosto.
Tercero, doy rápidamente cuenta de una entrevista que le efectuó Isabel a la Sra. Decana, Esp. Flor Rionda, en la que enuncia dos «ejes». En uno de ellos, dice que yo soy doctor, sí, pero en Historia y la nueva carrera es tan «específica», que se requieren profesionales con titulaciones muy pertinentes. A esto debiera haber contestado, pero no lo hice en su momento, que en al actualidad hay una multitud de profesores que no son comunicólogos; es más, son idóneos, pero no detentan título. Es el caso, de ese gran artista al que admiro, que es el Prof. Alejandro Ahuerma.
Lo que sí respondí al aire, es que si bien soy doctor en Humanidades con Orientación en Historia, durante un cuatrimestre de 2000 en Sede Regional Tartagal, enseñé Semiótica para Ciencias de la Comunicación. Además, redacté mis tesis (la de Licenciatura y la Doctoral), con metodología semiótica. Por si fuera poco, estuve en Semiótica Audiovisual desde 1996 a 2000, especializándome en análisis de la imagen en general y del cine, en particular. En consecuencia, el «argumento» de que el docente encargado debiera ser una especie de «técnico» no es pertinente; por añadidura, esa exigencia no figura de manera explícita en el Plan de Estudios.
Por si fuera escaso lo anticipado, y tal cual lo comunico en una de mis notas, con ese juicio ANTES del futuro concurso paras las cátedras en liza, se está instaurando un PREJUICIO que puede dejar fuera un montón de postulantes. Es más y aunque tampoco pude propagarlo al aire, NO ES PERROGATIVA ni de la Decana, ni del Consejo, ni de la Carrera, siquiera «susurrarles» a los Jurados, cuáles deben ser los parámetros para evaluar a los concursantes. Entonces, ¿ven que los concursos se orientan, antes incluso que se formen los exptes., tal cual lo he dicho en múltiples espacios?
También sostuve que soy evaluador internacional de dos prestigiosas revistas de Semiótica: una, bautizada Opción (Universidad del Zulia) y otra, de la Asociación Venezolana de Semiótica (Universidad de Maracaibo), ambas en directa vinculación con el Dr. Enrique Finol, un semiólogo de fama planetaria. Esto mismo fue y es así, con el Lic. Magariños de Morentin, que fue mi Director de Tesis, el cual es reconocido no sólo en Argentina, sino en el mundo. Por lo tanto, cuento con una formación integral y completa en el área de Semiótica; empero, al explicitarlo, sirve para que me espeten que pretendo ser un pobre «todólogo».
Lo otro que se difundió, encaja perfectamente en lo que se denomina sofística o retórica: en «silogismos» que parecen razonamientos, pero que esconden errores de base que se disimulan u ocultan. La Sra. Decana sostuvo, lo que no le creo en absoluto, que humanitariamente, están «muy preocupados» porque en mis notas insisto en que me hallo muy enfermo.
Lo que pretendía con mera retórica y no con argumentos serios, era mostrar que había una «contradicción» entre divulgar que estoy enfermo, lo que es verdadero y basta con ver mis ojos casi sin esperanza…, para comprobarlo, y que encima, anhele, en lugar de curarme, trabajar gratis más horas.
Ante esta sofistería digna de una obra del viejo Platón, me vi obligado apenas salido del programa y habiendo tomado tres mg. de desangustiante, por el tremendo enojo y stress que me suscitó la «calidad» de la respuesta de la Decana, que esconde au fond, sus presuntas intenciones, y que son «agarrarse» de cualquier «excusa» para que no me autoricen a dictar Semiótica Audiovisual (recuerden que aparentemente, Semiótica General, «ya fue»…), PORQUE EXISTE UN CONTEXTO DE MOBBING y que las «camarillas» que ya se están apropiando de la carrera, ubicando aquí y allá a los «suyos», no me quieren ni «regalado».
Me apena que Isabel, haya tenido que verme tan irritado y «automedicarme» con más tranquilizantes, que los que me recomendaron con receta (cosa en la que no suelo caer…), pero es que son tan «malditos» y «desgraciados», que son capaces de «argüir» cualquier asunto, con tal de convencer a los ingenuos, a los que les conviene serlos y a los esclavos «pelotudos» de los hablaba en otros documentos.
Por toda esta situación, señores estudiantes es que es más que nunca que se concreten desiguales petitorios. En lo inmediato, juntando firmas para se me autorice a dictar las semióticas. Después, para que me dejen de joder, y perdón por la expresión…, con el sumario por mis declaraciones en Salta Libre, que son simplemente, OPINIONES en un sistema democrático. De lo contrario, se transforma una opinión en «delito de opinión».
Luego, hay que redactar otro para que se acaba la situación de Estado, poder y medios…, que es de atropello a lo que sostengo.
Después, habrá que solicitar que el contexto de acoso cese, antes que haya un accidente serio en pobre vida: paro cardíaco, infarto cerbral, diabetes, etc.
Por último, un petitorio masivo para que la Prof. Teresa Álvarez, que está de Tribunal en Sociología, concurso que debo rendir y con el que me dejarán sin laburo, se retire en calidad de miembro. Por igual, se puede agregar que se vean las medidas necesarias que garanticen la máxima transparencia en ese futuro concurso, «preparado» para que lo gane mi oponente «sin ningún esfuerzo», a raíz de que ya está en sus manos, a pesar que transcurra tiempo en sustanciarse el mentado concurso.
A. L.
– Archivo personal del Doctor López:
