Anoche desde las 22 y hasta las 24, 30 hs. en El Castillo de San Lorenzo, se inició el ciclo de Jazz de los viernes. Un encuentro con la exquisitez sinfónica del género y un paseo por el tango y el folclore con dos instrumentos: el clarinete y la guitarra. La idea es sostenerla cada viernes.
Un público preferencial o exclusivo en El Castillo, pudo disfrutar de esta “ocurrencia” maravillosa de transformar la noche de los viernes en una ocasión para la música de notable excelencia armónica y belleza rítmica.
Acquaforte, dúo compuesto por el maestro Marcelo Gutiérrez (clarinetista de la Sinfónica) y el músico Carlos Nazareno Cicconi (profesor de acordeón a piano), transformó la noche del castillo en una noche romántica y sensual. Romántica porque la música transportaba a imágenes sonoras y fantásticas; y sensual, porque simplemente conmovía los sentidos.
El ambiente creado llevaba necesariamente a una época de nobles que sólo se conoce en los cuentos, a una zona de castillos inexistentes en este paraíso norteño.
Con una llovizna de noche helada para quedarse en cama, un grupo de turistas y lugareños, vivían una velada diferente, en donde la distinción más que nada, combinaba el espacio con el sonido en una evocación artística con un vuelo inigualable. El frío se combatía con las llamas que salían de las chimeneas del castillo; los cubiertos adornaban lo enormes platos del mantel rojo y casi como en una puesta en escena, el moblaje antiguo imponía la imagen de estar en un relato nórdico.
El maestro Marcelo Gutiérrez le dijo a Salta 21: «para mí esto es un cable a tierra porque vine a Salta para hacer música, para tocar. Esta forma de trabajo es más flexible, más libre y llega más”.
El clarinetista estuvo 25 años afuera del país, nacido en Santa Fe, retornó a Salta por el año 2001 e inmediatamente ingresó en la Orquesta Sinfónica de la Provincia de Salta. Las experiencias del maesttro son múltiples y enriquecedoras: “vivir en EE.UU. no es como la gente piensa, es muy duro”. A la pregunta de si ganaba bien, me respondió con un humor grandilocuente: “y gastaba bien…”
Con respecto al Dúo Acquafuerte, manifestó que con su compañero- Carlos Cicconi- se complementan y que cada uno ha ido creciendo musicalmente a lo largo de estos años. Se siente muy cómodo en el trabajo artístico con el dúo porque no hay competitividad sino trabajo conjuntivo y armónico en donde uno enriquece al otro y se brindan la oportunidad de ser. Son un equipo.
El dúo cerró con Mysty (Niebla), entre coreos y aplausos. Cicconi tocó Adiós nonino -un solo con su guitarra- al momento en que una pareja del público se dispuso a bailar el tema. Un alemán- ex músico- expresó que la pieza de Piazzola es difícil y que le había parecido bien ejecutada.
Entre los temas que vibraron más, a mi gusto personal, fueron El Antigal y Sky Larck, el primero porque la mística india tiene el espíritu de lo bello y el segundo, porque el clarinete parecía entablar un diálogo con la guitarra. Otros temas del repertorio seleccionado para esta ocasión fueron, entre otros, El marabino , Wave , La zamba del laurel y Cuando vuelva a tu lado . El público se acercó a los artistas para manifestarles su agrado y gusto por lo escuchado.
En cuanto a los precios de El castillo de San Lorenzo (Villa San Lorenzo-calle J.C. Dávalos 1989) me parecieron muy similares a los de cualquier lugar de la Balcarce: tragos entre los 10 y los 20 pesos, tortas de $ 8, 50 la porción; budín a $ 6, un plato de salmón rosado a $ 38… por citar ejemplos.
María Eugenia (chilena) y John (norteamericano), los dueños del restaurante y del hotel, respectivamente, eligen para su clientela, un lujoso paquete distintivo y creativo. Una opción más en Salta.