El repertorio y los artistas seleccionados para los conciertos del Festival y Academia del Nuevo Mundo (FANM) en sus ediciones de 2005, 2006 y 2007 llamaron la atención de José Mario Carrer, crítico musical argentino. Después de reiteradas invitaciones de Simón Gollo, el director artístico del festival, el experto por fin cuadró su agenda para participar en el evento como un riguroso observador.
– Por Juleni Núñez / La Verdad (24 de agosto de 2008)
El argentino de 70 años es el primero del interior de su país en ser aceptado por la Asociación de Críticos Musicales de Argentina. Sus trabajos se publican en varios medios de comunicación social, como la revista Mundo Clásico, para la que escribirá al menos tres artículos del FANM. ¿Pasará el evento esta prueba de fuego?
Según lo que indicó Carrer en entrevista con La Verdad , la respuesta es afirmativa. «Mi trabajo no busca destruir a nadie, sino escribir para dos destinos: quien se para en un escenario a ejecutar una obra musical y el que se sienta a escucharla. La intención es que ambos tengan una percepción distinta de la propia de parte de alguien que tiene un poco de conocimiento sobre lo que sucedió. Con respecto al festival no me queda más que una feliz experiencia».
Buscando el desarrollo cultural
Al comenzar la tertulia sobre la música clásica el crítico no quiere parar ni cambiar de tema. Contó que desde los cinco años, cuando su papá utilizaba melodías académicas como «canción de cuna», se hizo amante de ellas, y se motivó en estudiar el violín. Con el tiempo se dio cuenta de que el sonido que emitía era distinto al que quería lograr, por lo que decidió dedicarse a escribir sobre el tema.
Es dueño de una óptica en Salta, donde reside, sin embargo aseguró que es la apreciación del arte lo que realmente le apasiona. «Con mis comentarios intento ayudar a que el lector entienda la música, lo que se logra sólo a través del sentimiento». En más de 30 años de profesión se ha centrado en un solo objetivo: buscar el desarrollo cultural. «En eso coincido con el festival porque no aborda únicamente conciertos y recitales, es también una academia, es algo integral. Ojalá hubiesen al menos 50 festivales de este tipo en Latinoamérica».
Enseñando a apreciar el arte
Para Carrer, el principal signo de conocimiento o desconocimiento del espectador sobre la música clásica se evidencia en cómo observa y escucha un concierto. «Muchas veces el público no sabe en qué momento debe aplaudir en un recital, eso es porque las personas asisten a ver algo que no saben muy bien qué es. Creo que falta difusión para que quienes asistan lo hagan con conocimiento». Aunque no ha estudiado a fondo al público zuliano le llama la atención la gran cantidad de gente que asiste. «Sin duda hay una razón para ello. Eso denota exigencia, respeto. Creo que es uno de los factores que juegan a favor del festival».
Comentó que sigue de cerca el trabajo musical de Venezuela, específicamente el del Sistema Nacional de Orquestas. «Es una gran labor la que cumple, la cual debería servir de modelo para el resto de Latinoamérica. El enseñar a tantos niños coloca a este país en uno de los primeros puestos de los que saben de música clásica».
En conferencia
Dentro del ciclo de conferencias que se realiza en el FANM, el crítico José Mario Carrer ofrecerá hoy a las 11.30 de la mañana en el auditorio principal del Banco Central de Venezuela, una charla que abordará temas diversos como los problemas de la interpretación, la enseñanza musical en Latinoamérica, Estados Unidos y Europa, la utilidad de la crítica sobre las ejecuciones y la historia de los 500 años de música occidental. La entrada es gratuita.
Palabra de peso
José Mario Carrer fue el primero del interior de su país en ser aceptado en la Asociación de Críticos Musicales de Argentina. Fue violinista y barítono solista en la Camerata Alter de Tucumán, y secretario de Cultura de Salta durante cuatro años, también cofundador del Abril Cultural Salteño, del Mozarteum Argentino de Salta y de la Fundación Cultural Salta.
Ahora se dedica a la crítica musical en la revista Mundo Clásico, como colaborador. Además ofrece cursos y conferencias sobre ópera y música, al tiempo que desarrolla actividades empresariales. Su trabajo le ha permitido recorrer el mundo para escuchar muestras de música académica, incluyendo los festivales de Salzburgo, de Praga y del Maggio Fiorentino
