Va para Azucena en homenaje a su palabra de poeta única, autora de la poesía esta que nos convoca y nos golpea y nos une y nos despierta y nos rebela.
Para Azucena, de La Cantora, militante por la vida de los otros, los que nadie mira, los que todos abandonan. Los presos.
Para Fabia y para Adriana Revol, y Carmen porque están en esa misma lucha.
Vaya para Soledad, allá en los cerros de Cafayate, para Carolina, en Claromecó, para quien nada es imposible, se lo dedico a Mariela Soto, de Neuquén, maestra con mayúscula, constructora de sueños y de abrigos, a las compas de todas las asambleas que defienden y pelean territorio; eso las incluye a todas y a mí también…
Para Marilina, fotógrafa y violinista, ella tan dulce, tan fuerte como un barco, tan solidaria como lo son los abedules con los enjambres en primavera. Marilina, ella no lo sabe, pero muchas veces seguí, y no caí porque ella estaba ahí, en ese eco de su compañia, ayudando, apoyando, pensando, dando siempre una mano.
Para las mujeres de Andalgalá.
Para Marta Sahores, tan valiente mujer, tan fundamental en su empeño y empecinamiento racional por Esquel y por todos. Hemos aprendido tanto de tí, Marta! y de tu compa Nilda… también vaya para ella y para todas las compas tuyas.
Por supuesto que va para las mujeres de Famatina, para las dos guerreras más guerreras que ha parido esta venida, para Marcela y para Carina.
Para todas las mujeres comunicadoras sociales que apoyan y difunden las luchas de todos.
Para las mujeres de Córdoba , de Mendoza, de Neuquén, de Chubut, de Río Negro, si sabrán ellas por sus propios úteros sangrantes de dolor por los hijos que les arranca la opresión, de lo que habla esta poesía, que también siembra esperanza porque escucha y ve a las que luchan como ellas, como nosotras, sin cesar pariendo esperanzas, libertades y saberes nuevos. Esta tierra es nuestra. La vida también.
Que sea un día de lucha, un día más ganado a la opresión, por la liberación de las múltiples invasiones alienantes. Hacia la emancipación de todos y de todas!
– Mercedes Centena
8 de marzo, día de las mujeres que luchan
Madre natural
Única e irremplazable
Junto a la vida
En todo tiempo
Riendo, llorando, viviendo.
Mira en su debilidad
Una fortaleza
Juntada en sus sienes y
En su Alma
Redentora que nos cobija.
Mas es lucha
Unida al destino
Jurando al cielo
En el transito de los días
Remontar su realidad.
Más que temor
Un goce en su pensamiento
Juramentando ser
En el mundo nuestro
Resurrección de amor.
Mera sinfonía
Unilateral y compartida,
Jamás dialogo seco
En su mirada
Restauradora de sueños.
MAB/08/03/2012