Sergio Bernal es un músico que abre puertas no convencionales al aportar modelos propios con lenguaje actual. Primero «Elegía» de Corigliano, música lamentosa. Después, «Arcano», una obra realmente complicada autoría del conductor visitante, que rescata las profundidades del folclore de la nación caribeña. Finalmente… las «Versiones Sinfónicas» de Orbón.
Salta, viernes 5 de diciembre de 2014. Teatro Provincial. Solista: Eddy Marcano (violín – Venezuela). Orquesta Sinfónica de Salta. Director Invitado Mº Sergio Bernal (Colombia). Elegía de John Corigliano (1938). Arcano de Sergio Bernal (1959). Tres versiones sinfónicas de Julián Orbón (1925-1991). Las tres obras estrenos en Salta. Aforo 70%.
Corigliano es un compositor formado para escribir música clásica. Claro, viene de un hogar que respiraba música, pues su padre fue el legendario concertino de la Orquesta Filarmónica de Nueva York durante veintitrés años y su madre, concertista de piano y pedagoga. Elegía, como su nombre lo indica, es una composición lamentosa y está escrita de modo incidental, a sus veintiocho años, para una obra de Broadway intentando, cosa que logra, dar a la música el particular sentimiento de Helena de Troya enamorada a la sazón de un joven que tenía la mitad de su edad. Su inicio a cargo del triste sonido de dos maderas, va lentamente desembocando en un climax que en su brevedad termina por diluirse en un fraseo casi inaudible.
Después vino Arcano, como su nombre lo indica, oculto, desconocido, una obra realmente complicada autoría del conductor visitante y dedicada al notable violinista venezolano que también nos visitaba. Rescata las profundidades del folclore de la nación caribeña aún cuando su estructura formal es absolutamente contemporánea con todo lo que ello implica. No es sencillo descubrir sus líneas melódicas pero tiene a su favor, el manejo de las combinaciones tímbricas con las que el compositor busca descubrir ámbitos desconocidos. Tiene cuatro movimientos en los cuales el compositor piensa en el autóctono “cuatro” instrumento con forma de guitarra pero mucho más pequeño, propio del país del norte de Suramérica; hay un evidente minimalismo cargado de efectos sonoros hasta llegar a un llamativo final. No sé si será en el futuro, de consumo masivo, pero no deja de ser una página para elegidos solistas. En ese ámbito, conocí a Eddy Marcano en uno de los Festivales más importantes de Latinoamérica, el que se lleva a cabo en Maracaibo, de modo que su arte no es para nada algo inesperado. Completó su ejecución de este concierto para violín y orquesta con una Cadenza con Pajarillo y cerró con Admiración, un hermoso vals de su tierra. Reconocida labor.
Finalmente las Versiones Sinfónicas de Orbón, compositor nacido en España, pero al final de su adolescencia llevado a vivir en La Habana. Son páginas que ya pertenecen al “Grupo de Renovación Musical” con el cual se perfila como uno de los más interesantes exponentes de la música que con base popular tiene una fuerte estructura neoclásica al estilo de la primera época del argentino Ginastera, los norteamericanos Copland o Bernstein o el chileno Orrego, entre otros. Primero una “pavana” que sólo tiene en cuenta la música no como marco de la danza ceremonial y luego dos momentos de fuerte influencia caribeña y cubana.
El maestro Bernal, destacado director, compositor y docente Latinoamericano, es técnicamente exigente y satisfecho con la orquesta local, se muestra, desde el campo interpretativo, como un músico que abre puertas no convencionales al aportar modelos propios con lenguaje actual. Desde esa mirada, aparece como un conductor de alto mérito.
