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sábado, febrero 1, 2025

«Rápidos y furiosos 7», un adrenalínico homenaje a Paul Walker

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El secreto del éxito de esta saga son dos palabras claves: lealtad y amor. Si nunca creíste que en un film para fanáticos de los “fierros” podías salir con lágrimas en los ojos, empieza a tener fe que es posible. No se trata de una película de autos, sino de algo mucho más valioso, tanto que dentro y fuera de la pantalla, la fuerza de la amistad se hace sentir.

Dominic Toretto (Vin Diesel) y Brian O’Conner (Paul Walker, cuyo rostro se recreó en 3D y trabajaron sus hermanos para darle vida) llevan al máximo esplendor su carrera automovilística.

El equipo vuelve a reunirse, esta vez para detener a Deckard Shaw, el hermano de Owen eliminado en la entrega anterior de la saga, con una muy buena incorporación de Jason Statham como un villano de la estatura de su opuesto, el popular Dom. Así es que el clan Toretto integrado por Dominic, Brian, Letty (Michelle Rodríguez), Mía (Jordana Brewster), Tej (Ludcaris) y Roman (Tyrese Gibson) al que se les suma Hobbs (Dwayne Johnson), pondrán en riesgo sus vidas en una secuencia de acciones extremas. La bella Ramsey interpretada por Nathalie Emmanuel, una hacker profesional, también se hace parte del equipo en una aventura que recorre varias y diversas geografías en autos rápidos y lujosos. Kurt Russell, el Señor Nadie, aparece para hacer un trato con el clan en una misión de rescate. Mientras Toretto y su gente persigue ese objetivo, Shaw aprovecha la volada para intentar asesinarlos. La marcada presencia del villano molesta un poco; sin embargo, creo que desde la experiencia de quien dirigió “Rápidos y furiosos 7”, ha de haber estado la apuesta de crear un clima asfixiante.

El nuevo director, James Wan (SAW, El conjuro), reemplazó a Justin Lin. Trabajó muy bien para este film de acción, igualmente sus dirigidos, aunque muchos hablen de su preferencia por la 5 o la 6. La 7, tiene lo que muchos esperaban y un plus: su estructura gira sobre ruedas, motores a máxima velocidad, persecuciones, parlamentos cortos, chicas hermosas y hombres musculosos, música que acompaña el espectáculo, balas y bombas, todo lo esperable. Pero logra traspasar la pantalla y arrancar emociones.

Escenas de vértigo se suman una tras otra. Walker (Brian) colgando de un autobús en un acantilado en Azerbayán…Dom y Brian atravesando dos edificios con un vehículo de 3,5 millones de dólares… Las escenas de Letty dando patadas y puñetazos a la seguridad de un multimillonario… Dom arrojándose de un precipicio con Ramsey a toda velocidad… La intervención de Tony Jaa en un par de escenas con Walker…La película no para de gastar combustible en las dos horas y 17 minutos…Quizá los románticos momentos de las parejas de la historia le restan “dureza” pero son necesarios a la trama, hacen al argumento. Están bien medidos el humor, lo amoroso y lo dramático por lo que la acción se lleva el 80 % de la cinta.

El más noble de los objetivos de Dominic y su equipo es hallar un lugar en el mundo para estar con los que se ama. La película, más allá de la acción, pregona el valor de la amistad y el amor a la familia.

Se muestra la ficción dentro de la ficción en la escena de Paul Walker al final: no se sabe si Dom la mira o la imagina. Es increíble este momento. Las palabras finales coinciden con la acción y con la vida real.

«See You Again», es una canción de Wiz Khalifa y Charlie Puth que aparece en la banda sonora de la película. El videoclip con las escenas de Walker hace furor a nivel mundial.

Y los últimos minutos dejan la puerta entreabierta para un Rápidos 8…

Un consejo: para ver el film, lleva caso y abróchate el cinturón.

Merecido aplauso al término de la función en la trasnoche del sábado.

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