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sábado, febrero 1, 2025

Comenzó el juicio al profesor de religión

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En el día 26 del corriente en horas tempranas de la mañana y ante situaciones llamativas, comenzó a ejecutarse la elevación a juicio de las acusaciones que hicieron padres de cuatros niños del nivel inicial del Cgio. Belgrano en septiembre del año pasado al ex-profesor de religión de esta institución el profesor Juan Carlos Estrada Tejerina.

El tribunal quedó constituido por la Dra. Mónica Faber, el Dr. Marcelo Rubio (como presidente del mismo) y la Dra. Milagro López.

¿Cómo comenzó el juicio?

Se destaca en la etapa investigativa (a cargo del fiscal el Dr. Pablo Rivero y que ante cuestionamientos de la defensa por posible xenofobia y discriminación se lo complementó con el Dr. Federico Jovanovics ya en su última etapa lo que sugiere una remoción solapada) que nunca se dio lugar a la libertad condicionada ni a la detención domiciliaria del presunto abusador, dando cuenta de manera constante que el mismo se podría fugar del país del cual es ciudadano pero nacido en Tarija, Bolivia, despreciando su calidad de Argentino, su condición de padre de hija nacida en este país y los años de residencia en el medio local que ya suman más de una década. No está de más mencionar que gran parte del núcleo familiar de él y su mujer Leny, reside en la ciudad capital salteña de manera permanente.

Los informes psiquiátricos por parte de los Dres. Edmundo del Cerro y María Virginia Albarracín y psicológico, Lic. Natalia Colombo, expresan notorias divergencias. El primero exime de posible culpabilidad y el segundo es totalmente condenatorio.
Que la inspección ocular del escenario de los posibles abusos se realizó en un horario que no es el de los niños del nivel inicial, descontextualizando la situación. Que recién en el día del comienzo de este juicio se realizó la inspección durante clases a los niños, mostrando a ciencias claras la imposibilidad de los hechos acusatorios.

Que las cámaras Gesell de las que se extrajeron datos a los niños en cuestión tienen un alto grado de relatos inconexos, fragmentados, nombrando personas y distintas característas e inducción de nombres.

Que la mayoría de los testigos citados a declarar lo hacen a favor del profesor Estrada y que las testimoniales en su contra proceden siempre del entorno de la parte acusatoria (pediatras, psicólogos, personal doméstico, etc…) y que por lo tanto pierden objetividad.

Que la familia del acusado cuenta con el apoyo de la embajada Boliviana y la solidaridad de varias instituciones de residentes bolivianos de nuestra ciudad. Siendo esto un indicador de las diferencias captadas por el origen del acusado. Que se acudió al INADI y que de hecho no se involucraron. Que la ONG Miguel Ragone, de derechos humanos, participa con algunos peritajes de parte.

Que el juicio se redujo a la participación de contados familiares, con ausencia de la prensa y que se realiza a puertas cerradas bajo la argumentación de “preservar la identidad de los menores”. Una cuestión totalmente atípica. La preservación de la identidad de los niños es una mera formalidad ya que es de conocimiento en varios grupos sociales (amistades y familiares, comunidad educativa, etc…) quiénes son todos los actores de esta causa.

A la pregunta a la Sra. Leny, esposa del acusado y a quien conoce desde los 19 años y que acompañó en su crecimiento como persona en los estudios, la inserción laboral, la paternidad y la familia, ¿qué espera de la justicia local? respondió con absoluta firmeza: “Que se termine con esta injusticia, espero la libertad de Juan para poder rehacer y continuar nuestra vida en familia”, “no puedo entender tanto sufrimiento que se esté pasando y tampoco sé hasta cuándo se puede aguantar”…
Preguntándole nuevamente ¿y si el resultado del juicio es desfavorable? La misma respondió: “lo pienso, sé que tengo que seguir viviendo, pero no tengo la repuesta. No veo una sentencia desfavorable, no me la imagino. Tengo suma esperanza en que va a salir de todo esto…” ¿y charlaste con Juan Carlos la posibilidad que sea desfavorable el veredicto? –Sí, me dijo que si no sale, no cree aguantar…

Así están las cosas en este caso que conmovió a la sociedad salteña ante la posibilidad de abuso de menores en una institución de tan alta historia en el medio como lo era el Cgio. Manuel Belgrano.

Si hubo abuso a los menores y se comprueba con toda objetividad el delito, la condena será justa. Si la acusación es un error, el daño hasta ahora es casi irreversible, pero más aún, si la condena cae sobre un inocente el daño será inconmensurable.

– Por Hugo Luis Daher

3 COMENTARIOS

  1. Ya sucedió!
    Con el mayor de los respetos quiero que sepa que en ningún momento se autorizó para participar del juicio ni a particulares ni a los medios. Solo a la lectura del veredicto pudieron apersonarse seres cercanos y los medios.

    No está en nuestra voluntad difamar, insultar o dañar a nadie. Se escribe con cierto estilo literario. Las ideas se montan sobre las palabras, nada más.

    No tengo porque buscarlo, ya di mis datos si ud. quiere entablar un diálogo privado. Disculpe por las incomodidades que todo esto produce pero ante el reconocimiento de la culpa del profesor Juan Carlos Tejerina cederé mi posición. No creo que el proceso de la fiscalía en su investigación halla sido equitativo y tampoco creo justa la sentencia del tribunal de la quinta. Ojalá las pruebas serían suficientes pero a mi entender no lo son. Sigue siendo un misterio el donde, el cuando, el como y el que…

    Atte.

  2. Comenzó el juicio al profesor de religión
    Señor Daher, veo comentarios de usted en todos los periódicos digitales, opiniones donde demuestra saber mas que los que estamos dentro de la sala de juicios, me imagino serán las notas que tanto escribe la señora del señor juan carlos o el mismo simplemente usted sabe mucho y nada mas…, por que si cree tanto en su amigo, por que es su amigo me imagino?, usted lo debe conocer a la perfección no?, por que si sabe tanto y cree tanto en su inocencia no participa del juicio, pídalo, y hágase cargo de todo lo que se demuestre en el, sea objetivo, estoy cansado que insulte a nuestras familias, que digan y hagan los comentarios hacia nosotros, descreyendo de las palabras de los menores, quien es usted para poner en tela de juicio la palabra de mi hijo, si usted sabe quien soy búsqueme, y tenga la valentía de enfrentarme y decirme todo en la cara, yo quiero que usted le pida disculpa a mi hijo, por que usted y muchos de ustedes inventan en demasía y nadie les dice nada, ustedes si son intocables, todos son valientes por estos medios, apersonese en la sala de grandes juicios y mantenerme dos minuto la mirada, sinceramente no creo en la inocencia de su amigo, discúlpeme, usted esta muy bien informado con textualidades que ocurren dentro de la sala, pero que no son en si como las comenta, que se haga justicia y cuando esto suceda, usted pida disculpas publicas señor.

  3. juicio al profesor de religión
    Escándalo

    Esta carta fue publicada en septiembre del año pasado, cuando comenzaban las acusaciones y es el único testimonio público con algo de presencia cristiano católica desde la misma institución eclesial, la Iglesia de la cual es confeso el profesor acusado. El cgio. Belgrano se limitó siempre a preservar sus intereses, la clientela, es decir la plata de las cuotas del alumnado. Así se leyeron declaraciones del Pbro. Mariano suponiéndolo precipitadamente un abusador y nunca hubo una rectificación de estas palabras. Desde la jerarquía fue constante la extrema prudencia que roza el silencio y por lo tanto otorga lo que pueda suceder desde la justicia humana, si bien la Iglesia católica es obsecuente con lo que obre u obra la justicia en estos casos no lo es en otros temas como lo son el aborto, matrimonio igualitario, muerte digna, etc… ¿La Iglesia tomó conocimiento de quién es su hijo acusado? o solo se limita a preservar una imagen social cada vez más decadente justamente por alejarse de las pautas evangélicas donde la fraternidad es un eje principalísimo de las enseñanzas del Cristo? El silencio es cómplice de las injusticias y ojalá que todos aquellos que confiesan la fe en el Dios Uno y Trino y estén involucrados en esta denuncia hablen con sinceridad, transparencia y objetividad: padres, profesionales: docentes, pediatras, psicólogos,abogados. Personal doméstico y demás.

    La carta dice textualmente:

    Días pasados toda la ciudad fue dolorosamente sorprendida por una noticia que rápidamente difundieron noticiosos y periódicos: un profesor habría abusado de un pequeño en el jardín de infantes de un colegio religioso. La noticia circuló con un agregado de indudable intención xenófoba: aquel profesor era boliviano. Y fue expandiéndose favorecida por el temor de padres o madres que no dudaron en enviar por sus celulares la foto del supuesto agresor, cuya identidad, si bien el periodismo no había revelado, quedaba a cargo determinar por sus lectores o escuchas en virtud de los numerosos indicios que, en cambio, se habían proporcionado para no dejar dudas en su señalamiento. ¿Les parece justo, piensan que es cristiano proceder como lo han hecho, prejuzgando sin prueba alguna y divulgando sin misericordia un juicio capaz de hundir a una familia en la marginación moral? El Evangelio nos advierte: ‘Con la medida que juzguéis seréis juzgados’… Queremos creer que aquellos mismos periodistas, padres, alumnos y autoridades que no vacilaron en denigrar a un semejante sin siquiera escucharlo, usarán idéntica prontitud en reparar su honra cuando por fin la justicia dé su veredicto. No dudamos que el abuso de un menor es un acto execrable que demanda justicia y que todos debemos contribuir a que no suceda, evitando cualquier situación que pudiera favorecerlo, pero no es difundiendo un nombre de alguien que prejuzgamos culpable; no es así como contribuiremos a que se haga justicia. Tampoco pensaron en el perjuicio que puede ocasionar la difusión de tal hecho a las mismas víctimas del supuesto abuso que quizá se vean envueltas en bromas o comentarios de gente desaprensiva? Finalmente, queremos decir a nuestra comunidad que somos muchos los que conocemos la solidaridad, integridad y valores humanos de la persona que apresuradamente se ha señalado como culpable. Sabemos de su trabajo solidario y sacrificado en distintas instituciones y oportunidades; nos consta que es un excelente catequista, con mucha originalidad y capacidad pedagógica en la presentación de los temas. En fin, solo nos queda confiar en Dios y en aquellos que lo han tratado, alumnos, colegas o amigos que lo conocen, que ayuden a detener esta ola de murmuraciones y prejuicios.

    Firma: Pbro. Pablo M. Pagano y 11 firmas Salta ciudad

    Atte. Hugo Luis Daher

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