El legislador del Frente Renovador, Alberto Asseff, se expresó ayer en un reportaje para Infobae con los periodistas Ceferino Reato y Silvia Mercado, acerca del anuncio del gobernador de la provincia de Buenos Aires, quien dijo que su compañero de fórmula será el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y manifestó: “lo de Zannini es una burda burda repetición de aquello de Cámpora al Gobierno, Perón al poder y agregó que es una forma oblicua para lograr el anhelo de Cristina eterna».
Por otro lado, Asseff fue uno de los que encabezó las impugnaciones contra la designación de Raúl Zaffaroni en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que se efectivizó ayer en el seno de la Organización de los Estados Americanos (OEA). Para el legislador, «hay un contraste entre la ilustración y todo lo que presume Zaffaroni y lo que presumen muchos de los que lo apoyan respecto de la capacidad jurídica de la condición de jurista de Zaffaroni, maestro del derecho penal, etcétera, y la realidad de Zaffaroni juez, de Zaffaroni pronunciándose a través de sus fallos».
«Yo creía que los votantes de Zaffaroni en la OEA, es decir los representantes de los países que la integran, iban a tener en cuenta un concepto básico, y es que esa CIDH es para la garantía de la vida, bienes y derechos de todos los habitantes de América. Y un juez abolicionista del derecho penal es la contragarantía. Porque al exaltar los derechos y las garantía de los victimarios, desproteger a las víctimas es un contrasentido absoluto. Yo pensé que este razonamiento se iba a dar, porque un juez que dice que porque el abuso contra un menor se hizo a oscuras hay un atenuante, es un juez que verdaderamente irrita la consciencia sana de cualquier habirante de Amércia y de cualquier embajador de los países integrantes ante la OEA», sostuvo Asseff.
El diputado massista explicó que si bien el gobierno lo propuso para la CIDH, «se había abstenido de hablar de esto» y «parecía como que no lo impulsaba». «Fue una decisión diplomática, que no se anunció oficialmente» y que se hizo «a hurtadillas», dijo, y añadió que «ni siquiera dan conocimiento al pueblo para que tengan participación». «Nosotros le mandamos una nota con nuestra posición a todos los presidentes de América y al primer ministro de Canadá y a todos los cancilleres para que todo el mundo supiera que en Argentina había serias objeciones a esta candidatura, que no era un ilustre jurista el que iban a designar», agregó.
Sobre la reciente revelación del libro de derecho militar en el que el ex juez de la Corte Suprema de Justicia convalidaba el golpe de estado y la pena de muerte, Asseff dijo que es una muestra de su «versatilidad, ductilidad, caretismo, hipocresía. Es la fe de los conversos. Hoy es el adalid de los DDHH, de las ultragarantías, y del progresismo -mal entendido, porque el verdadero progreso es garantizar a la gente los derechos, no a los delincuentes-«.
Por último, el diputado señaló que «parecería que en Nuestra América hay una suerte de coalición de los altos burócratas de los países en la OEA» que «disimulan agunas cosas y no responden a las realidades sociopolíticas de algunos países». «El sistema interamericano es cómplice. El Sistema Interamericano que uno siempre soñó, que diera resultados para los pueblos, es verdaderamente ficcional, una gran ficción, y muy costosa. No está sirviendo», dijo, y si bien reconoció que la CIDH «tuvo un papel digno durante la dictadura, ahora en Venezuela no lo tiene tan digno», porque allí «hay presos políticos en Venezuela» y «la CIDH no ha dicho ni mu», dijo Alberto Asseff para Infobae.
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