Dentro de las actividades del mes de la Caldera, este sábado 10 pasado, se realizó en las instalaciones del complejo Municipal el preselectivo para el máximo torneo Nacional de Malambo que se realiza en la localidad de Laborde, Córdoba, ya hace 49 años. De este torneo Salta posee un campeón Argentino, el sr. Ramón Aguilar que se coronó allá por el año 1986.
La preparación que exige este tipo de torneos es superlativa, ya que a la destreza y las técnicas empleadas se suma el rendimiento físico y la estética de los malambeadores y bailarines tanto en la imagen física como en la indumentaria.
También suma el cuidado de la idiosincrasia folklórica, es así que todos los rubros son tradicionales y se implementa en la mayoría de ellos la música en vivo realizada por expertos, pero sobre todo, apasionados guitarristas, bombistas, acordeonistas y violinistas.
La apertura se vio coronada por la impresionante presentación de la academia Supay malambo a cargo del Prof. Horacio Quispe. Los temas bailados con única pasión se mostraron completados con trajes que representaron a las distintas culturas del folklore nacional. Un gran despliegue de colorido y una excelente coreografía embelesó la mirada y el gusto de los allí presentes.
Algunas cuestiones para tener en cuenta desde la organización y que se hacen una constante en este tipo de torneos, es la poca consideración que se hace de los bailarines. Las comodidades mínimas: ya sea para cambiarse, acampar (ya que este tipo de actividad ronda entre una y dos jornadas completas), alimentarse siempre escasean….lo peor de todo es que los mismos actores principales de estos eventos deben abonar para competir así sean varios los rubros en que participan o así sean varios miembros de una familia y a esto sumado todo los costos de academia, trajes, movilización, etc., etc… resulta un verdadero esfuerzo que pocas veces se ve recompensado o estimulado. Participar por participar no basta, no alcanza.
Por ser un preselectivo a un torneo Nacional debería haber algún tipo de apoyo desde el gobierno municipal y desde el provincial. Así mismo pasa en el comercializado y venido bajo Cosquín, donde el aporte desde la provincia es mínimo con la delegación salteña y los locales solo buscan lucrar dejando de lado hasta la hospitalidad de las respectivas delegaciones.
Laborde, aún conserva algo de lo original y auténtico…al menos desde lo netamente folklórico. Lástima que comienza a infleccionar hacia lo comercial, dejando de lado la dignidad de los bailarines y cambiando talento y pasión por dinero. Tal como sucede en Cosquín.
Un tema aparte fue el frio que las delegaciones y público en general sufrieron sin ser contemplado por los organizadores o por el mismo municipio de la Caldera. Los tres grados hicieron tiritar a más de uno venidos desde Oran, Jujuy o Metán. No se consideró un mejor lugar por cuestiones económicas ya que se preveía el mal tiempo de acuerdo a lo anunciado por el pronóstico extendido. Esto fue otra golpiza para las delegaciones.
Felicitamos a los ganadores y deseamos un excelente desempeño en este torneo en el año venidero.
– Por Hugo Luis Daher.