Alumnos de la Escuela Agrícola de esta capital llevaron al Norte su proyecto «Socializando la Apicultura en comunidades aborígenes de Rivadavia Banda Norte». Consternados, vieron morir a niños wichis desnutridos, y lanzaron una campaña solidaria.
Los estudiantes cumplieron una labor social, más allá de lo educativo, al viajar hacia el Norte a compartir con las comunidades aborígenes el proyecto generado en la Escuela Agrícola, que fue presentado en la Feria de las Ciencias Zonal y en la Provincial.
Pero también vivieron la dura experiencia de conocer in situ una realidad socioeconómica y cultural devastadora.
«Observamos graves carencias de todo tipo de recursos», dicen. Y sin duda, lo que más los golpeó fue ver morir a cuatro niños por desnutrición en los días que convivieron con la comunidad aborigen wichi «Esperanza».
A su regreso a esta capital, los jóvenes sintieron que tenían que hacer algo por los niños indígenas y entonces decidieron lanzar una campaña para recoger alimentos no perecederos para llevarlos hasta Rivadavia Banda Norte.
Por ello dirigieron esta nota al director de la Escuela Agrícola:
«Salta, 23 de Septiembre de 2008.
Al Sr. Director de la Escuela Agrícola «Martín Miguel de Güemes»
Dr. Sergio A. Monge
Nos dirigimos a Ud. a fin de solicitarle la aprobación de nuestra iniciativa de realizar una campaña solidaria para requerir alimentos no perecederos a los estudiantes de nuestra institución, colegio Nº 5039, entre otros, destinados a la Comunidad Aborigen Wichi «Esperanza» ubicada en Departamento Rivadavia Banda Norte a 140 km. de Coronel Solá. Dicha iniciativa es generada a partir del viaje realizado a las comunidades Wichi.
Este viaje surge a través del proyecto «Socializando la Apicultura en comunidades aborígenes de Rivadavia Banda Norte», generado desde la escuela y presentado en la Feria de Ciencia, zonal y provincial.
En la convivencia realizada, con esa comunidad, es que observamos las graves carencias de todo tipo de recursos, impactándonos las referidas a las alimenticias dado que en los días de convivencia se produjeron cuatro muertes de niños menores por desnutrición.
Sin nada más que agregar, y en espera de una respuesta favorable, saludamos a Ud. muy cordialmente».
La nota lleva la firma de los alumnos Juan Pablo Cornejo, Santiago Calabró y Sergio Gijón, autores de la iniciativa. La respuesta del director fue favorable. A partir de entonces los estudiantes comenzaron a recoger los aportes de sus compañeros que hoy se acumulan en un creciente montículo de mercadería en la secretaría de la escuela.
A la iniciativa se plegaron otras instituciones educativas como el colegio de Jesús, el colegio 11 de septiembre del barrio Santa Ana y una escuela de la Caldera.
Lo inmediato y lo mediático
«Vamos a invertir en la panza de nuestros chicos», dijo en un discurso el gobernador Juan Manuel Urtubey el viernes 4 de julio al anunciar en el Centro Cívico Grand Bourg que se destinarían los 200 millones del plazo fijo de la provincia a un plan alimentario.
Un mes más tarde, el jueves 7 de agosto, le preguntamos al gobernador por qué si hay un plan alimentario continúan muriendo niños por desnutrición.
«Hay 40 mil chicos mal nutridos en la Provincia -repondió Urtubey-. Es por eso que hemos lanzado este Plan Alimentario que es una prioridad para nuestro gobierno. Pero en el caso de estos niños, para llegar a ese grado de desnutrición extrema es un proceso que ya viene de por lo menos un año atrás. El plan está en marcha, pero sus resultados no se pueden ver en forma inmediata».
La inmediatez va dando lugar a lo mediato, tras el boom mediático de los carteles de la propaganda oficial. Ahora estamos ya a tres meses del lanzamiento del Plan Alimentario y todavía siguen muriendo niños indígenas desnutridos.
El gobernador nos ha explicado que los efectos del plan se verán con el tiempo. Pero sin duda este es un tiempo dramático -que se parece mucho a la eternidad- para la comunidad wichi «Esperanza» de Rivadavia Banda Norte, donde la muerte de cuatro niños por desnutrición consternó a los estudiantes de la Escuela Agrícola y despertó su espíritu solidario.
Aunque seguramente esta ayuda no será una solución de fondo al problema de la desnutrición infantil en las comunidades aborígenes, la mercadería que enviarán los estudiantes llegará antes que los beneficios de un plan alimentario tan mediatizado.
NdR: quienes quieran realizar su aporte lo pueden hacer en la sede de la Escuela Agrotécnica Martín Miguel de Güemes, Avenida Kennedy s/N. Más información sobre esta campaña: teléfonos 156849954 y 4241247
Notas relacionadas:
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Consternación y solidaridad tras la muerte de niños wichis desnutridos
cuando el gobierno se de cuenta de nuestro sufrimiento como pueblos mas alegados y olvidados del territorio Argentino que el mismo ponga una mirada hacia su pueblo mas alla de sus política, tantos años veniamos con estos tipos de problema,preblemas: de salud,(desnutrición), educación,tierras fiscales,que nunca nos an dado una solución al respecto. gracias por darnos un espacio en esta pagina, esperamos una pronta solución en las comunidades originarios.