El actual gobierno es Depredador, o sea, Roba, saquea con violencia y destrozo. Antes de entrar a determinar el significado del término depredador, se hace necesario proceder a dejar patente cuál es su origen etimológico.
En este sentido, tendríamos que decir que emana del latín, más exactamente de la palabra “depraedatel verbo depredaror”, que puede traducirse como “saqueador” y que se encuentra conformada por las siguientes partes:
• El prefijo “de-“, que indica dirección de arriba hacia abajo.
• El sustantivo “praeda”, que puede traducirse como “presa”.
• El sufijo “-tor”, que es equivalente a “agente”.
Depredar es el adjetivo que hace referencia a quien depreda. El verbo depredar, por su parte, está vinculado a robar y saquear con violencia. Para la ecología, la depredación es una interacción biológica en la que el depredador o predador caza a una presa para subsistir. Un animal puede ser depredador de varias especies diferentes y, a su vez, ser presa de otras. Cabe destacar que la depredación contribuye al equilibrio del ecosistema, ya que permite controlar el número de individuos de las especies. La reproducción de una especie sin control ante la ausencia de un depredador puede alterar el equilibrio del ecosistema en cuestión. En la vida animal depredar, es una acción natural para la subsistencia y la perpetuación de las especies. En la naturaleza humana, ya constituye un acto de perversión, asociado al sadismo y la barbarie de bajo instinto.
EL SADISMO
El término alude, en general, a la obtención en una persona de placer derivado del dolor de otro ser vivo Aunque la obra literaria del marqués de Sade tiene connotaciones principalmente sexuales, el sadismo no tiene un carácter exclusivamente sexual.
Cuando el sadismo tiene carácter predominantemente sexual es una parafilia, y consiste en una forma de obtener excitación y placer sexual causando dolor físico o humillación. El sadismo implica impulsos sexuales y comportamientos que implican actos reales, con o sin el consentimiento de la víctima, en los que el sufrimiento psicológico o físico y la humillación del sujeto sometido es lo que genera la excitación sexual.
Los actos sádicos pueden involucrar actividades que indican el dominio sobre la víctima: obligarla a arrastrarse, encerrarla en una jaula, inmovilizarla físicamente con cadenas, sogas o esposas, tenerla atada con los ojos vendados, darle una paliza (pegarle, golpearla, azotarla de distintas maneras), pincharla, morderla, quemarla con cigarrillos, aplicarle descargas eléctricas con una picana, violarla, cortarla, intentar estrangularla para dejarla sin respiración sin llegar a matarla, torturarla de muchas maneras, mutilarla. Algunos sádicos llegan a matar a la víctima y otros se limitan a humillarla.
La persona que ejerce el sadismo puede violar o no a la víctima. En nuestra Historia reciente, específicamente, en la Dictadura militar, se dieron, acabadamente, estas situaciones de violaciones a los seres humanos detenidos, claro ejemplo de vejaciones y atentado a los derechos humanos.
En los actos de este gobierno lo relacionamos con expresiones de goce de ejercer el poder absoluto, creando situaciones de extrema humillación, en las que se manifiestan el placer al dolor del prójimo y su extremo sufrimiento. El poder Institucional se regocija con el sometimiento, la perplejidad y la sujeción extrema, todo envuelto en un floreo discursivo, mentiroso intencionalmente, adornado con una semántica esperanzadora, pero todo es una operación manipuladora con la apoyatura mediática hegemónica. La mayor expresión de tormento humano está sintomatizadas en los actos de desocupación. Dejar a una persona sin trabajo, es la conducta contemporánea de mayor crueldad, ya que sumerge a la persona(s) en un pozo progresivo de depresión, lindante con el suicidio. La experiencia de oscuridad y desasosiego que sufre un desocupado es equiparable solo a la vivencia de muerte. El desocupado pierde las intenciones de vivir, volcándose lentamente a la impotencia progresiva, más aún cuando las posibilidades de reinserción, son escasas.
LA GUADAÑA EN LA MITOLOGÍA
Atributo de Saturno y de las alegorías de la muerte. Aparece también asociada a Atis y a los sacerdotes de Cibeles, aludiendo a la automutilación. En algunas imágenes de las citadas deidades no se trata de la gran hoz del agricultor, sino de un pequeño puñal en forma curva, llamado harpé. Todas las armas curvas, en general, son lunares y femeninas, mientras las rectas son solares y masculinas. Lo recto es penetración e impulso; lo curvo es camino y pasividad. Por eso se ha asociado la harpé con la vía indirecta, con el «camino secreto» hacia el ultramundo.
La representación de la muerte con un esqueleto portando una guadaña, dispuesta a segar con ella la vida de cada persona, es sin lugar duda la más popular de todas las culturas. El origen de esta imagen está en la mitología griega, en la que existían unas divinidades llamadas «moiras» que se encargaban de regir las vidas de las personas: Cloto, la tejedora, creaba el hilo por el que transcurría la vida; Laquesis determinaba la longitud de este hilo; Átropos, la tercera, llevaba unas terribles tijeras con las que cortaba el hilo, ya al hacerlo acababa con la vida de los humanos. Las Moiras pasaron a la mitología romana en la que recibieron el nombre de «parcas», pero con las mismas funciones, aunque los artistas romanos las representaban como viejas. Con el paso del tiempo la tradición de las parcas se fundió con la del dios celta Ankou, representado con un esqueleto y las tijeras pasaron a ser una guadaña, un objeto mucho más habitual entre los campesinos.
Nada más cercano a la realidad con esta asociación depredadora que las acciones tomadas por el PRO en contra de la clase trabajadora, colmada de aumentos desmedidos que saquean violentamente la credibilidad democrática y el normal progreso de la Democracia activa. Para terminar, digamos que hasta el momento este gobierno es un gigantesco globo del malestar social y no tiene miras de algún cambio positivo. Que los Economistas burócratas, sigan con sus explicaciones envolventes, solo direccionadas al dolor y sufrimiento del pueblo.-