La llamada “Fundación Libertad” en la que se realizó esta semana la cena anual para reunir a la flor y nata de los voceros de la economía especuladora concentrada, invitó especialmente al Primer Mandatario Argentino para su consabido anodino discurso presidencial, y también al inefable vocero del departamento de Estado Norteamericano, Mario Vargas Llosa, siempre presto a la exaltación de su ego personal y al consabido discurso proliberal.
Cuando uno escucha que una entidad civil supuestamente sin fines de lucro, ostenta el ampuloso nombre de “libertad”, corre el riesgo, sino de ser seducido por el engaño por lo menos de confundirse con los fines de esa organización.
Basta echar una mirada al portal de su página web para comprender que la finalidad es llevar agua para el molino de las empresas que la sostienen, y hacer de lobistas para los negocios ligados a la política.
Un ejemplo basta para ello. El último artículo publicado en su página se titula: “El descanso dominical no existe” donde el autor asegura que como en toda la Constitución Nacional no se ha previsto que los trabajadores deben descansar el domingo, no es legal reclamar ese beneficio, que para el autor es inconstitucional. No es broma, se lo aseguro.(http://www.libertad.org.ar/web/contenidos-articulos.php/id=242).
No de otra manera puede entenderse que su finalidad literalmente confesada en esa página sea “…la investigación y difusión de temas de políticas públicas, dirigido en particular a lo socioeconómico y a lo empresarial, promoviendo las ideas de la libertad en el contexto de las relaciones sociales”.
Claramente no se pude compatibilizar la investigación de políticas públicas si ese estudio se dirige a lo empresarial, que es de un ámbito estrictamente privado. Léase entonces, que es el estudio de cómo las políticas públicas pueden favorecer los negocios del ámbito privado, y ahora sí la ecuación cierra bien.
Mencionamos esta organización como ejemplo de tantas otras, que bajo la apariencia de entes dedicados a la investigación científica, aplican en los países para el fortalecimiento del establishment que detenta el poder económico real, y por eso las empresas asociadas –exportadores, petroleras, telefónicas, bancos, financieras, calificadores de riesgo y otra yerbas- la sostienen. Es un eslabón clave para la distracción pública de aparentar altruismo, mientras hacen lobby para sus negocios con los fondos públicos.
Son una pieza más del cepo mediático instrumentado a partir de la asunción del nuevo gobierno liberal en Argentina, que en complicidad con los multimedios masivos televisivos y gráficos, han montado un cerco desinformativo sobre el real estado de cosas en el país, y con fondos públicos, porque a los ciudadanos contribuyentes nos da lo mismo que el Estado pague directamente el sostenimiento de programas como 6,7,y 8 en el periodo anterior, o lo haga ahora a través de jugosas pautas de publicidad.
Y tan efectivo es el mecanismo de simulación que comentamos, que el mismísimo VARGAS LLOSA, utilizando su ya gastado doble discurso de impertinente opinólogo en asuntos internos o de premio nobel de literatura según le convenga, se dio el lujo de hablar de libertades en Argentina al mismo tiempo que MACRI repetía por enésima vez que vetaría la ley de suspensión transitoria de despidos. Y a nadie se le movió un pelo.
Y entre coquetas cazuelas de mariscos y copas de champagne, elogió hasta la ridiculez lo que él llamó “los aires de renovación y el fin del populismo”, mientras aprovechaba para publicitar su último libro “Cinco Esquinas”, que con el artilugio de una tardía veta erótica –quizás alentada por la distancia de veintiséis años que lo separan de la filipina Isabel PREYSLER- reitera su prédica de la libertad en abstracto, pero con total desdén de la falta de libertades en la práctica.
Y es que de esta manera el señor literato luce sus galas de acérrimo defensor de la libertad individual, indiferente a las maniobras de esclavitud colectiva que practican los regímenes liberales que él alienta, amparado por su condición de premio nobel, y siempre dispuesto a enrostrarlo a quien ose criticarle su postura política.
De esta manera al disentir con este personaje que opina de política, inmediatamente el mismo le pone por delante el reproche literario de sus títulos, y salta de un papel a otro según le resulte útil para defender lo indefendible, que es ser un vocero oficioso del sistema liberal económico, un típico individualista armado de una buena verborragia y un infinito ego. Lo que en América Latina y el Caribe se conoce como un cipayo.
Y por estos días los que financian el festín liberal hablarán maravillas de su última novela, aunque los arrebatos sexuales de las protagonistas sean de dudosa originalidad y gusto, y sólo hayan sido utilizadas para denostar el periodo de gobierno de quien lo derrotara en la contienda electoral peruana, el ex presidente Alberto FUJIMORI, fracaso que el octogenario escritor todavía no termina de digerir.
En definitiva esta novela ya la vimos (no la escribió VARGAS LLOSA), sino que me refiero a la de recibir personajes voceros de los intereses consabidos de los auspiciantes, y mirones de una libertad siempre sesgada sólo a los intereses que le rodean.
Para graficar esa postura –o impostura según se la mire- basta recordar que durante la dictadura de Jorge Rafael VIDELA en Argentina, el hoy premio nobel envió un reclamo por la desaparición de intelectuales y escritores. Así como se lee: sólo por los desaparecidos de su clase.
Literalmente el reclamo decía: «Cumplo asimismo con hacerle saber que, por la gravedad de las acusaciones, voy a recomendar al PEN la publicación de este informe y su difusión internacional. Ésta no es una medida inspirada en convicciones políticas partidistas de ninguna clase, sino, dentro del espíritu de la Carta del PEN, una estricta acción de solidaridad humana y de defensa de los más elementales principios morales que hacen posible la cultura”.
En la última frase mostró la hilacha, típica de tilingos más afectos a las veleidades de su entorno que los valores humanos. Su preocupación era por la difusión de ideas y por la cultura¡ No por las vidas.
Y por cierto ni una sola mención a los desparecidos que eran obreros, estudiantes, sindicalistas, mujeres embarazadas o gauchos pata pila, no señor, su reclamo era sólo por los intelectuales, de los demás –habrá pensado- seguramente se ocuparán los populistas.
Valgan estas líneas aunque sea para llamar la atención de algún hipotético lector, que pueda por lo menos dudar de que toda esta puesta en escena, no es una mera invitación a un premio nobel, sino la gala misma de la hipocresía al más alto nivel, para seguir imitando al tero con los graznidos aquí cerca y los huevos allá lejos.
Tan lejos como las sociedades off shore, que el literato invitado prudentemente evitó mencionar cuando habló del flagelo de la corrupción en la paqueta cena de la fundación, ante la atenta mirada de muchos empresarios que figuran en la lista de la investigación judicial de los papeles de Panamá.
– Salta, 05/05/2016
La prédica hipócrita de la Libertad
En lugar de injuriarse por la derecha y por la izquierda, ¿No sería mas constructivo discutir sobre el sexo de los angeles? Los bizantinos se pasarón míl años haciendo eso y nunca se aburrieron
La prédica hipócrita de la Libertad
Hola Amigo Sidera:
Gracias por el interes de leer el artículo. lo de zurdoide suena bastante peyorativo, pero bueno, es una opinión.
Solamente me cabe una pregunta: ¿No le molesta como Argentino que venga un extranjero a opinar sobre nuestros asuntos internos a cada rato, y que por ser premio Nobel se le permita cualquiera descalificación de los ciudadanos? Recuerde que según el, los peronistas son una peste.
Gracias de nuevo.
D. Tort
La prédica hipócrita de la Libertad
HOLA TALA¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Como siempre gracias por compartir.
Pero no llego a entender que sigas enganchado con el pasado.
Reitero que si lees mis columnas de esa época, verás cuan crítico era, aunque serìa -lo reconozco- una labor muy pesada.
Pero no podemos seguir cayendo en la trampa de que como los de ayer eran unos granujas, todos los granujas de hoy están justificados.
Vargas Llosa es un cipayo, agente encubierto, y eso es la realidad que no duele hoy, que sea encima recibido por el Presidente.
Como BORGES era un gorila, y no por eso dejo de releer constantemente sus obras, me parece un genio.
Por eso lo leo como como autor, y lo detesto por sus posturas elitistas y golpistas. Al igual que Vargas Lllosa -salvando las distancias con Borges al que no le llega ni a los talones- que puedo leerlo, pero como opinólogo de los EEUU siempre será un hdp.
Gracias. de nuevo.
d. Tort
La prédica hipócrita de la Libertad
Daniel, durante la dictadura militar hubo, felizmente, muchos intelectuales, científicos y personalidades de otras disciplinas de la comunidad internacional que pidieron por los desaparecidos en la Argentina. Algunos, como Jorge Luis Borges y César Luis Menotti pidieron, en una solicitada histórica, por todos los desaparecidos, sin excepción; otros específicamente por los desaparecidos de su gremio o actividad intelectual. Unos y otros merecen nuestro respeto, más allá de los prejuicios ideológicos que siempre terminan contaminando nuestras opiniones.
No se cuál fue el contenido del reclamo de Mario Vargas Llosa en aquellos días aciagos, pero aunque haya pedido solo por sus colegas escritores -«los de su clase» como decís vos como si la lucha de clases tuviera algo que ver en estas cosas- su reclamo es valedero.
Y ya que estamos ¿sabés cuántos reclamos por los desaparecidos hicieron entre el ’76 y el ’83 los abogados Néstor Kirchner y su esposa Cristina Fernández? Creo que sabés la respuesta, aunque descuento que no la vas a dar.
Luis Zamora, el ex diputado trotskista, integraba en los años duros de la dictadura el plantel de abogados del CELS (el Centro de Estudios Legales y Sociales fundado por Emilio Fermín Mignone, un verdadero defensor de los derechos humanos). Este muchacho, muy joven entonces, fue comisionado por el Dr. Mignone para conseguir abogados en todo el país para asistir legalmente a los miles de presos que los milicos tomaban todos los días.
Cuenta Luis que cuando le tocó viajar a la provincia de Santa Cruz fue a verlo a Néstor Kirchner, y que éste lo sacó rajando; le dijo mas o menos que él no se metía en política y que lo dejaran tranquilo.
Por supuesto que el hoy jefe del CELS, el «Perro» Horacio Verbitsky, estas cosas no las cuenta: coherente con el Relato Kirchnerista trata de dar una vuelta de página a esa historia. Es más, en estos doce años Verbitsky no se enteró que el Gildo Insfrán mandaba a sus policías a hacer tiro al blanco con los indios qom, ni se dió cuenta que en el PAMI se robaban la plata de los viejos jubilados o los desvalidos.
Daniel, tenemos que hablar de todo, no solo de lo que nos dicta nuestra ideología.
Y, por último, no te quedes con las ganas. Mientras te tomás unos mates amargos disfrutá hasta morirte de risa con «Pantaleón y las visitadoras», enterate como funcionaba el radioteatro en la época de nuestros abuelos según «La tía Julia y el escribidor», o llenate de literatura con mayúscula con «Conversación en La Catedral». Como dicen las viejas, una cosa no quita la otra y la vida es corta.
El transformismo ideológico
Estimados:
Me es grato apoyar la lucidez del artículo que comentaré brevemente. Y a pesar de lo adelantado, tendría que anunciar que haré algunas matizaciones.
La primera y la más necesaria, es que el ahora liberal y pro capitalista Vargas Llosa, no fue siempre así y esto se trasluce en parte, en su temprana literatura, en la que su prosa lograda es una de las mejores de América Latina. En esa lejana etapa, fue comunista y defensor de la Revolución Cubana y de ese periodo de izquierda, son novelas impecables como Conversación en la Catedral, diálogo que hay que reconstruir esmeradamente y que transcurre en un bareto que se llama «Catedral» y no en una basílica… De esa etapa es también Pantaleón y las visitadoras, obra de la que se hizo un film igual de logrado como la novela, película que disfruté siendo adulto.
El caso de Vargas Llosa, no es el único de un transformismo intelectual, político e ideológico. Contamos con sonoros ejemplos en el academicismo francés (Edgar Morin, que pasó de stalinista a pos posmoderno; Balibar, que fue marxista althusseriano y estructuralista, y se hizo lacaniano a secas; Garaudy, que también fue de izquierda y se volvió furiosamente anti marxista; entre otros cientos de nombres…). El caso de Vargas Llosa es pues, un ejemplo de cómo, por determinadas coyunturas, acontecimientos, perspectivas, se muda de espectro ideológico.
Una de las inquietudes acá podría ser: ¿cómo es que alguien que fue combativo, tuvo una transformación tal que se convirtió en un vocero ideológico del orden, tal cual lo enunciaría Daniel Tort?
La otra cuestión vinculada con la anterior es qué habría conocido alguien como Vargas Llosa, para que un intelectual de la estatura de Popper y para que un librejo del tono de La sociedad abierta y sus enemigos, convenciera a Vargas Llosa de que el marxismo de Marx es una malsana utopía y refugio de totalitarismos larvados, denegados y variados. En el terreno político, Popper es elemental y la «obra» que citamos, únicamente puede convencer a los que posean una ignorancia irreversible acerca de los escritos de Karell –irreversible, porque el que se deja aplastar por Popper y cree que lo que dice es palabra sagrada es imposible de ser convencido de lo contrario…
Lo precedente, se conecta con uno de los ejes que enarboló Daniel y es el de la eficacia ideológica de determinados centros planetarios de propaganda. No recuerdo bien en qué sitio, pero hace tiempo que propagué que alguien como Habermas fue el invento de instituciones dedicadas a minar el pensamiento contestatario y para imponer modas universitarias, con el objetivo de esterilizar a los que pudieran mantener vivo las hipótesis de alguien que, como Marx, es uno de los muertos que siguen engendrando. Plausiblemente, Vargas Llosa sea uno de los ejemplos de éxito en la esterilización aludida y en ese aspecto, es digno de lástima, en la escala en que sería alguien que, imaginándose un genio, es víctima de un lavado de cerebro que cree que no aconteció.
De cualquier manera, no reducir todo Vargas Llosa a ser lo que es hoy, no evita que se pueda deconstruirlo, y no elude que haya que mostrar en él y a través de él, las miserias del Liberalismo, para remedar uno de los títulos de Popper, académico admirado por Vargas Llosa (dime a quien lees y será fácil acertar qué piensas…).
La prédica hipócrita de la Libertad
Hacia rato que no leia un articulo tan infantilmente zurdoide. Deberia remontarme a las discusiones del secundario setentista, cuando nos trenzabamos peronistas con socialistas esgrimiendo calificativos terribles hacia el otro. Que gente grande aun carezca de un minimo de autocritica con los propios y cierta ecuanimidad -aunque sea en gotas- hacia el resto, llama la atención que pueda ejercer como PERIODISTA.
Felicitaciones
Excelente la nota de Daniel Tort. Son pocos los que se animan a cuestionar a ese payaso de Vargas Llosa, facho y neoliberal que integra esa secta donde figuran personajes como Macri, Aznar, Uribe, Rajoy y,si mal no recuerdo, Felipe González. A diario sufrimos sus opiniones ad nauseam , es bueno sacarles la careta a esos Mefistos que pueblan nuestras ciudades y países. Nuevamente mis felicitaciones y proponerle a Daniel que promueva un foro donde se discutan estos temas. Teresa Leonardi Herran