Roberto Fontanarrosa murió el jueves en Rosario a causa de una enfermedad neurológica (La Nación).Decenas de miles de argentinos despidieron hoy con lágrimas y aplausos al escritor y humorista gráfico que fue sepultado un día después de fallecer a los 62 años por una enfermedad neurológica. El velatorio se llevó a cabo en Pichincha, uno de los barrios rosarinos más tradicionales, y fue incesante el desfile tanto de amigos y colegas del escritor como de otras personalidades de la cultura, autoridades, vecinos y seguidores del «Negro». No podía dibujar tras su enfermedad, pero su legado está intacto, reiremos y disfrutaremos con Mendieta e Inodoro Pereyra porque la obra es eterna. Así lo recordemos, con sonrisas, con humor, con su humor, con su creación, con ese talento memorable, único, increíble.
«De mí se dirá posiblemente que soy un escritor cómico, a lo sumo. Y será cierto. No me interesa demasiado la definición que se haga de mí. No aspiro al Nobel de Literatura. Yo me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice: me cagué de risa con tu libro»
Roberto Fontanarrosa.
Rendir homenaje es lo que importa
El cuento que Echarri y Dupláa protagonizaron en TV-Canal 7-fue «La degradación de Utte Rummenigge». Antes había tenido lugar otro episodio, basado en el cuento «Abrazarte así». El jueves siguiente habrá más cuentos sobre él. (Aunque no tuvo raiting)
La noticia pegó fuerte. Miles de argentinos se despidieron del Negro. La mayor tristeza es que los domingos no podremos ver las nuevas tiras de su personaje querido. Pero él mismo era un personaje, y todos recuerdan su buen humor y excelente predisposición para las notas, para charlar sobre la Lengua o sobre los cuentos o sobre lo que sea.
Ahora es parte de nuestro acervo cultural, el Negro nos pertenece, es nuestro, es parte de la riqueza de los argentinos. No quiero pensar en su partida, está cerca y lo estará siempre.
Lo despedimos simbólicamente con un poco de su historia y un cuento. Pero en cada página, en cada historieta, allí vive, en esa literatura argentina que nos ha entregado.
La vida del escritor
1944: Era domingo y el parto había sido normal, salvo por un detalle el bebé resultó negro y canalla. El 26 de noviembre nace en Rosario (Argentina) Roberto Fontanarrosa -El Negro- humorista gráfico, escritor e hincha de Rosario Central. Ese mismo mes aparece la revista «Rico Tipo», cuna de las osadas «Chicas de Divito» y exponente de una década en que la historieta y el humor gráfico argentino crecen y se consolidan.
1954: El pequeño Fontanarrosa se encuentra con su verdadero amor: la pelota. Va a la cancha por primera vez a ver un partido entre Rosario Central y Tigre. «Si hubiera que ponerle la música de fondo a mi vida, sería la transmisión de los partidos de fútbol».
1957: Fin de la escuela primaria: «Andá al industrial porque en la industria está el futuro del país. Lo que se estudia ahí tiene una aplicación», le recomienda el padre. «Que haga lo que le guste, pero por si acaso que estudie inglés» , acota la madre al verlo copiar insistentemente los dibujos de «Rayo Rojo» , «Puño Fuerte», «El Tony» y «Misterix». Por esa época inicia el curso de los «12 Famosos Artistas» que la Escuela Panamericana de Arte dictaba por correspondencia.
1961: Negado para las matemáticas, la física y la quimíca, Fontanarrosa deja el secundario después de repetir tercer año. «No siento ninguna frustración por haber abandonado: al fin de cuentas soy un precursor de la deserción escolar». De esos días, el único recuerdo agradable que se conserva es el de los días miércoles al mediodía que salía del colegio para comprar en el kiosco «Hora Cero». La revista, fundada por Héctor Germán Oesterheld, es considerada un hito de la historieta.
1962: Se viste- por primera vez- de traje para viajar a Buenos Aires. En busca de trabajo llega a editorial Columba, donde le prometen un guión, pero la propuesta nunca se concreta y Fontanarrosa se vuelve a Rosario.
1963: Empieza a trabajar en la agencia de publicidad de Roberto Reyna y le va bien , aún a su pesar.
1968: El año del Mayo francés, del asesinato de Martin Luther King y de la dictadura de Juan Carlos Onganía, Fontanarrosa publica su primer chiste : un policía muestra su bastón manchado de rojo-sangre dice » no hay ninguna duda, eran comunistas». EL trabajo-que recuerda al «palito de abollar ideologías» de Mafalda. Dibujado más o menos para la misma época- aparece en la revista rosarina «Boom». La publicación había convocado al dibujante para ilustrar las tapas serias en color. A falta de alguien que hiciera la página de humor, la dejan también en sus manos.
1971: Año memorable para Rosario Central, que por primera vez, sale campeón. Gol inolvidable el que hace Aldo Poy de palomita, gracias al cual los leprosos de Newells quedan eliminados en la semifinal. En homenaje a esa histórica jornada, Fontanarrosa escribió el cuento «19 de septiembre de 1971», incluído en Nada del otro mundo, la compilación que Ediciones de la Flor publicó en el 88.
En pleno auge de la era James Bond, Fontanarrosa crea una parodia del agente secreto- 75 páginas dibujadas en tinta china- , de la que sólo se publican capítulos en la revista rosarina «Tinta». Boogie, el aceitoso , es el descendiente directo de este personaje que reeditará la Universidad de Rosario. También en «Tinta» aparece otro trabajo, hecho con estilográfica : Tadea y sus hijos, una historieta «a la italiana» donde todo lo que ocurre es terrible.
1972: Surge en Córdoba la revista humorística «Hortensia», que llega a tirar más de cien mil ejemplares por números . Dirigida por Alberto Cognigni, colaboran en sus páginas Caloi, Brócoli, Lolo Amengual, Crist, Ian, y el propio Fontanarrosa, entre otros.
1973: La nueva contratapa del diario «Clarín» es un signo del fortalecimiento del género de la historieta y el humor: 7gráficos argentinos, que ya no necesitan de modelos ni de nombres importados. Convocada por Caloi, se instala en el matutino toda una banda de humoristas autóctonos : Viuti, Tabaré, Altuna, Dobal, Ian, Rivero, Crist y – por supuesto- Fontanarrosa, que allí continúa. Desde entonces, muchos lectores empiezan a hojear el diario por la parte de atrás.
1974: Nace la revista «Mengano», adonde emigran varios de los integrantes de «Satiricón»: Limura, Bróccoli, y Amengual, así como Viuti y Fontanarrosa que trabajan simultáneamente en las dos publicaciones. Para la mismo época el humorista colabora también en otros proyectos tales como «Chaupinela» y » La Cebra a Lunares «- Medio a la fuerza, a «Mengano» se muda el renegau.
Es mismo año, Inodoro hace rancho aparte : Ediciones de la Flor publica la primera compilación de sus aventuras, puntapié de una serie que ya ha superado la veintena de volúmenes. A Boogie le bastó una bazuca y una granada de trotyl para conseguir -en buenos términos- que la editorial lanzará también el título inicial de su colección, que ahora ya tiene doce tomos.
1976: Inodoro se instala junto a la Eulogia y el Mendieta en el diario «Clarín». Luego de pasar por diferentes secciones se incorpora a «Viva», rediseñada revista dominical del matutino.
Para entonces el bar «El Cairo», en Rosario, se había transformado ya en el sitio de encuentro de la «mesa de los galanes», después inmortalizada en uno de los libros del humorista : una veintena de hombres se reúnen todas las tardes y lo fantástico es que no se habla de nada importante, es la insoportable levedad de la conversación.
1979: Boogie toma por asalto las páginas del quincenario «Humor Registrado». No se producen víctimas ni daños materiales. En su larga y violenta vida, la historieta se publica también en el semanario «La Maga» y en publicaciones mexicanas y colombianas.
1980: Comienza a colaborar en la elaboración de los espectáculos de Les Luthiers. Los conocí personalmente cuando presentaron «Mastropiero que nunca «en Rosario y se quedaron en la ciudad una semana. 1981:
Editorial Pomaire publica Best Seller , novela inicial de Fontanarrosa. El mismo sello lanza, al año siguiente, El área 18, su secuela.
1982: El mundo ha vivido equivocado sostiene Fontanarrosa en el título del primer libro de cuentos, publicado por Ediciones de la Flor. A él le siguen No sé si he sido claro, Nada del otro mundo, Uno nunca sabe, El mayor de mis defectos y La mesa de los galanes, entre otras compilaciones de relatos.
1984: Aparece en el mercado «Fierro», una revista que promueve la experimentación temática, narrativa y técnica de la historieta, un género que – para entonces- ya ha perdido su ingenuidad inicial. A sus páginas se incorpora, algunos años después, la serie
Semblanzas deportivas creadas por Fontanarrosa así como las aventuras de Sperman, un donante de esperma.
1985: Ediciones de la Flor reedita Best Seller, un verdadero éxito de ventas- tal como su nombre obliga – y también El área 18. Aparece, además, una novela nuevecita , La Gansada.
1994: Año mundial. El humorista es contratado por «Clarín» para comentar los partidos jugados por la selección argentina en los Estados Unidos. Hay que decirlo : en realidad, son narrados por la Hermana Rosa, una mentalista que predice los resultados. En 1994, además, recibe el Premio Konex.
1995: Para cuando aparecen los cuentos La mesa de los galanes , los galanes ya se habían mudado de mesa. Dejaron El Cairo para instalarse en un nuevo bar, la Sede.
1998: Inodoro Pereyra el renegau, cumple 25 años.
Un cuento: La barrera
Un paso más atrás. Dos más atrás. Tres. Ahí está bien. Ya está la barrera formada. Una baldosa más acá. Un momento. Ante todo, sacar las cosas del arco. Hay botellas debajo de la pileta. Ya la otra vez cagó una. Y dos sifones. El blindado no es nada, pero el otro puede reventar, y los sifones revientan y los pedacitos de vidrio saltan y se meten en los ojos de uno. Bien juntas las macetas de la barrera. El arquero muy nervioso. Miguel Tornino frente al balón. Atención. El rubio Miguel Tornino frente al balón. Una mano en la cintura. La otra también. La mano sacándose el pelo de la frente. La transpiración de la frente. De los ojos. Hay silencio en el estadio. Es la siesta. Hasta el Negro se ha quedado quieto. Resignado a ser simple espectador de ese tiro libre de carácter directo que ya tiene como seguro ejecutor a Miguel Tornino, que estudia con los ojos entrecerrados el ángulo de tiro, el hueco que le deja la barrera, la luz que atisba entre la pierna derecha del recio mediovolante de la visita y la pata de portland de la maceta grandota del culantrillo. Un solo grito en el estadio: Miguel, Miguel. El público de pie ante ésta, la última oportunidad del Racing Club cuando sólo faltan dos minutos para que finalice el match. Habrá que apurarse antes de que vuelva a adelantarse la barrera o el Negro insista en morder la pelota y hacerla cagar como el otro día que la pinchó el muy boludo. Sonó el silbato. Habrá que pegarle de chanfle interno. La cara interna del pie diestro de Miguel Tornino, el pibe de las inferiores debutante hoy le dará al balón casi de costado, tal vez de abajo, con no mucha fuerza pero sí con satánica precisión para que ese fulbo describa una rara comba sobre la cabeza de los asombrados defensores, sobre el despeinado pirincho del helecho de la segunda maceta y se cuele entre el travesaño, el poste, el postrer manotazo de la lata de aceite Cocinero que se ha lucido hasta el momento. ¡Tiró Tornino…! y… se hizo mimbre en el aire el arquero ante el latigazo insólito de curva inesperada y con la punta de los dos dedos allá voló la lata a la mierda, carajo que ladra el Negro, sí mamá… sí la guardo… está bien… pero mirá vos cómo la viene a sacar este guacho.
Comentario
Fontanarrosa: no te irás jamás
22 de julio de 2007
Respuesta al artículo Fontanarrosa: no te irás jamás
Fontanarrosa, el más grande.
Negro, hace unas horas nos dejaste. Pero seguro que no te fuiste. Estarás siempre entre nosotros. Por medio de tu magnífica obra y tus acciones cotidianas inolvidables. Sos el más gigante, el más querido y respetado entre tus colegas. La humildad que solo tienen los grandes te permitía no sólo estar presente en los medios nacionales más grandes, sino también colaborar en los proyectos más pequeños del interior del país, como nuestra revista local de humor. Desde el primer momento, apenas lanzamos la convocatoria, fuiste el primero en responder y hacernos llegar de inmediato una encomienda enorme llena de dibujos y alegrías. Nos dabas así tu apoyo incondicional y desinteresado, con el mismo o más entusiasmo que cualquier principiante. Sabías que no teníamos cómo pagarte. Y esas actitudes no tienen precio. Sólo vos podías tenerlas. Gracias, Negro. Hasta siempre.
Guflo Director de la revista SALTA LA RISA
www.saltalarisa.com.ar para entrar haz click
guflo@argentina.com.ar
Fontanarrosa: no te irás jamás
Fontanarrosa, el más grande.
Negro, hace unas horas nos dejaste. Pero seguro que no te fuiste. Estarás siempre entre nosotros. Por medio de tu magnífica obra y tus acciones cotidianas inolvidables.
Sos el más gigante, el más querido y respetado entre tus colegas.
La humildad que solo tienen los grandes te permitía no sólo estar presente en los medios nacionales más grandes, sino también colaborar en los proyectos más pequeños del interior del país, como nuestra revista local de humor. Desde el primer momento, apenas lanzamos la convocatoria, fuiste el primero en responder y hacernos llegar de inmediato una encomienda enorme llena de dibujos y alegrías. Nos dabas así tu apoyo incondicional y desinteresado, con el mismo o más entusiasmo que cualquier principiante. Sabías que no teníamos cómo pagarte. Y esas actitudes no tienen precio. Sólo vos podías tenerlas. Gracias, Negro. Hasta siempre.
Guflo
Director de la revista SALTA LA RISA
http://www.saltalarisa.com.ar
guflo@argentina.com.ar