Conmovedora lucha de Susana Trimarco para hallar a su hija Marita Verón, secuestrada en 2002 por las mafias del tráfico sexual. Marita fue capturada en Tucumán y la prostituyeron en La Rioja. Para buscarla Trimarco se hizo pasar por prostituta.
Susana Trimarco, madre de Marita Verón, la joven secuestrada en 2002 por las redes de trata de personas del noroeste argentino, dice que no le tiene miedo “ni al diablo” en la lucha por encontrar a su hija.
Las mafias de trata la tienen amenazada de muerte, algo que a ella no la paraliza, sino todo lo contrario. Sólo por precaución vive con custodia permanente, junto a su nieta de 8 años, hija de Marita. Hoy, el caso Verón espera la hora del juicio oral.
Nadie se anima a imaginar las conexiones y cadenas de connivencias políticas, judiciales y policiales que el juicio podría dejar a la luz pública.
Trimarco se aferra a los testimonios recogidos en la causa, de chicas rescatadas en allanamientos impulsados por ella y que vieron a Marita en distintos prostíbulos del país. Una de ellas es Andrea Darrosa, secuestrada a los 15 años en Misiones y esclavizada durante ocho años en La Rioja, en donde dijo haber visto a Marita.
Darrosa dijo: “A mediados del año 2002 vi a Marita Verón en la casa de Liliana Medina [dueña de varios prostíbulos], porque yo la atendi cuando llegó y la hice pasar al living. Ella me preguntó si yo tenía un hijo y me dijo: ‘Yo dejé un bebé con mi mama’. Marita se quedó conversando con Liliana y el Chenga [Gómez, proxeneta, hijo de Liliana Medina, dos de los 13 acusados en la causa] y luego la llevan al “Candy”, ahí la ví dos veces. Le tiñeron el pelo de rubio y le pusieron pupilent celestes. Ella era nueva y no sabía desenvolverse con los clientes, se sentaba a dos metros y no les conversaba.
Cuando empezaron los operativos de la policía ya no la vi más, porque la sacaron de ahí. Cuando la vieja Liliana una noche estaba mirando el programa Va por vos, de Guillermo Andino, yo estaba con ella al lado de su cama. Aparecen los padres de Marita Verón y la vieja se mataba de risa y decía ‘estos boludos la andan buscando y ella está en España’”.
Otra testigo, Fátima Mansilla, dijo haber dormido a la par de Marita. “Cuando se despertó, se sentó en la cama, estaba como perdida. Le ponían inyecciones para mantenerla dormida, dopada”, relató.
Según Carlos Garmendia, actual abogado de la causa Verón (expediente 23554/2002), la policía “ya no busca oficialmente a Marita porque el caso fue cerrado, aun cuando no se ha encontrado a Marita”. Describe la cruzada con admiración. Dice de ella que es “una madre que decide no hacerse la boluda con este tema sino que lo denuncia, lo investiga y, en ese proceso, salva a un centenar de chicas en el país y el exterior”.
Con otras palabras pero con la misma contundencia, Condoleezza Rice en marzo último describió la labor de Trimarco en la lucha contra este flagelo antes de entregarle, junto a otras 11 mujeres de otros tantos países, el premio “Mujeres con Coraje”, que otorga el Departamento de Estado de los Estados Unidos.
El actual embajador norteamericano en la Argentina, Earl Wayne, asistió en octubre pasado a la inauguración de la Fundación María de los Angeles contra la Trata de Personas, con sede en la provincia de Tucumán. Trimarco preside esta fundación, que cuenta con apoyo norteamericano y que proyecta abrir oficinas en todas las provincias del país.
Fuente: La Nación
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