En Magnolia (boliche salteño) se concentró la movida del jueves por la noche para festejar el día del amigo. Clientes Vip como Los Romero, protagonizaron la noche. Con una valla se dividió: de un lado los negros, del otro lado los hijos de los políticos. Ximena Capristo junto a Roberto, un estriper, hicieron un contorneo alrededor del caño a las 3.50 de la madrugada del viernes. Muchos dijeron: mató en cinco minutos, que fue lo que duró el show.
Mucha expectativa la noche del jueves en Magnolia. Ximena Capristo fue la «diva» de la noche.
Mucha gente de seguridad para controlar a los muy efusivos o pasados de tragos.
A las 3 de la madrugada, Ximena Capristo dio una nota para las cámaras, en medio de la publicidad del Intendente Isa, en el salón destinado solo a invitados Vip.
Mucha algarabía por la bailarina en lo que se llamó «El primer show del caño».
Pero fueron cinco minutos nada más, de un contorneo con el partenaire tarimero. Y qué querés, me dijeron: «son dos lucas nada más». Pero los que estuvieron cerca de la producción hablan de 8 mil pesos. Ella sexy, con un cuerpo bellísimo, él muy erótico. Ambos en un ritual amatorio, dejaron ganas de ver un verdadero arte del caño. Pero el cuerpo de Ximena insinuante, entusiasmó a varios.
Y Dinar estuvo presente, seguramente trajo a los artistas en un vuelo. La gente se divirtió bastante y los cholulos se sacaron fotos con la estelar Capristo.
En el boliche, unas 200 personas esperaron el show del caño: «y, para lo que hay en Salta está bien», decían.
Gritos a Ximena, aplausos y sorteos fueron parte de la noche.
Apenas terminó el esperado show, los clientes Vip desalojaron su espacio.
El show para mujeres incluyó a una chica «magnolia» en el caño junto al estriper.
Del otro lado, mucha vigilancia, control, policías. Es que los negros son peligrosos. Los del otro lado de la valla, esos sí son «gente».
Los jóvenes y los de más de cuarenta se divirtieron, celebraron la noche especial, se tomaron fotos en grupo y bailaron. Una noche más con una opción distinta.
Festejos del amigo con una nueva onda popular, que se viene con el famoso baile del caño.