Es una obligación moral actuar frente al Cambio Climático. Los países más ricos son los más responsables por la crisis climática pero los pobres y vulnerables son los que pagan el precio y actúan.
Finalizó en Bangkok, Tailandia la segunda ronda de negociaciones, SB48.2, previo a la cumbre de cambio climático COP 24 que se realizará en Katowice, Polonia desde el 3 a 14 de diciembre, este fin de año. El objetivo de Bangkok era continuar y terminar con la creación de un texto para las reglas de implementación del Acuerdo de París. Esta es una pieza clave para la implementación de todos los temas clave de la gobernanza climática, ya que es el marco que define los procedimientos y obligaciones a seguir por los países en el marco del Acuerdo de París. Sin embargo, resultó tener un desarrollo más lento de lo esperado, y para variar con obstáculos en el tema de financiamiento…
La lentitud resultó el común denominador de estas negociaciones aún cuando los efectos del cambio climático se sienten presentes en todo el mundo: la ola de calor en el verano Europeo, que ha provocado considerables pérdidas en cultivos, incendios en California, y justo el tifón “Jebi” que azotó Japón, categorizado como el más violento en los últimos 25 años.
Para Patricia Espinoza, Secretaria de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, uno de los aspectos positivos de Bangkok fue la disposición y preparación de los técnicos de las delegaciones para negociar. El texto del Rulebook de París tiene mucho camino por delante y la presión para tomar decisiones y realizar acuerdos aumenta en estos meses previos a la Cumbre Climática COP24.
¿Finanzas climáticas o deuda?
Respecto al Artículo 9 del Acuerdo de París, la propuesta de texto presentada por Australia, Japón y EE.UU., levanta preocupaciones para los países del Sur Global ya se encuentra implícita el concepto que los países pueden reportar productos financieros como por ejemplo préstamos comerciales, bajo el concepto de finanzas climáticas. Esto significa que países industrializados pueden ser reportados como aportes financieros para luchar contra el cambio climático en países en desarrollo, aunque estos últimos tengan que pagar con intereses este “aporte”. Esta situación es un mensaje claro de cómo algunos países industrializados dan marcha atrás a compromisos adquiridos previamente.
Las negociaciones avanzaron lento, lo que parece moverse rápido son los días que acercan el proceso de negociación a la Cumbre Climática COP24. Hay muchos temas pendientes y urge apresurar el paso, pero el resultado final no puede dejar por fuera aspectos clave como Derechos Humanos, género y derechos de los de los pueblos indígenas. Los más vulnerables sienten la presión de los efectos adversos del cambio climático diariamente y necesitan una solución que responda a sus necesidades hoy, pero ante esta premura, el contenido no debe perder calidad.
Para que la COP24 sea un éxito, hará falta más voluntad política.
El Sur sigue a la espera
El Acuerdo de París está construido gracias a una gran lista de concesiones otorgadas por países en desarrollo, esto para lograr que la acción climática sea exitosa y estos mismos países deben superar grandes obstáculos tanto por los efectos hidrometeorológicos adversos a los que se enfrentan como a las restricciones al desarrollo y crecimiento económico que implica descarbonizar la economía.
No es posible tapar el Sol con la mano: el camino a la descarbonización de las economías del Sur Global debe recibir apoyo en transferencia de tecnología, capacitación y acceso a recursos. Y en ese sentido, el Norte tiene la llave en la mano: financiamiento, conocimiento tecnológico y la capacidad de brindar apoyo.
No podemos dejar escapar un detalle en esta relación desigual donde los países industrializados del Norte llevan la ventaja: existe una responsabilidad histórica por las emisiones de Gases Efecto Invernadero GEI que nos llevan al problema actual y es en estas emisiones a lo largo de 200 años que se sienta el desarrollo que estos países actualmente disfrutan.
Conclusión
Mientras tanto, las consecuencias del cambio climático las asume la ciudadanía y en especial en los países del Sur Global, que deben sumar esta amenaza a un contexto ya bastante complejo. El futuro del Acuerdo de París no solo depende de un resultado pronto pero de uno que resulte en un desarrollo digno y sostenible.
– Fotografía de portada: Sala de conferencia en Bangkok – foto Joe Thwaites
– Fuente: UNCC/AAPN
– El autor es Presidente / Asociación Amigos de los Parques Nacionales – AAPN –
Experto Comisión Mundial de Áreas Protegidas – WCPA – de la IUCN-
Red Latinoamericana de Áreas Protegidas – RELAP –