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lunes, diciembre 23, 2024

Día Mundial del Medio Ambiente y la biodiversidad en las Islas Malvinas

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El Día Mundial del Medio Ambiente, que se conmemora cada 5 de Junio, es la fecha más importante en el calendario oficial de las Naciones Unidas para fomentar la acción ambiental. La Asociación Amigos de los Parques Nacionales pone la atención de este Día Mundial en la biodiversidad que habita en nuestras Islas Malvinas.

El tema de este 2020 es la biodiversidad. La biodiversidad es la base que sustenta toda la vida en la tierra y debajo del agua.

Cambiar o eliminar un elemento en esta intrincada red afecta todo el sistema de vida y puede producir consecuencias negativas. La aparición de la COVID-19 ha puesto en evidencia que cuando destruimos la biodiversidad destruimos el sistema que sustenta la vida humana.

Ubicación y características

El archipiélago de Malvinas, está situado a unos 550 km de la costa patagónica, ubicado entre los paralelos de 50º 59´ y 52º 57´de latitud Sur y los meridianos 57º 42´ y 61º 28´ de longitud Oeste de Greenwich., está constituido por dos islas mayores, denominadas Oriental o Soledad y Occidental o Gran Malvina, más de 200 islas menores y 550 muy pequeñas e islotes, que en conjunto ocupan una superficie de 11.950 km2., en el atlántico sur al este de la Patagonia argentina

La palabra Malvinas proviene del término Malouines, nombre dado por el explorador francés Louis Antoine de Bougainville en 1764 en memoria del puerto de Saint-Malo en Francia.

Las islas emergen de la Plataforma Continental Argentina, que tiene allí una profundidad promedio de 180 metros y están íntimamente vinculadas a la meseta patagónica, pues forman parte del denominado arco hercínico de las provincias de Chubut y Santa Cruz. Este arco se hunde en el Atlántico y reaparece en las islas Malvinas luego de continuar por la Plataforma Continental.

El punto más próximo de la costa es el cabo de San Juan de Salvamento en la isla de los Estados, que se encuentra a 346 km de cabo Belgrano, en la costa sudoccidental de la Gran Malvina.

El perfil del territorio no es muy pronunciado, las sierras son poco elevadas y de forma suave, efecto de un largo proceso de erosión. El sector norte de Soledad posee la cadena más extensa y alta de las islas destacándose la Serranía de Rivadavia, cuyo pico más alto es el Cerro Alberdi de 705 msnm. El Monte Agradable alcanza los 680 metros y hacia el norte de él, los Cerros de Simón y Vernet se elevan a 488 y 366 metros respectivamente.

En cuanto a la Gran Malvina, el punto más alto llega a 700 msnm en el Monte
Independencia, le sigue en altura el Monte María de 669 metros.

El litoral de las islas es muy sinuoso, con costas acantiladas penetradas con profundas entalladuras y ensenadas.

El primer extinto

Los científicos manejan la hipótesis, que hace unos 16.000 años, atravesando un canal congelado desde la Patagonia argentina, llegaron a las Islas Malvinas los primeros especímenes del “zorro-lobo malvinero”, del que existían dos subespecies: (Dusicyon australis australis) y (Dusicyon australis darwini), habitantes de la Gran Malvinas y en la isla Soledad, respectivamente. Su aspecto se asemeja a un zorro robusto.

Darwin los menciono cuando visitó las Islas en 1833 y 1834 y su existencia en la isla fue para este científico un gran misterio debido a que era el único mamífero terrestre del lugar. Durante su visita predijo: “Dentro de algunos años, cuando estas islas estén habitadas, sin duda a ese zorro se le podrá clasificar, como al dodo, entre los animales desaparecidos de la superficie de la Tierra”.

La despiadada persecución por parte de cazadores locales, y particularmente por los “loberos” y “balleneros” que llegaban a las islas, del único carnívoro nativo, denominado guará por los primeros habitantes rioplatenses en Malvinas, o warrah (quizás una anglicanización de la palabra Aguará) culminó con su total exterminio en la segunda mitad del siglo XIX (entre 1873 y 1876), esto constituyó la eliminación del ecosistema terrestre insular, el natural predador y sin duda el comienzo de una serie de desajustes en el encadenamiento trófico, seguido de otros desequilibrios no menos significativos para el mantenimiento de la balanza ecológica: matanza sin límites de pinípedos y de esfeníscidos, para el aprovechamiento de sus pieles, el aceite y de los huevos, que aún se aprovechan en la actualidad, pero en escala poco significativa.

Estudios posteriores establecieron que el único pariente vivo de aquellos cánidos es efectivamente el zorro grande o aguará guazú, confirmando la intuición de aquellos gauchos que llegaron a verlos en Malvinas.

Actualmente un grupo de científicos descubrió que en realidad el animal no derivaba su evolución de los lobos, sino de los chacales. Tras comparar los restos fósiles encontrados en las Islas Malvinas con el archivo de especies del Museo de Historia Natural y del Museo del Mundo de Liverpool, pudieron descifrar el verdadero ancestro.

Para Francisco Prevosti investigador independiente del CONICET, “La historia de la extinción de estos zorros nos enseña cuán poderosos somos como especie en cuanto a desplazar y eliminar aquellas que compiten con nosotros. Para muchos, actualmente estamos en riesgo de una sexta extinción masiva, como consecuencia del enorme impacto de nuestra civilización en todos los ecosistemas de la tierra. Así como la historia la escriben los que ganan, los científicos se ocupan que no olvidemos la historia de los que perdieron”.

El archipiélago de las Malvinas es un paraíso natural

Desde el punto natural es uno de los lugares más salvajes del hemisferio sur.

Desde el punto fitogeográfico, las Malvinas, las Georgias del Sur y otras islas subantárticas, se las incluye dentro de la llamada Provincia Insular, siendo los tipos de vegetación más frecuentes, la estepa, la pradera turbosa y la tundra o vegetación de altura.

Desde el punto de vista zoogeográfico, el archipiélago corresponde a un distrito particular, el Distrito Malvinense o Malvinero, del Dominio Austral Cordillerano, ubicado a su vez en la Subregión Araucana

Flora y Fauna silvestre

Sus escarpadas costas, grandes extensiones de espacios abiertos, sus montes rocosos y su clima frío y ventoso es donde habita una fantástica flora y fauna silvestre

El cuadro vegetal terrestre de las islas Malvinas muestra la ausencia total de árboles, lo cual se debe a que durante el año no existe un mínimo de 100 días con temperaturas superiores a los 10 grados.

Lo que caracteriza al paisaje de las islas son los pastos, entre los cuales el “tussac” tiene casi 2 metros de alto, parece una mata de cañas y alterna con la cortadera, que forma grandes pajonales.

En las zonas pantanosas aparecen los juncos y en las rocosas los helechos y arbustos muy pequeños.

Las islas tienen una gran variedad de gramíneas que dan flores en la orillas del mar.
En las orillas de los ríos y arroyos pueden verse las flores azules de una planta llamada “verónica”.

Se destacan el hábitat de la colonia más grande del mundo de albatros de ceja negras (Thalassarche melanoprhys) (el 70% de la población mundial), la población más impresionante de pingüinos papúas (Pygoscelis papua) y grandes congregaciones de elefantes marinos (Mirounga leonina).

Además de colonias de elefantes marinos y lobos marinos, en las islas habitan unas 47 especies de aves destacándose el Yal austral (Melanodera melanodera), el chercán de las Malvinas (Cistothorus platensis/falklandicus) o la skúa polar (Stercorarius maccormicki) y una gran colonia de pingüinos penacho amarillo (Eudyptes chrysocome.

Podemos destacar que habitan dos especies endémicas reconocidas como tales. La ratona malvinera (Troglodytes cobbi), que vive en pastizales y playas con algas y el quetro malvinero (Tachyeres brachypterus), un pato robusto que habita en las costas rocosas donde busca invertebrados marinos de los que se alimenta.

Todas estas especies, algunas de ellas únicas, que integran el Patrimonio Natural de todos los argentinos, dan cuenta de la continuidad de nuestro territorio continental en ese archipiélago de Malvinas.

Solo en 2015 se describieron 25 especies nuevas y falta mucho por descubrir. Los avances científicos y estudios genéticos nos permiten identificar las distintas especies, por lo que nos ayuda a comprender mejor los procesos naturales y la biodiversidad de nuestro patrimonio.

Estas especies y las extintas ya estaban allí cuando en 1520 fueron avistadas por primera vez por la expedición de Juan de Magallanes, en su búsqueda de un pasaje hacia el Pacífico.

Áreas de conservación

En las Islas Malvinas hay 22 áreas designadas como importantes para las aves y otras 16 áreas para la conservación de la flora.

Punta Voluntarios, en la isla Soledad. En la década de 1860 la población isleña era mínima, pero desde los años setenta empezó a aumentar de manera constante. Hoy frecuentan la playa, convertida en reserva privada hace 50 años, más de un millar de parejas reproductoras de pingüinos Rey (Aptenodytes patagonicus), Papúa y de Magallanes.

La isla Salvaje del Oeste, una de las más remotas, alberga la mayor colonia de albatros de cejas negras u ojeroso (Thalassarche melanophris) compuesta por unos 440.000 ejemplares que anidan en los abruptos acantilados – siendo la mayor colonia del planeta–. La pesca de arrastre ha sido identificada como fuente más importante de mortalidad de esta especie sobre la plataforma patagónica. . Más abajo, en la playa, los pingüinos de penacho amarillo o saltarrocas meridionales (Eudyptes chrysocome) emiten su escandaloso graznido, mientras los implacables carancho austral o caracara (Phalcoboenus australis) buscan polluelos de pingüino o carroña para darse un banquete.

Playa Bertha, con sus costas de arena blanca es un área extraordinaria en las Malvinas para observar pingüinos de cerca en su hábitat natural.

Otro punto de interés es la Isla del León (905 ha) también denominada Sea Lion, una de las islas más pequeña que forma parte del archipiélago que por su aislamiento alberga un gran caudal de vida silvestre.

En las aguas gélidas nadan lobos marinos australes (Arcto-cephalus australis), orcas (Orcinus orca), tonina overa (Cephalorhynchus commersonii), rorcual norteño (Balaenoptera borealis) al que la IUCN lo clasificó como especie en peligro., entre otras.

Conclusión

La extraordinaria profusión de la vida salvaje de las Malvinas sigue amenazada por riesgos antropogénico: contaminación, degradación del hábitat, vertidos de crudo, pesca de arrastre y cambio climático.

Si continuamos tratando nuestro frágil planeta como un simple almacén de recursos extraíbles, la Tierra seguirá sufriendo.

Necesitamos más islas salvajes, más lugares donde cejar en nuestra guerra contra el medio ambiente y dar a la naturaleza el tiempo que necesita para florecer.

– Imagen de portada: Islas Malvinas vista del lobo-zorro Malvinero extinto por la caza -imagen Carlos D. Casuscelli.

– Por Prof. Norberto Ovando* y Gpque. Adalberto D. Álvarez**

* Presidente / **Vicepresidente y VG de Malvinas
Asociación Amigos de los Parques Nacionales (AAPN)
Experto Comisiones Mundial de Áreas Protegidas (WCPA) y,
Educación y Comunicación (CEC)
Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN)

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