El gobierno anuncia que este martes asumen nuevas autoridades en el Instituto Provincial de Pueblos Indígenas de Salta, «clausurado» por nativos que exigen su «devolución». El fuerte altercado entre Marco Díaz Muñoz y Agustín «Bocha» Fernández.
El servicio de prensa del gobierno de Salta informa que este martes 27 de enero de 2009 asumirán, a las 10, los nueve vocales electos del IPPIS, en la sede del organismo, Brown 102.
Participarán, según la información oficial, delegaciones de «los electos representantes de las comunidades de Santa Victoria Oeste, Iruya, Los Andes, la comunidad Guaraní del departamento Orán, comunidad Tapiete de Tartagal, los Chané de Aguaray, los Wichi y Toba de Santa Victoria Este y la comunidad Diaguita-Calchaqui».
Tras su asunción los nueve vocales «electos en las elecciones del pasado 20 de diciembre en Tartagal» procederán a elegir entre ellos la Mesa de Conducción del Consejo del Instituto Provincial de Pueblos Indígenas de Salta en el marco de Ley Nº 7121.
Lo que no dice la información oficial es que en la última protesta de indígenas realizada en esta capital en noviembre se denunció que el IPPIS no representa a los pueblos originarios sino que es manipulado por el gobierno de turno en contra de los intereses de las etnias nativas.
Hubo llamados a boicotear «las elecciones» digitadas por el gobierno y se le exigió a Juan Manuel Urtubey que devuelva el organismo a sus legítimos dueños.
Desde el gobierno, en cambio, proclaman la legitimidad del proceso de «democratización» de la entidad y el respeto a la normativa vigente.
Se independizan de un «Instituto fantasma»
En noviembre de 2008, durante la 3a Marcha del Pueblo Kolla que llegó hasta las puertas del Grand Bourg (sede del Ejecutivo Provincial) se expresó un rotundo rechazo al IPPIS en el documento elaborado por las comunidades agrupadas en Qullamarka :
«A meses de que la ley 26.160 quede sin vigencia exigimos a las autoridades provinciales y nacionales que nos den a nuestra propia organización los recursos necesarios para hacer ejercicio de nuestra propia autoridad territorial a los efectos de llevar a cabo el relevamiento de nuestro territorio. No así como pretende el Gobierno Provincial a través de un Instituto fantasma como el IPPIS, teniendo en cuenta que no representa a ningún pueblo. Demandamos que los recursos asignados para tal actividad pase a manos de las organizaciones y comunidades para que sea de rápida ejecución haciendo ejercicio de nuestros derechos como pueblo originario en nuestro territorio. Declaramos la Inconstitucionalidad del IPPIS como figura para el Pueblo Kolla. El Qullamarka se independiza del IPPIS, que no lo representa».
La eternidad de Fausto
Los indígenas que manifestaron en Salta realizaron incluso una clausura simbólica del organismo y cuestionaron los manejos de Fausto Machuca, funcionario que se mantiene en el poder desde la época de Roberto Romero, cuando aparecía mencionado en conversaciones grabadas en cintas que desataron un escándalo porque revelaban la manipulación del Senado por parte de Emilio Marcelo Cantarero en nombre de «don Roberto» para designar jueces favorables a los intereses del grupo Horizontes S.A .
De senador a secretario de Derechos Humanos y de allí a titular del área encargada de los asuntos indígenas Fausto flota como corcho en el poder , inmune a toda crítica y cuestionamiento. Parece tan eterno que es como si ya hubiera estado aquí antes de la llegada a la región de los primeros migrantes asiáticos -considerados ahora «originarios» de América- y de la sangrienta irrupción en la zona de los conquistadores europeos.
La tensión entre los dirigentes indígenas afines al gobierno y los más críticos -que denuncian la manipulación gubernamental del IPPIS- provocó un enfrentamiento entre Marco Díaz Muñoz y Agustín «Bocha» Fernández
Indignado al ver que «Bocha» trataba de desactivar las protestas y refutar las críticas al IPPIS, el periodista le reprochó al funcionario: «vos dejá ya de lucrar con los aborígenes».
Fernández quedó dolido tras el altercado con Díaz Muñoz, pues entiende que ha dedicado toda una vida a la lucha por los derechos de los pueblos originarios y que ahora lo sigue haciendo como funcionario del gobierno de Juan Manuel Urtubey. Como prueba de ello muestra un libro sobre la cultura wichi que se editó en Buenos Aires a partir del trabajo que él realizara junto a un grupo de investigadores independientes y un agradecimiento especial a su labor del historiador Osvaldo Bayer.
Notas relacionadas:
Kollas, wichis y guaraníes exigen a Urtubey que cumpla sus promesas
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Instituto de Pueblos Indígenas de Salta, ¿democracia o despojo?
como aborigen veo esta escena como un circo … en realidad los interpretes que manejan la cuestiòn no tienen raices aborigenes, asi fausto machuca seria el cacique jejej jajaja la verdad me rio, luego la buena voluntad de algunos no alcanza …
se trata de justificaciones de «todos», de aquellos que lucran con los pueblos originarios y de aquellos que tratan de defenderlos.
No existe un proyecto politico que contenga la temàtica de los pueblos originarios y sus implicancias, y los parches puestos para las justificaciones son solo eso «parches», igualmente tengo esperanza que los aborigenes nos unamos un dia y como el grito de Fernandito Condorcanqui, levantemos nuestra voz y sostengamos nuestros intereses como nuestra cultura y forma de vida, esto plasmado en una Nueva Constituciòn de una Nueva Argentina.
Instituto de Pueblos Indígenas de Salta, ¿democracia o despojo?
No soy aborigen pero me da asco lo que hacen los gobernantes…
Siempre a favor del capital y si es extranjero mejor.
Saludos.