Clarín informó ayer que en nuestra provincia un maestro tuvo que pedir un préstamo personal para darles de comer a sus alumnos. La noticia volvió a llamar la atención sobre la problemática educativa salteña. Romero promete investigar.
Esta es la nota publicada ayer al mediodía en la edición digital del diario porteño:
Ocurrió en la escuela del paraje Pascha, en plena Puna salteña, donde funciona un comedor para los chicos de la zona, hijos de familias de escasos recursos. Como la partida de dinero no llegaba, el docente y director del lugar sacó un crédito de $ 1.000 en un banco y compró carne, pan y otros alimentos. El gobernador Romero, en diálogo con Clarín.com, prometió investigar el tema.
El colmo de la burocracia: para dar de comer a sus alumnos en la Escuela Albergue 4599, ubicada en el paraje Pascha, en plena Puna salteña, su director Raúl López, único personal, tuvo que solicitar un préstamo personal de $1.000 en una entidad bancaria, con lo que compró carne, pan y alimentos no perecederos.
El insólito caso, que no tiene precedentes en Salta, se conoció ayer cuando Clarín.com habló vía celular con la esposa del director, Gloria de López, también docente, quien contó lo que debió hacer su marido para volver a la escuela de Pascha (Paz en voz quechua), con los alimentos para los chicos.
De los mil pesos conseguidos, López separó $400 para pagar el viaje que ayer martes recién se concretó al conseguir una camioneta que le permitió llevar los alimentos hasta la escuela.
«El tenía que volver el lunes a la escuela, pero se quedó en Salta porque no le había salido la partida de dinero para comprar las cosas para el comedor del albergue. Fuimos al Banco Macro, y él solicitó un préstamo personal de $1.000, y con eso compró carne, pan, fideos, azúcar, yerba, leche y otras cosas», contó Gloria.
La maestra agregó que «por ahora la escuela tiene 16 chicos, pero hacia el fin de semana la escuela va a tener 45 alumnos, según el relevamiento que hizo mi marido por los cerros».
«Esto no puede ser, al maestro le tendrían que haber dado la partida para el comedor del albergue para que los chicos tengan desayuno, almuerzo, merienda y cena», sostuvo el gobernador Carlos Romero en diálogo exclusivo con Clarín.com.
Cuando se le explicó que justamente el maestro se vio obligado a sacar el crédito porque no le habían dado la partida correspondiente, respondió: «Esta es la burocracia que nunca se acaba, pero mañana (por hoy) voy a pedir explicaciones sobre esta situación que me acabo de enterar por usted, porque nadie me dijo nada al respecto».
La escuela de Pascha funciona en dos ranchos de adobes con techos de chapas, mientras que el albergue está construido con materiales de cemento. Pascha está un valle ubicado a 3.800 metros de altura, donde dispersas entre los cerros viven diez familias de pastores de ovejas descendientes de los incas.
Está a 120 kilómetros al oeste de la capital salteña, distancia que se recorre en cuatro horas y media sólo en 4 x 4, utilizando un camino consolidado (que trepa más allá de los 4.500 metros). Ese tramo lo hizo la empresa Teyma Abengoa, cuando hace unos años instaló las torres de alta tensión que llevan energía eléctrica desde Salta al norte chileno.
Sin embargo, los docentes que pasaron por esta escuela para volver los fines de semana a sus casas, tienen que caminar 8 horas por caminos de herradura entre los cerros, para bajar a la Ruta Nacional 51, y llegar a un puesto de la Gendarmería Nacional, en la Estación Ingeniero Maury, del Ramal C-14, donde esperan la buena voluntad de alguien que los acerque hasta por lo menos Campo Quijano.
La escuela estuvo sin clases por lo menos durante 4 semanas debido a un conflicto administrativo. Como la anterior directora tenía «inasistencia» casi permanente, que según ella era debido a la participación en cursos de capacitación, las autoridades la sacaron del cargo y nombraron a López.
Texto: Jesús Rodríguez
Foto: Nelson Ruiz
Link a la nota original: http://www.clarin.com/diario/2007/08/15/um/m-01478535.htm
