Violando toda norma legal y todo principio republicano, la intervención de la UCR exigió a los candidatos no oficialistas el pago de $50.000 para poder participar en las internas abiertas. La medida sólo busca frenar la postulación de José María Farizano a diputado provincial.
La medida tomada por el interventor Miguel Guiberguia fue sugerida por el doctor Carlos Humberto Saravia, autor intelectual de la intervención de la UCR local y se la implementó tras comprobar que todos los intentos de proscribir al ex legislador José María Farizano habían fracasado.
El viernes pasado vencieron los plazos para presentar los avales necesarios para la presentación de lista, sólo la lista Reafirmación Alfonsinista cumplió en tiempo y forma con los requisitos exigidos.
Mientras los miembros de la Junta Electoral Partidaria se escondían para no legalizar nada, Susana Gisper y Diego Wilde, presentaron los avales necesarios para que la gente de Reafirmación Alfonsinista, participe de las internas abiertas y posteriormente compartir la lista de candidatos del Acuerdo Cívico y Social, junto a miembros del PPS y del Partido Socialista.
A tal punto llegó la desesperación de los hombres del interventor Miguel Ángel Guiberguia, que Carlos Martínez Saravia, uno de los miembros de la Junta Electoral, se negó a recibir la lista y escapó corriendo de la sede de calle Mitre, sólo firmó el acta de presentación María Susana Tobio, la única mujer de la Junta. Radicales de los departamentos de General Güemes y La Caldera también ratificaron su intención de someterse al voto de los afiliados e independientes para ser elegidos como candidatos de la UCR. A última hora del viernes, dirigentes de estas jurisdicciones presentaron los avales correspondientes. En Güemes la lista lleva el nombre de “Militantes Radicales”, en tanto que en La Caldera se denomina “Movimiento de Reafirmación Alfonsinista”. Minutos después de los turbulentos trámites burocráticos, varias decenas de militantes radicales fueron desalojados y el Comité Provincia fue cerrado por orden de la intervención.
Las trabas continuaron el sábado, cuando la intervención hizo conocer una resolución por la cual se exigía el depósito de $50.000 en una cuenta del Banco Nación, para oficializar la lista de Farizano.
«Están buscando impedir la participación de amplios sectores radicales en las internas del partido», gritaba el sábado por la noche José María Farizano, en los pasillos del Comité Provincia.
El lunes, para poder presentar la lista de candidatos, los apoderados de Reafirmación Alfonsinista, tuvieron que recurrir a un escribano para dejar constancia de lo actuado. Durante el transcurso del día, Carlos Humberto Saravia, trató de modificar el cronograma ya establecido, inclusive violando la ley electoral.
“Los que no presentaron los avales el viernes pasado, no pueden participar en las elecciones internas del 12 de julio”, sentenció María Susana Tobio, miembro de la Junta Electoral.
Un poco de historia
La intervención al partido, fue una maniobra pensada y preparada por Carlos Humberto Saravia, con la anuencia del presidente partidario Alberto Luis Espeche y tenía dos finalidades, la primera y más publicitada, evitar que los sectores K tomen el partido y la segunda, la verdadera y más oculta, evitar todo tipo de contienda electoral y encaramar en el puesto más alto al propio “Uluncha” Saravia.
El representante de los policías acuartelados había planificado, hasta el detalle, su ascenso político en un proceso que debía completarse sin pasar por el plebiscito partidario, pero dejó tres cabos sueltos: José María Farizano, Matías Assenato y Eduardo Huaity González. En poco menos de un mes, dieron forma a un movimiento que captó la expectativa de la gran mayoría de los afiliados radicales. Ningún otro sector pudo llegar a articular un agrupamiento similar.
Ya lanzados los diputados nacionales del Acuerdo, Carlos Saravia, se abocó, junto a Diego Mariño, a buscar como aliados a los que más combatían: los kirchneristas. Fueron frecuentes las reuniones con Carlos Miguel Posadas, “Julin” Cardozo, la senadora Valle, Rubén Correa y Esteban Carral, pero a pesar de los asados, los cafés y las largas horas de charla, no pudieron llevar adelante un proyecto común.
“¿sabes por qué no se pusieron de acuerdo?”, comentó un encumbrado dirigente y se contestó: “porque todos quieren ser concejal en primer termino. Durante una reunión analizaron que con colgarse al saco de Gómez Diez, llegaban, sin esfuerzo y sin poner un mango. Es la teoría del parasito que desde hace años es esgrimida por los Posadas cada vez que se presenta la posibilidad de hacer una alianza”.
Este viernes vencen todos los términos, pero nadie duda de que las internas de la UCR se van a dirimir en los tribunales locales.