Un policía de El Carril devolvió una billetera con 20 mil pesos

Darío Monges, de 25 años, empleado de una ART de Salta, nunca pensó que una llamada telefónica, lo iba a traer de la desesperación a la calma, cuando del otro lado de la línea, a las diez de la noche del martes, José Gerardo Muñoz (37), que no se identificó como policía, le dijo: «tengo su billetera».

– Por Jesús Rodríguez

Fuente: Clarín, Salta. Corresponsal. 4 de julio

El policía, que además es instructor del Cuerpo Infantil de Policía, en la subcomisaría de La Merced, no contó el dinero que veía (20 mil pesos entre efectivo y un cheque), y halló un carnet de conducir con el que identificó al dueño de la billetera.

Desconfiado, esa noche Darío preguntó: «¿no es una broma? Le contesté así a la persona porque fui a tantas partes a buscarla, que todos mis conocidos sabían que la había perdido», recuerda Darío.

Por un instante, Gerardo -así lo llaman al policía-, se quedó en silencio y aseguró: «No señor. No es una broma». Y como para darle tranquilidad, le propuso al muchacho que «pase a buscar la billetera por la subcomisaría de La Merced (25 kilómetros al sur de la capital salteña), o por mi casa en El Carril (10 kilómetros más al sur)».

Ese martes, antes de las cinco de la tarde, Darío y Gerardo fueron a Placa Centro, cerca de la Rotonda de Limache, en la ciudad de Salta. Gerardo, el policía, compró tablas para el negocio de pesca que su padre tiene en El Carril. Darío, consultó precios de maderas para armar dos boxes en el consultorio que su esposa, Gabriela Palacios (20), está instalando porque es masoterapeuta.

Al salir del negocio Darío cree haber atendido una llamada en su celular: «Ahí la perdí. Al llegar a la casa, noté que no tenía la billetera. Regresé volando al corralón, desesperado y con taquicardia. Nadie vio nada. Fui a la pinturería de al lado y nada. Me quería morir. Ahí estaban nuestros 20.000 pesos que ahorramos durante tres años con mi esposa para montar su consultorio ahora que se recibió y recién llevamos seis meses de casados», cuenta Darío.

Luego, Gerardo y su hermano Raúl (24), salieron hacia el estacionamiento: «Ahí estaba la billetera en el suelo. La levanté. Vi que tenía dinero y no lo conté. Hallé un carnet de conducir. Esperamos un rato y decidí volver a El Carril. En el camino, mi hermano me decía pagáte una cerveza. No le dije nada, lo que pasa que es un cachafas», dice el policía. «Pero encontré en la billetera una estampita del Divino Niño Jesús de Praga, que es el Patrono del Cuerpo de la Policía Infantil, y él me ayudó a dar con Darío, al que lo busqué por la guía de teléfonos. No le acepté recompensa. Soy policía, le dije, y Darío se sorprendió, y me dio un abrazo», concluye Gerardo.

– Epígrafe de la foto: SONRISAS. EL POLICÍA JOSÉ GERARDO MUÑOZ Y DARÍO MONGE, AYER…

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