Me permito esta reflexión, debido a la importancia del caso y a las conclusiones que no se dicen y que saltan a la vista.
Mientras hay asesinatos con olor a mafia, obras sociales involucradas, el Estado patéticamente enredado en estos turbios negocios que tienen que ver con la vida de prácticamente todos los argentinos, nadie expresa qué cantidad de personas han sido afectadas por la mafia de los negocios en salud, que no sólo toca el área de los remedios; cuántas personas murieron creyendo que se las medicaba con lo debido.
Cito el ejemplo de los DIUs (ver nota http://www.salta21.com/spip.php?article2389 ) que se mandaron a las salitas del país a través del sistema de salud primario, para que las jovencitas puedan disfrutar sexo sin caer en embarazos no deseados aunque el mismo sexo desea el embarazo por naturaleza. Ahora estas mujeres (y no tan mujeres) quedaron expuestas a infecciones por falta de profilaxis en los empaquetados de los DIUs.
El ministro de salud nacional anterior, sobre quien caen no pocas responsabilidades de estas compras, estuvo preocupado por la salud reproductiva y la verdad es que de salud en las compras no hay nada, sino más bien una pudredumbre tremenda que tira pus para todo lados hoy por hoy.
¿Salud reproductiva? Como si la reproducción de los argentinos estaría enferma… más bien control de la natalidad en base a la manipulación de lo que es realmente la dimensión sexual de la persona humana. El sexo es para amarse en la pareja y para amar hijos, el placer que causa acompaña este gran propósito, si nos quedamos sólo en gozar la sexualidad queda desvirtuada y por lo tanto la persona humana queda castrada en una de sus facetas más dignas.
Volviendo al tema de los remedios, podemos descifrar la intencionalidad de algunos malditos que desde los espacios para servir al bien público causan tanta muerte, injusticia, robo, engaño, y fomentan la cultura de la muerte. Seguro que si se hacen bien las cosas habrían más personas sanas, más madres con niños felices y por lo tanto más familias en proceso de realización; menos muertes que causen tanto dolor ya sean por supuestas razones de salud o por asesinatos que no se esclarecen y que están vinculados a la mafia de lo remedios, a la mafia de la salud.
Han estado preocupados muchos funcionarios de estos últimos gobiernos en crear conciencia en los jóvenes en lo que respecta al uso de la sexualidad (salud reproductiva, paternidad responsable, etc..) mientras se realizaban negociados más terribles que afectan a toda la sociedad desde el sistema de salud, ¿qué remedio es confiable? ¿son las obras sociales para beneficiar a los asociados u hoy se las utiliza para introducir en los enfermos medicamentos truchos? ¿El ministerio de salud, desde el Estado, qué rol cumple si la salud de la población está sometida a estos procesos de corrupción que llevan a tantos sufrimientos por enfermedades e incluso a la muerte?
Se intenta parchar un gran déficit que existe en el tejido social y que tiene que ver directamente con los derechos de cada uno y con la justicia debida: el derecho a ser personas dignamente felices, la justicia que se le debe a los más pobres que son aquellos que tienen menos posibilidades de dignificarse y todo esto parece tener una sola dirección y es el exterminio de multitudes y de generaciones… Mientras tanto, algunos y sólo algunos con inmenso poder negro, sacan rédito de esta realidad miserable.
