El libro de Poemas Qosqo de Romano podrá leerse en Barcelona y en algunas librerías de Salta. En la velada de presentación participarán el poeta José Antonio Arcediano y el músico argentino Juan Alberto Jurado. Desde Europa para Salta. Un diálogo.
¿Por qué estás radicado en Barcelona, qué actividades estás haciendo allí?
– En Barcelona estoy hace dos años, pero recalé en España hace 6 y un poco más. Lo que me trajo aquí fue la inestabilidad económica, la posibilidad de tener un futuro para mí y mis críos. Darle la oportunidad de acceder a cosas que cuando yo era chico no las tenía. Estando en Salta veía que la estabilidad económica no la tenía… no me alcanzaba para sostenerlos. Trabajaba en el hospital Dr. Ragone, tenía un cargo de Auxiliar Administrativo, y estaba en la Universidad haciendo Metodología II, en el año 2003.
Además también me cansó el ambiente pesado y clientelista de los políticos de turno, que no hacen más que generar parásitos y estatismo. No hay un proyecto que se abra a los jóvenes, no hay un proyecto que sea para la gente, si estás en alguno tenés que ser de uno u otro partido. Eso cansa. Pensar en un futuro aunque acabara la carrera era difícil, en cambio, cuando surgio la oportunidad de venir aquí vi eso que en Salta ambicionaba. Claro que no fue fácil, pues uno llega aquí y está totalmente desprotegido, después de tres meses dejás de ser turista y te convertís en alguien que no tiene derecho a trabajar…. imagináte y uno viene con ese sueño. Te la tenés que rebuscar en lo que sea para tener un mango… y aquí hice trabajos que nunca había hecho en Salta… trabajé en la construcción como peón, también estuve como jardinero, trabajé en el campo (Málaga) cuidando avestruces… un trabajo duro como son los del campo. En una panadería haciendo pan para un pueblo, en Nerja (Málaga). Así pasé casi dos años hasta que pude conseguir los papeles para trabajar legalmente en el país. Lo bueno de todo esto es que trabajo que hagás es bien remunerado y realmente vale la pena, además aquí hay un valor diferente respecto al trabajo… a la división del trabajo como la tenemos en Argentina. Por ejemplo en Salta, vos ves a un obrero de la construcción yendo a su trabajo en bicicleta destartalada, con manchones y a veces hasta sin frenos; aquí la mayoría viene en motos o coche y tienen una vida que no le envidia ni a un médico (hago esta comparación sólo por el hecho de que algunos ganan mucha plata). Pagan la hipoteca de su casa y pueden mantener a sus hijos.
Hoy sé que el panorama no es el mismo por la debacle económica mundial pero de entrada el obrero que queda en Paro (sin trabajo) tiene un ayuda social bien fuerte del estado español.
La política aquí también se desenvuelve de otra manera: no hay un partido que es el dueño y señor y hace lo que quiere. A esto lo vi positivo y saludable para la democracia. Todos los sectores partidarios tienen su voz y son escuchados en los medios del país, en el mismo congreso cosa que no he visto en Argentina. He visto que a los políticos estafadores y fraudulentos los meten en la cárcel y le hacen devolver todo lo que se roban. Bueno… sigo con mi historia y dejo de divagar demasiado. Pasaron los años, fui varias veces a la Argentina a visitar a mi familia, y una vez estando de paseo por Barcelona con mi pareja (salteña) nos quedamos alucinados por la Rambla y por el movimiento de la ciudad y pensamos que podríamos trasladarnos para seguir proyectando nuestra vida aquí.
En Barcelona trabajo en un Bar-Restaurante Argentino, desde que llegué aquí, ahora he retomado mis estudios para terminar la carrera aquí en la Universidad de Barcelona, hago Filología Hispánica. Colaboro también con el Centro Argentino de Cataluña organizando eventos literarios y estamos en un proyecto muy lindo que es una Antología de la poesía de Barcelona y Salta. Espero que se concrete, nos falta lo económico pero bueno veremos como va eso.
Referínos acerca de la publicación de Qosqo, ¿qué significa este título?
– Mi último libro Qosqo , palabra quichua que significa Ombligo del mundo, contiene mis últimos poemas y representa un viaje que hice hace unos años al Cuzco y el viaje que hice hasta aquí. Lo que sentí al estar en esta ciudad con tanto pasado de opresión hacia Latinoamérica. Es un grito, es un encuentro conmigo mismo porque me siento un habitante latinoamericano traspasado por los andes. Me siento parte de ese paisaje.
¿Qué visión tenés, desde Barcelona, sobre la política cultural salteña?
– Sobre la política cultural salteña puedo opinar por lo que leo y por lo que me cuentan mis amigos. Realmente creo que no ha cambiado mucho. Sólo espero equivocarme en este concepto.
¿Creés que Buenos Aires es el ombligo de la Argentina en materia de producción cultural?
– Lamentablemente es así, se generan los cambios siempre desde la capital del país y si no porqué se irían poetas u otras personas a Buenos Aires, van a buscar la venia de la capital… de los que manejan el cánon. Por suerte hay gente que está generando otro tipo de mirada respecto a la cultura y alguno de ellos son los poetas Carlos Juárez Aldazábal (Salta) y Sergio De Matteo (La Pampa).
Como escritor de poemas: ¿qué es lo que más te conmueve de la vida?
– No hay una sóla cosa que me conmueva, me conmueve la vida: cada gesto, cada ademán, cada cosa por tonta y difícil que sea. Cuando estaba trabajando en el campo, en un campo de olivos… estaba sólo en la inmensidad de esos cerros verdes llenos de olivares… mientras podaba y arreglaba cada planta escuchaba unos fandangos, coplas sevillanas en la radio y de repente, no sé porqué, se me venían a la memoria coplas de comparsa y entonces en esa Soledad cantaba esa coplas y me sentía mas cerca de mi país y mis sueños.
¿Extrañás Salta?
– Claro que uno extraña mucho su tierra pero quisiera también que esa tierra fuera un lugar digno para vivir para toda la gente, una tierra en donde mis hijos pudieran tener un futuro. Pero todo se viene abajo cuando leo y veo en los noticieros lo que pasa en mi país, con los continuos cortes de ruta, con los despidos en las fábricas, con las cargas policiales sin contemplaciones, con la irracionalidad hacia los antiguos habitantes de la tierra, con los mismos políticos que no se desbancan de sus puestos y siguen ahí como fósiles… amo a mi tierra y a su gente por eso es que me duele todo lo otro.
