Cuatro veces tuvo que salir anoche Pablo Márquez a agradecer los aplausos y bravos tras su concierto para el Mozarteum. La cálida relación del público salteño con el guitarrista jujeño radicado en Europa se renueva con cada presentación del artista en nuestro medio
Pablo Márquez abordó en primer lugar la obra Seys libros del Delphin, de Luys de Narváez. Continó con Chacona en re menor de Juan Sebastian Bach. Para el final: Los doce estudios de Heitor Villa-Lobos. Tras los reiterados aplausos y bravos Márquez se despidió con un vals de Agustín Barrios.
Solvencia, precisión y pulcritud con un estilo de alto nivel académico y artístico reafirmaron otra vez los méritos de una trayectoria destacada a nivel internacional lograda por un músico nacido en San Pedro de Jujuy pero ligado artística y personalmente a Salta, que lo considera un talento propio.
Ese romance se renovó anoche ya que tras el concierto los aplausos y los bravos no parecían expresar sólo la satisfacción estética por lo que Pablo entregó con su guitarra sino un reconocimiento afectuoso y un cariño acendrado.
Con su estilo serio, parco y medido el artista recibió la efusión de un público al que visita periódicamente para entregarle su arte forjado en el sonido diáfano de cuerdas vibrantes al ritmo de un trabajo riguroso y sensible.
Premios conquistados a los 20 años en Río de Janeiro y París, y luego en Ginebra y Munich le abrieron a Márquez las puertas de los más importantes centros musicales del mundo. Radicado en Europa para completar su formación musical, fue decisivo su encuentro con el legendario pianista húngaro György Sebök quien no sólo influyó en el guitarrista musicalmente sino que lo instó a volver a los escenarios.
Márquez transita un repertorio de gran amplitud que va del Renacimiento a la más reciente vanguardia pasando por el folclore salteño, con infrecuente curiosidad musical, comprensión de diferentes estilos y original inspiración espontánea en su manera de tocar.
Otro aspecto destacado del guitarrista es su capacidad pedagógica, ya que es invitado a dar clases en todo el mundo y cada vez que viene a Salta brinda una «master class» para los artistas salteños. En 2005 ganó la cátedra de Profesor en la prestigiosa Musik-Akademie de Basilea, Suiza.
En mayo Pablo Márquez grabó en disco compacto Música del Delphin del compositor renacentista español Luys de Narváez en el sello alemán ECM. Entre sus próximos proyectos está la grabación de A Fuoco de Luca Francesconi -con el Ensemble Intercontemporain- y estrenos de obras de Torres Maldonado, Strasnoy, Tanada y Park.