Antes de dirigir en Salta el Concierto de El Mesías, Izcaray habla de todo con Salta 21 y se proyecta así: «seguir haciendo música al más alto nivel». Y es tajante: «puedo asegurar que la orquesta (de Salta) no está destruida». Disfruta de su titularidad en una Orquesta de Venezuela y su carrera sigue en ascenso.
Arena y sol, un mar azul… así es Margarita… una isla en Venezuela, desde donde conversamos con Felipe. Y sí… Margarita es una postal, además de describirla con palabras, me manda una foto que revela su hermosura.
Y nos adentramos en el aspecto profesional-musical, hablamos sobre su actividad presente, nos metemos entre los recuerdos de la Orquesta Sinfónica de Salta pero también, dialogamos sobre los últimos sucesos vividos en ella.
¿Cuál fue exactamente la propuesta que te hicieron en Venezuela?
– Me ofrecieron la titularidad de la dirección de la Orquesta del Estado Nueva Esparta, el cual está compuesto por las islas de Margarita, Coche y Cubagua. Fue una oferta del Mtro. José Antonio Abreu, del Sistema Nacional de Orquestas Juveniles de Venezuela (FESNOJIV) y de la Asamblea misma de la orquesta. También tengo a mi cargo la organización y conducción de una cátedra permanente regional de Dirección de Orquesta. Además soy director itinerante de la FESNOJIV, que tiene orquestas a todo lo largo y ancho del país. Me trajeron primero en marzo para mostrarme el panorama de la orquesta y luego vino mi radicación en Isla Margarita con el fin de asumir esa posición.
¿Esto es un pico más- digo- un punto de ascenso en tu carrera de director?
– Cuando te llaman para elevar el nivel artístico de una orquesta implica no sólo un enorme reto, sino que es de entrada un ascenso, porque están poniendo confianza plena en tus capacidades como profesional y como líder de una comunidad. Por supuesto que es una situación «cuesta arriba» que hay que afrontar y realizar, pero ahí es justamente donde puedes demostrar tus habilidades y eso vale la pena. Además, he regresado a Venezuela, donde he recibido las mayores muestras de afecto, respeto y admiración por parte de músicos e instituciones. Regresar de esta manera es, en sí, un ascenso.
¿Qué lugar ocupa profesionalmente la Orquesta que dirigís allá?
– La Orquesta Sinfónica del Estado Nueva Esparta es una de las principales organizaciones orquestales del oriente venezolano. Tiene una tradición de 15 años, a los que se suman otros tantos como orquesta juvenil. En Margarita se han realizado importantes festivales tales como «Violines de la Mar», dedicado a conciertos de violín con prestigiosos solistas y la orquesta residente fue precisamente la OSENE. Además, la agrupación es miembro de la Federación Nacional de Orquestas (FEDEORQUESTAS), organismo que aglutina a las principales orquestas de la nación.
¿Conviene económicamente el hecho de haber aceptado?
– La oferta económica es la mejor que me han hecho en muchos años, ya que mis responsabilidades incluyen las tres actividades antes mencionadas y que me mantienen en constante movimiento, dentro y fuera de Isla Margarita. En el breve tiempo que llevo aquí he realizado los conciertos regulares en la isla, pero también dos conciertos muy importantes en Caracas: uno con la Juvenil de Caracas (una excelente orquesta de altísimo nivel) y otro con la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas.
¿Cómo te trata el país, cómo está la Venezuela de Chávez?
– El país me trata muy bien, gracias a Dios. Mi vida en Margarita transcurre con tranquilidad, sin roces políticos y sin tener que responder a burocracias atosigantes o defenderme de intereses oscuros o de manos negras como se dice en Argentina, o «manos peludas», como decimos por mis pagos. Respeto la institucionalidad, y tengo excelentes relaciones con el gobierno provincial y con instituciones de la Nación. La Venezuela que mencionas está convulsionada por los hechos que son harto conocidos, pero mi formación cívica y ética me permite abogar por la convivencia sin rencores y sin odios. Cuando dirijo un concierto, tal y como dijo un colega venezolano recientemente, estoy consciente que por por delante está la orquesta y por detrás el público, donde hay gente que piensa de distintas maneras. La música debe ser factor de unidad. Por eso los artistas debemos trascender las pequeñeces de los políticos que están en sus cargos de manera provisoria. Ellos en algún momento no estarán más. La música y sus instituciones, por el contrario, dejan huella y permanecen en la historia.
Margarita, ¿te gusta? ¿Cómo es ese lugar?
– Es todo lo que se piensa y se sueña de una isla del caribe, aunque se congestiona mucho en temporada alta por ser el principal destino turístico del país, junto con la ciudad de Mérida en la región de los Andes, donde estuve antes de irme a Salta y que aún conserva su ambiente aldeano. Los paisajes de Margarita son increíbles. La brisa marina te acaricia todo el tiempo, el sol es cálido y también el agua; las arenas claras, la gente amistosa y tiene ese espíritu provinciano que me gusta tanto. En toda la isla no se llega al medio millón de habitantes, aunque en diciembre y en Semana Santa la población aumenta por el turismo. Por cierto vienen muchísimos argentinos y recién me enteré que próximamente habrá vuelos charter a Margarita desde Jujuy. Eso está bueno.
¿Seguís ligado a la OSS? ¿Cuáles son tus cargos actuales en la OSS?
– Soy Director Honorario y según el Decreto en que se me designó como tal, debo dirigir un mínimo de dos programas por temporada. El grado de relación que tenga con la orquesta dependerá obviamente, de los criterios de programación del director de turno. En este aspecto, mi posición, que es vitalicia, me proporciona la comodidad de esperar tiempos mejores en cuanto al número de programas a dirigir.
¿Seguramente te has enterado de los sucesos que vivió la OSS por el viaje a Cachi. ¿Qué opinás de todo esto?
– Lo lamento profundamente, sobre todo porque se afecta la imagen de la orquesta, de la que no puedo dejar de sentirme apegado, más aún en mi calidad de Director Fundador Honorario vitalicio. Me dolieron mucho los comentarios donde le pasaban toda la responsabilidad a los músicos y hasta los acusaban de despreciar al interior de la provincia. En los seis años de mi gestión al frente de la agrupación puedo asegurar que muchas veces las condiciones de viaje y de la actuación misma fueron menos que ideales. Tocamos en Cerrillos, Rosario de la Frontera, Rosario de Lerma, El Carril, Chicoana, Tartagal, Orán, Güemes, Embarcación, Metán, Cachi, Coronel Moldes, etc. Te pongo varios ejemplos:
1) En Tartagal en el 2003, los micros nos dejaron varados en el lugar del concierto y tuvimos que caminar varios Kms hasta el sitio donde íbamos a tener la cena, y luego otros tantos Kms hasta el hotel.
2) En Cachi en el 2001, no se previeron los gastos para la cena, así que nos manejamos con unos sandwiches y gaseosas que pagamos entre varios en una despensa local. Esa misma noche nos regresamos.
3) En Orán, en diciembre del 2004, tocamos en la plaza con una altísima temperatura y las luces atrajeron a miles de bichos que se nos adherían a la ropa y hasta se nos metían en la boca y en las orejas. Los músicos se la bancaron y después disfrutamos todos de un hermoso baño en la pileta del hotel. Nadie se quejó de los bichos o del calor. Era otra época…había mística… En ningún momento decayó el entusiasmo de los músicos por las inconveniencias en esos conciertos, como tampoco la conciencia de que el tocar en los pueblos chicos de la provincia era una parte importantísima de la misión y de la esencia de la orquesta. Siempre me sentí privilegiado al dirigir a ese grupo de músicos y el ambiente era muy positivo. Como director estuve con ellos en todas esas ocasiones y cuando se presentaban conflictos ellos sabían que yo estaba allí, en el podio y fuera de él, con la mejor voluntad de ayudar en este tipo de situaciones.
¿Te parece que hay como una especie de destrucción de la orquesta o que esto sucede porque se vienen los concursos y están buscando la «vuelta» para dejar gente afuera?
– Es muy difícil destruir una orquesta que en tan corto tiempo llegó a los niveles de excelencia que llegó la de Salta. La trayectoria musical de la orquesta trascendió a toda la nación y fuera de ella. La transmisión de los conciertos del año 2003 por Film & Arts que ofrecimos en Bariloche, y la 9ª Sinfonía de Beethoven bajo un torrencial aguacero ante un delirante y gigantesco público, el cual también transmitido en vivo y luego en diferido, mostraron a una orquesta llena de vida, pujante, positiva (comentario hecho por un colega del extranjero). Ese cuento chino de que la orquesta «estaba en franca decadencia», o que «carecía de liderazgo» no se lo cree nadie, ni siquiera las personas malintencionadas -para ser generoso con los términos- que lo inventaron. Al frente de la orquesta había un director profesional, honesto, preparado, con virtudes y con defectos obviamente, pero consecuente con sus ideas y principios. Uno que dirigió un enorme porcentaje de los programas y no estoy hablando de presentaciones, sino de distintos PROGRAMAS, que es muy diferente. Además TODOS los ensayos preparativos de esos programas los hizo el director. Puedo asegurar que la orquesta no está destruida. He escuchado al actual Secretario de Cultura decir, que con respecto al futuro de la orquesta a él solo le interesa que los resultados sean beneficiosos para Salta y no para personas en particular. Estoy muy de acuerdo con esto. Lo principal debe ser Salta, y en esto incluyo al digno cuerpo de profesionales que han dedicado su esfuerzo y preparación a la vida cultural de la provincia.
¿Te cuento que el viernes 6 dirigió el concierto Pedro Ignacio Calderón aquí en el Provincial. Fui a al concierto. Sonaba muy bien la orquesta y había escaso público. ¿Es realmente el mejor director del país? ¿Escuchamos el máximo nivel de dirección orquestal?
– Conozco al Mtro. Calderón desde que venía a dirigir en Venezuela por los años los 70 y 80. Es un músico sólido y muy preparado, reconocido como una de las principales batutas del continente sudamericano. Que sea o no el máximo nivel de dirección orquestal ya depende de los gustos individuales. Yo tuve la mejor disposición de invitar al Mtro Calderón a dirigir la orquesta de Salta, pero me lo impidió la Secretaria de Cultura de entonces. Ella aducía que Calderón era «persona non grata» en Salta y lo responsabilizaba de que la Orquesta Sinfónica Nacional no se hubiese presentado en Salta por un problema sindical años antes de la creación de nuestra Sinfónica. Si yo hubiese gozado de la libertad de acción que se le ha dado al actual director para hacer contrataciones, puedes estar segura que el Mtro. Calderón hubiera sido un invitado de honor de nuestra orquesta. Ahora, con respecto a que no haya habido suficiente público en su concierto es realmente lamentable. Siempre que la orquesta tenía invitados de renombre, se hacían todos los esfuerzos por enterar al público de su venida. La OSS se cansó de llenar la Casa de la Cultura, el teatro Victoria, el estadio Delmi, incluso con un género tan especializado como es la ópera. Ni hablar del escenario más difícil: las calles de la provincia. Cuando yo invité al actual director -en dos oportunidades- para que dirigiera la Sinfónica de Salta, tuvo alfombra roja y butacas llenas. Así recibíamos a nuestros huéspedes, además de estar pendiente de darle la mejor bienvenida para que lo pasara lo mejor posible en nuestra ciudad.
¿Vas a estar en Salta y vas a dirigir El Mesías de Handel. ¿Cómo te sentís para este concierto?
– Me siento muy bien, con la misma expectativa que siempre he sentido al dirigir la orquesta que fundé y con la cual se realizaron conciertos extraordinarios en todos los niveles y géneros: sinfonías, conciertos, Opera, Ballet, cantatas, oratorios, música de cine, música popular, Rock, Tango, y Folklore. Es un sentimiento muy especial, porque al estar en ese podio, recuerdo con orgullo y sin falsa modestia que tuve bastante que ver con el hecho de que esa estupenda orquesta exista. También sigo sintiendo el mismo agradecimiento por los músicos que colaboraron conmigo en esa labor, y es siempre un placer reencontrarme con ellos, recordar a los que ya no están, y conocer a los nuevos integrantes del grupo.
Después de tu estadía en Salta, ¿Cómo sigue tu carrera?
– Por ahora debo regresar a Venezuela a dirigir el cierre de esta parte de la temporada de la Orquesta del Estado Nueva Esparta y comenzaré la nueva temporada a mediados de enero. Como sabes, el año orquestal en el hemisferio boreal va de septiembre a julio, así que comenzamos actividades muy temprano en Enero arrastrando el entusiasmo que nos dejan las festividades Navideñas. Y en cuanto a mi carrera, además del reto que me ofrecen mis actividades en Venezuela, seguiré siempre dispuesto a cooperar donde me necesiten para seguir haciendo música al más alto nivel.
Fotos para el recuerdo:
– Foto de portada: con Martha Argerich, septiembre 2005; foto 2 con la Orquesta Sinfónica del Estado Nueva Esparta y la violinista de 13 años Vanessa Emperatriz, durante ensayos y concierto, Concierto No. 2 de Henri Wienawski; foto 4 del 9 de diciembre de 2004 publicada en tapa de Clarín; foto 5 con Eduardo Madeo y el Dúo salteño; foto 6 del concierto bajo la lluvia.
– Nota relacionada:
“Hay Felipe Izcaray para rato”: la pasión por la Sinfónica de Salta
http://www.salta21.com/spip.php?article1431