Salta: iglesias iluminadas y escuelas apagadas. Incidencia Opus Dei

Un paseo por el micro centro basta para descifrar el código de iluminación privilegiado existente porque hasta para tener luz en esta provincia, hay que demostrar poder. Lo que se ilumina se destaca en demasía, se observa y se admira. Se centraliza. Y de un lugar iluminado- léase- salen las luminarias que nos gobiernan.

El símbolo más fuerte del poder que reina en Salta es la iluminación de la Catedral Basílica. ¿Cuánta energía eléctrica se lleva darle luz al poder? Mientras las escuelas que alguna vez soñó el ideal sarmientito definiéndolas como “el templo del saber” permanecen abandonadas no sólo a las buenas de la política sino abandonadas al interés de la sociedad en tanto lugar del conocimiento, las iglesias de Salta brillan por la noche y no se escatiman esfuerzos en exhibirse bien pintadas y embadurnadas. Hoy notamos la inversión de ideales en una nueva ecuación: “el templo del poder”.

Cuando se hace una lectura semiótica de la ciudad, observamos que mientras los murciélagos se devoran las oscuridades de las escuelas, las iglesias están cada vez más y mejor iluminadas. Eso tiene que ver con lo que para el gobierno es digno de resaltar: el aspecto religioso. Y ello decididamente significa todo para Salta: allí está el templo del poder, el saber es manejado por unos cuantos, la iglesia manda. Basta con analizar las políticas excluyentes que se implementan en donde la vieja pirámide clero-nobleza-plebe intenta seguir manteniendo sus viejas características. En la edad media los que manejaban el saber eran los nobles- hoy sería la neo clase privilegiada integrada por los funcionarios- y la iglesia. La plebe era iletrada y con muy baja y nula posibilidad de ascenso social. Tal y como ocurre en la Salta actual. El pueblo no ve futuro en la educación, no ve un motivo de cambio para la vida con la educación. Luego en la mentalidad de los que nos gobiernan prima la destrucción de la escuela pública con pobres inversiones en los planos salariales y tecnológicos sin una estratégica implementación que devuelva la “fe” en el estudio y con ello se recupere la Cultura del trabajo.

¿Para qué importa el pueblo? Para llenar las calles de fieles el 15 de setiembre y para “meterles” hasta por las orejas el mensaje de “austeridad” al tiempo que Urtubey y el resto de los funcionaros son millonarios. La austeridad y la humildad y la obediencia son para los tontos mientras la corrupción avalada, el saqueo legal y la riqueza son para los vivos que nos gobiernan.

Eso venden con las iglesias encendidas, eso venden con las escuelas apagadas.

La falta de brillo y majestuosidad de la educación se ven reflejadas en la falta de cuidado de sus edificios avejentados, derruidos, descascarados, basta con mirar por las noches cualquier escuela del centro: lugares sin luz, abandonados, castillos de terror y poco destacables. Ni qué hablar de las que están en las márgenes, en las villas, en los barrios. La oscuridad de la educación tiene que ver también con el apagón de las ideas, con la falta de crítica, con la chatura intelectual, con la falta y nula preparación de los jóvenes para el futuro. Así como se le ofrece una vida subsidiada, las aspiraciones son: ser “corrupto” que es sinónimo de funcionario, ser “narco” o vendedor, ser policía – que es fácil- ser prostituta o ser madre de cinco hijos para obtener casi mil pesos del estado.

El Opus Dei

Los miembros de pertenencia a este grupo son acusados de constituir una secta que tiene relación directa con el poder político. Se trata de personas cuya nómina es del ámbito privado. El secretismo, el conservadurismo y el reclutamiento de adeptos son sus principales características negativas. Pero no caben dudas de la incidencia que llevan a cabo en el poder político para garantizar una sociedad medieval amparada en la fe católica.

En Salta, en el país y en el mundo, para tomar decisiones políticas de cierta magnitud, la iglesia debe estar de acuerdo.

Nuestra provincia se caracteriza por estar manejada por el Opus Dei y por responder a una línea de pensamiento – de ultraderecha y reaccionaria- que nos hace una sociedad hipócrita, conservadora y falsamente religiosa – por la decadencia moral- pues responde a principios económicos del poder, más claro? Responde al dinero.

En la web, así se dice del Opus: El actual Papa Benedicto XVI, cuando era cardenal dijo que el Opus Dei es «la unión sorprendente de absoluta fidelidad a la tradición y fe de la Iglesia, y la apertura incondicional a todos los retos de este mundo». Sin embargo, el Opus Dei ha sido criticado por promover una visión demasiado ortodoxa (pre-conciliar) de la fe católica romana. Los críticos dicen que el Opus Dei logró acercarse más a la cúpula del Vaticano gracias al Papa Juan Pablo II, para lograr convertirse en una «iglesia dentro de la iglesia» siendo empleada como una «fuerza de choque» por la necesidad de llevar a cabo una «nueva evangelización» con principios ultraconservadores y reaccionaríos. De otra parte, sus partidarios dicen que este término «conservador» está mal aplicado a nociones religiosas, morales e intelectuales. Sin embargo otros dicen que el término es lo bastante amplio como para aludir a actitudes de conservadurismo en general, no exclusivamente en el campo político.

Los críticos dicen también que los miembros del Opus Dei no serían libres en materias políticas, ya que seguirían una ideología de tipo «nacional-católico» y según éstos los miembros del Opus Dei estarían en la derecha política, impulsando una influencia conservadora en el mundo, promoviendo las políticas más tradicionales del Vaticano. De acuerdo con los portavoces de «Opus Dei» esto no probaría la relación del Opus Dei con la política, sino la actividad política de algunos de sus miembros. No obstante, el debate sobre el Opus Dei y su papel en la política sigue vigente hoy en día.

Los miembros del Opus Dei remarcan que la institución tiene una finalidad únicamente espiritual, y que cada miembro asume sus responsabilidades profesionales en el mundo de la política o los negocios, sin hacer partícipes de ellas a los demás miembros y menos aún a la institución. Escrivá decía que los fieles del Opus Dei podían tener la postura política que quisieran, siempre y cuando no entrara en contradicción con la doctrina católica.

– Fotos tomadas el 5 de diciembre de 2009 a la medianoche.