«Cuballet», en busca de la jerarquía artística de la danza

Hace años tuve la oportunidad de participar del entonces XVIII Curso Práctico Internacional de la Escuela Cubana de Ballet y su Primer Taller Metodológico para Maestros, llevado a cabo en Brasil.

Dichos cursos internacionales, que llevaban el nombre de «Cuballet» se realizaban en casi todos los países latinoamericanos, con el fin de hacer conocer el trabajo, la metodologìa y los frutos artísticos obtenidos por dicha Escuela Cubana, la que dio y sigue otorgando, bailarines de prestigio internacional.

Cabe destacar que Cuba, es uno de los pocos (por no decir el único) país de Latinoamérica que posee una metodología y escuela propia y unificada en la enseñanza de la Danza, asi como niveles Superiores y Universitarios en la especialidad, hasta llegar a los Doctorados.

Por supuesto que en dicho país, la especialidad de la Danza, como en aquellos países en que el Arte es considerado una profesión de la más alta jerarquía, el status profesional y social de los bailarines y maestros, se iguala a la que en otros paìses tienen las profesiones tradicionales como la medicina, abogacía, ciencias económicas,etc.

Mi experiencia de haber participado activamente y convivido con maestros y bailarines cubanos, durante un mes de arduo trabajo de lunes a sabado de 8 a 19 hs., me devolvió la esperanza de que en toda América Latina se otorgue a la especialidad de la Danza, la jerarquía artística y profesional que dicho arte se merece.

A la vista están los frutos obtenidos por dicha escuela, cuya metodología prolija, exigente y completa, otorga al estudiante y futuro bailarín profesional las armas necesarias para ser estrella, luego de lo cual, pueden optar por graduarse en la Universidad para ser Maestros o Coreógrafos.

Habiéndose basado en la Escuela Rusa, iniciada por Vagánova, los cubanos modificaron y optimizaron la estructura de la enseñanza de la Danza, en miras a formar bailarines de primer nivel, sobre todo impulsando a la juventud. Es así que los bailarines que forman la Compañía Nacional de Cuba, son jóvenes que llegan a la fama antes de sus 20 años de edad.

De lo observado, esta Escuela ha tenido gran éxito en a preparaciòn de bailarines varones, quienes detentan una técnica al punto de la acrobacia,creando pasos y movimientos que aùn no tienen denominaciòn en la nomenclatura de la Danza Clásica.

Los estudios comienzan a la edad de los 4 años, con el Baby Ballet, basado fundamentalmente en un trabajo de eficiencia física, tomando parte docente de Gmnasia especializados en la actividad del bailarìn. Además del fortalecimiento de la musculatura, la eficiencia física otorga la oportunidad de que los niños desarrollen su actividad lúdica y expresiva; y a través de los juegos, el niño va inconscientemente fortaleciendo su cuerpo y menta, preparándolo para el Pre-ballet ( estadio siguiente), en donde se seleccionan a los más talentosos para continuar una ardua carrera como la de bailarin profesional.

En el Pre-Ballet (6 a 10 años de edad), los alumnos avanzan en el aprendizaje de la técnica de la danza clásica, si bien siguen trabajando con ejercicios gimnásticos especializados, a fin de otorgarles resistencia, flexibilidad, creatividad, espìritu de colectividad y vocaciòn por la especialidad.

Los que hayan pasado este nivel, comienzan las Escuela propiamente dicha, con ocho (8) años de estudio, cinco de elemental y tres de nivel medio, a cuyo término se gradúan de bailarines,

Contando con un staff docente de excelente nivel, que abarca desde la usual clase de tècnica de danza clásica, clases de puntas, «partenaire», adagio y saltos, hasta una preparaciòn que se completa con actuaciòn teatral, maquillaje artìstico, diseño teatral, direcciónde escena, psicología de la danza, coreografìa, etc., los asistentes a los Cuballets podíamos apreciar de cerca, el proceso de formaciòn de bailarines de talla internacional, los que son requeridos como bailarines solistas o «estrellas (étoiles) en las grandes Compañías de Ballet del mundo.

Estimo que Argentina, salvando los orgullos individuales, debe tomar ejemplo, aunando, con la participaciòn de los importantes Maestros y Metodólogos de todo el país, una metodología de enseñanza propia, que tome en cuenta las características físicas, intelectuales, psicológicas, étnicas, culturales, etc. de los argentinos, y ponernos al nivel de las más importantes Escuelas de ballet del mundo.

Obviamente esto tiene que estar organizado e incentivado por instituciones como el Instituto de Arte del Teatro Colón (ISATC), el Instituto Universitario de Arte sede Buenos Aires (IUNA) y otras entidades oficiales reconocidas por los organismos oficiales por su nivel académico en la Enseñanza de la Danza.

Basta de seguir «modas» a capricho de las autoridades de turno tanto de ISATC o IUNA, etc..

Hoy encontramos con que la «onda» es metodología Vagánova, mañana la inglesa, pasado la francesa y así… y la Enseñanza de la Danza Clásica en Argentina, es una mezcla de abordajes de distintos métodos, dependiendo de cuántas haya aprendido el Maestro en cuestión. En definitiva, en Argentina encontramos, el tan mentado «cada maestrito con su librito».

– NdR: la autora de la nota es Abogada, Notaria, Prof. Nac. de Dza Clásica, Especialista en «Evaluación y Gestión de Instituciones de Nivel Superior». Para leer artículo anterior, hacer click en el nombre.