Manojos festeja 15 años con un taller para actores.
Taller de entrenamiento para el actor/bailarín
Dictado por Jorge Pedraza
El taller apunta al desarrollo del entrenamiento personal, a la adquisición de principios técnicos, a un actor conciente de sus capacidades coordinativas, expresivas y creativas del cuerpo, la voz y la imaginación como unidad productora de sentidos.
El cuerpo, sus partes, su rastro, su música, su textura, su peso, sus direcciones, todas son búsquedas que el entrenamiento físico debe localizar. El apoyo natural de nuestros píes, además de base de nuestro esquema corporal, es el contacto natural con la tierra y el puente que comunica la energía personal con la energía celeste del universo. El énfasis está en las distintas calidades de energía y en el manejo consciente del cuerpo en el espacio físico. El trabajo consiste en combatir nuestros amaneramientos, nuestros hábitos, nuestra cotidianeidad, nuestra comodidad. A través de la respiración se busca sincronizar con la tierra en su doble acepción, la tierra como microcosmos, parte de un macrocosmo energético, y la tierra como origen particular, nuestra tierra, nuestro contexto.
Las manos tienen voz propia. Aprender a hablar, significa conocer el alfabeto que posibilita la palabra y el texto de las manos. El actor tiene como meta alcanzar niveles sígnicos.
El movimiento parte desde el centro de la columna, los omóplatos se abren y se cierran en el abatir de las alas que se prolongan hasta los dedos. También se involucra la cabeza, cuello y base de columna. El flujo de energía atraviesa cada partícula y entonces los músculos de la cara se transforman dejando salir los sonidos desde el centro del abdomen, desde la columna, desde la nuca, desde la punta de los pies, desde las uñas de las manos.
Los ojos tienen una importancia capital. La mirada que cruza el espacio y describe recorridos, que se estaciona en un punto, se internaliza y se exterioriza, que se abre en el espacio total o que cierra un enfoque y busca otro par de ojos para conectarse en la intimidad. En definitiva, la organicidad, la búsqueda de códigos expresivos y la conciencia de la mirada de otro, que luego, será el público, son algunos de los puntos a alcanzar.
-La Sodería
– Informe: Verónica Pérez Luna
