Estimados:
Una de las maneras de terminar con el acoso o mobbing, es que se difunda y se conozca, para que una situación que se lleva en el «anonimato» se conviertaen pública, que es lo que no desean los acosadores en lugares de trabajo.
Digo lo que enuncio, porque últimamente, tuve que borrar de la lista a muchos destinatarios que me «rebotan» los mensajes, creyendo que se trata de chismes y y cosas por el estilo, cuando incluso, es un pedido de ayuda y de solidaridad…
Mientras deambulaba por el centro de la ciudad, enbusca de algún lugar que vendiera la bendita tarjeta «Saeta», puesto que el que se resiste a comprarla de la forma compulsiva en que se está obligando a la ciudadanía a hacerlo, termina sin poder ir de un punto a otro, dada la extraña escasez de monedas…, decidí aprovechar algo de ese tiempo «invertido» en una»pasión inútil», a los fines de interiorizarme el estado de los exptes. gestados en la Exma. Cámara Federal de Apelaciones de Salta, Justicia Federal, Poder Judicial de la Nación.
El expte. 259/07, que se relaciona con el increíble caso de las otrora Auxiliares de Sociología, Profs. Lucrecia Coscio e Iris Olarte, que me acusaran sin pruebas, de haberlas presuntamente discriminado por ser mujeres y que en determinados niveles de la Pcia. trabajaron durante unos meses de 2007 bien juntitas (¿será «casualidad»?…), está listo para sentencia del Juez que oportunamente, dictamine.
El gentil administrativo que me atendió, me dijo que por la poca complejidad de lo que se tramita, puede que para noviembre de 2008 (o antes), esté la sentencia.
El expte. 329/07, que se vincula con el inaudito pedido de sumario por haber dado un parecer, si sequiere, «ácido», sobre el (dis)funcionamiento de la universidad en una entrevista de 03 de octubre de 2006 en Salta Libre, se halla en manos del Fiscal para dilucidar si la Cámara es competente o no. Igual acontece con expte. 330/07, que se refiere a la recusación de la Prof. Teresa Álvarez, la que no sólo cometió pre juzgamiento al aconsejar no aprobar en su momento el Programa de Sociología 2005, sino en su descargo mismo.
Una vez establecida la competencia dela Cámara para intervenir, correrán traslado de los sendos recursos elevados, lo que puede acontecer hacia mediados de marzo.
De los exptes. enlazados con los Amparo por Mora, interpuestos en Juzgado en lo Civil y Comercial Nº 2, a cargo del Sr. Juez Dr. Miguel Medina, el que aludía a la acusación de cretino machista por parte de las Auxiliares que se «prestaron», por «sugerencia» de los»endogrupos», a semejante cosa…, tiene ya la sentencia judicial firme: las costas deberán correr acargo de la institución.
La administración tenía desde 05 a 20 días, según la clase de trámite, de forma que al haber sido notificada en 18 de diciembre de 2007 de la sentencia, caducó ampliamente el plazo máximo de 20días para la apelación por parte de la universidad. ¿No era que tenían razón? Y si es así, ¿por qué no apelaron la sentencia que los hace correr con las costas? Al estar convencido yo que me asiste eso que se denomina «verdad», si hubiera habido para mí una sentencia desfavorable, la hubiera apelado.
Sin embargo, no es esto lo que lleva a cabo la universidad…Los otros dos exptes. que están con Amparo por Mora, pueden resolverse hacia la segunda quincena de abril y es altamente factible, que por igual sean con fallos positivos para mi persona.
En otro orden de asuntos, cuando en 3 de marzo a la tarde me preparaba para los exámenes de la asignatura en la que todavía estoy a cargo, un colega, sin especificar si es varón o mujer, a la par que dialogaba con un administrativo, y también sin especificar su sexo, enunciaba que había gente que merecía estar en la Facultad y otras, en obvia alusióna mi persona, que no lo ameritaban; no obstante, permanecían en ella.
¿Y quién diantres es ese colega, para actuar como un ridículo dios que separará a los que, según sus estúpidos y prejuiciosos parámetros, deban o no permanecer con trabajo rentado en la universidad? ¿Qué otros dioses lo bendicieron con semejante perrogativa? Y luego, esa gentuza (realmente, no les cabe otro calificativo…), se la da de profesores comprometidos, afligidos con la extensión, etc., etc. No son más que unos mercaderes,capaces de vender cualquier parte de su cuerpito por menos de 30 monedas…
Por lo anterior, me atrevo a concluir con lo siguiente: Hace mucho, en 2003, mencioné en una de mis notas dirigidas al Consejo Directivo, que Foucault en sus últimos años de vida, había dado un curso acerca de la parresía o de la valentía de decir la verdad.
Un fragmento del curso, fue traducido por el equipo de Tomás Abraham y aunque no pude todavía comprar el libro, conozco su contenido.
Este fin de semana, en la Revista Ñ, apareció un comentario brillante de un estudioso argentino de Foucault (que le hizo agudas críticas en un libro que habla del proyecto de Las palabras y las cosas ), justamente, sobre ese curso.
En un recuadrito pequeño, en que el Dr. Edgardo Castro selecciona unas palabras de Foucault en torno a la política de resistencia que anida en el acto de hablar con franqueza, aún cuando a los poderes de turno les caiga «gordo»…, coloca un título que se presta a pensar: Amos e idiotas.
Para mí, aconseja que en ladialéctica entre Amo y Esclavo, el que ocupa el lamentable espacio del Oprimido, no es tanto ni tan sólo porque no pueda defenderse de la violencia ejercida por el Esclavizador, sino por la estupidez de quien se resignó a no decir «¡basta!» y a convertirse, por conveniencias de supervivencia y tranquilidad, en cómplice de la opresión suya y de los otros, en particular, de los que sí gritan «¡no!» y sí enuncian la verdad, la que es tal no por la exactitud o correspondencia fiel entre lo dicho y lo puesto en calidad de referente, sino porque esa verdad que se expresa en la parresía, es aquello de lo que no se anhela saber nada.
Foucault sostiene incluso, que los que «boconean», los que dicen lo que «no es conveniente» afirmar o exclamar, los que «denuncian» lo que mejor sería olvidar, etc., son los que pueden limitar la ceguera de los Esclavos idiotas, que se imaginan que con los Amos se puede «pactar» hasta «acumular» fuerzas…, y son los que acaban aptos para liberarnos de la locura, crueldad, psicopatía y necedad de los Opresores o de los que se comportan como ellos.
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Dr. Adrián López