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domingo, noviembre 24, 2024

El rescate de los 33: el futuro del presente

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Uno de los aspectos positivos que tuvo el rescate de los mineros chilenos, fue que al menos por unas horas, los noticieros televisivos dejaron de machacar con asaltos, muertes, accidentes, “inseguridad”, con el Gobierno, con el Censo “del miedo” y con los vaivenes de la farándula nacional e internacional.

Por fin, dejó de ser “noticia” la sexualidad de zutano, el atraco a mengano, el accidente de perengano, lo que la Presidente esparció por twitter, etc.
Sin embargo, es conocido que la felicidad no es duradera; los noticieros no podían permitirse la oportunidad de malograr un acontecimiento como el del complicado y duro rescate de los mineros, transformándolo en un show y en una telenovela pésima. Para peor, ahondaron en coincidencias numerológicas y astrológicas que “explicaban” porqué el rescate de los mineros chilenos estaba siendo un éxito y no había contratiempos: es por la reiterada aparición del número “33”

hi_6-89.jpgEso que asoma sin trascendencia, guarda no obstante, determinada proyección que consiste en que desde los medios de distinta factura, se incentiva en la población una perspectiva no racional y supersticiosa sobre la realidad. Entonces ocurre que así como una ausencia de desgracia, que le amarga el diario festín de transmisión de desastres al periodismo “amarillo” y marketinero, tiene su “razón” en que se repite el número 33, la pobreza se explica por falta de suerte, por la voluntad de los dioses, por la inexorabilidad del destino, etc. Un investigador norteamericano llamado Sokal, estableció que en los Estados Unidos una gran parte de la población deposita su fe en la astrología, en la quiromancia, en la numerología, en el más allá, en el diálogo con los muertos, en las sesiones espiritistas, etc. Esto va de la mano con una ciudadanía que está completamente atemorizada con respecto a que el resto del mundo, son unos “terroristas” dispuestos a “agredir” a los “pobres” norteamericanos.

Es que el “modo de vida yankee” no consiste sólo en comer hamburguesas, beber colas, endeudarse con tarjetas de crédito, embotarse en el consumo, sino también en ser temerosos y en simultáneo, supersticiosos. Un movimiento contradictorio, dialéctico por el que al mismo tiempo en que no se cree en nadie por miedo, se cree en cualquier cosa… Es probable en consecuencia, que lo que los medios locales –nacionales y provinciales– reproducen, sea una colonización cultural extranjera y extranjerizante, en que uno de los tantos ejes son el temor, la superstición y la paranoia: el consumismo capitalista es correlativo de determinada forma de vivir la vida. No es casual pues, que en España y en Francia, como se divulgó hace unos días, también la población se encuentre “preocupada” por la “inseguridad” –“ciudad pánico” que se construye a propósito desde y por los medios (ir a http://www.fisyp.org.ar/modules/news/article.php?storyid=569).

Empero, en el rescate de los 33 se percibió algo esperanzador, allende lo que los medios resaltaron: que la solidaridad, la cooperación, la inteligencia colectiva cada tanto, afloran en el seno de relaciones sociales capitalistas, rompiéndolas y mostrando las limitaciones de esas relaciones sociales. Lo otro positivo que desearíamos subrayar del citado rescate, es que la solidaridad, internacional incluso, son la muestra concreta de que es factible otra organización de la sociedad humana, que se base no en el deseo de lucro, en la valoración del dinero y en el ejercicio desigual del poder, sino en la cooperación, en la confianza en el otro, en el abordaje racional de los temores, en la comunión de intereses, en lo mejor de las pasiones humanas, en las cuales Lacan no guardaba demasiada esperanza –creía que mujeres y varones no eran únicamente, lobos de los otros, sino cocodrilos (astutos, instintivos, primitivos, insolidarios, feroces, indiferentes, canallas –eso no niega que actualmente, muchos sean gigantes cocodrilos para los demás…, lo que se aplica perfectamente a Salta y a algunos espacios, aunque no estemos en la África lejana).

Quizá la voluntad hermosa de encuentro con el otro que emergió en el rescate, sea el futuro del presente…

4 COMENTARIOS

  1. El rescate de los 33: el futuro del presente
    El rescate fue exitoso: mil millones de expectadores para un circo mediatico admirablemente montado

  2. El rescate de los 33: el futuro del presente
    Hola gente amiga de Salta 21, yo creo que para el empresario Piñera ésta era una oporunidad de oro para quedar como el salvador de la «tragedia» que provocaron sus pares de la minería asesina. Y la aprovechó de punta a punta.
    A mí me resultó insufrible escuchar su discurso vacuo, nacionalista básico, cínico y mentiroso. Habló de la «unidad de los chilenos», no sólo «en esta adversidad, sino también que se dé en los buenos momentos». Como si los pobres y los excluidos en Chile pudieran tener «buenos momentos» a compartir con la punta de arriba de la pirámide social. Como si no fueran esos pobres los que pusieron los muertos en las «casitas y edificios de cartón», en el último terremoto, mientras los buitres del megamercado inmobiliario contaban cuántos nuevos planes de «viviendas económicas» podrían venderle al Estado chileno. Como si fuera una desgracia de la naturaleza, y no la angurria de ganancias de los capitalistas de la mina, lo que puso a esos 33 hombres en una tumba de la que esta vez, felizmente, pudieron salir.
    Este «capitalismo tardío», lamentablemente, sigue tan «rápido» de reflejos como siempre lo conocimos.
    Un abrazo desde Tucumán.
    Dany

  3. El rescate de los 33: el futuro del presente
    Hola estuve escuchando en un medio, que no analizaba lo que analizaban todos: cantidad de esposas y tonteras por el estilo… que uno de los problemas actuales son los otros mineros que no quedaron encerrados en la mine pero en la actualidad están sin trabajo y todavía les adeudan sueldos. de eso no habló la prensa amarillistas, saben algo de estos otros mineros?
    gracias por el espacio

    • Buena pregunta…
      Antes que nada, gracias por participar… El aporte de los lectores/as, por mínimo que sea, alimenta el valioso sitio disidente que es Salta 21.

      En cuanto a la inquietud en sí y aunque no tengo información confiable al respecto, la pregunta coloca sobre el tapete cuáles serán las condiciones de acá en más, de trabajo no sólo de los mineros, sino de todos los que no pertenecen a los grupos acomodados en Chile. En lo personal, aguardo que los sectores populares y las clase obrera no dejen pasar la oportunidad de debatir en torno a ese asunto, elevando entonces, su conciencia política.

      Saludos cordiales.

      A. López

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