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domingo, noviembre 24, 2024

Política Comunicacional

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La comunicación produce sentidos y significaciones sociales y por ello es factor necesario de cultura y educación. Las radios comunitarias, las revistas barriales y la televisión pública son herramientas estratégicas para democratizar la sociedad.

Ignorar la pobreza o simplemente mostrarla como algo natural e inevitable, es el mejor medio para no cuestionar el sistema.
Noham Chomsky

Nos encontramos en plena «revolución multimedia» (Internet, TV satelital, telefonía celular etc.) producto de la globalización-económica-comunicacional donde una de las grandes contradicciones a sortear tiene que ver, por un lado con los avances irrestrictos del nuevo orden económico, El mercado, por otro el Estado Moderno de Bienestar (lo que la humanidad conocerá como la más lograda creación de todos los tiempos). Mercado vs Estado.

El paradigma economicista prevalece reificando todos los discursos sociales con un determinismo histórico imperceptible propio de la hegemónica cultura occidental. Y en este proceso se da una homogenización que disuelve en un estilo único las diversas idiosincracias locales.

La ideología del mercado -que dice no tener ideología- implica una cultura, unos valores, una forma de ver y entender la vida donde se impone una estética tanto mediante las noticias como mediante las ficciones: estética del consumismo basada en el exitismo, el individualismo, la cultura del gerenciamiento privado.

La ideología se refleja tanto en lo que se selecciona como en lo que se omite. Ideológicamente es tan significativo lo que se dice como lo que se calla. Jose Naredo advierte: “siendo la ideología el vehículo espontáneo de nuestro pensamiento, mientras no la sometamos a reflexión permaneceremos prisioneros de ella”

Hay una disputa entre lo público y lo privado en donde se libran las batallas ideológicas. Como ejemplo veamos el tratado del ALCA, en donde se “utiliza” el derecho internacional poniendo en un pie de igualdad a las empresas privadas y al Estado.

En este escenario, partimos de la hipótesis que desde la Teoría del Discurso nos habla de la disputa permanente en y desde los «imaginarios sociales», donde los medios de comunicación juegan un papel central ya que producen/reproducen el sentido dentro de la «hegemonía discursiva» por la que son re-producidos.

Hay una relación dialéctica sociedad-medios-sociedad en la que el ciudadano se reconoce y se informa a través de los medios de comunicación (sin olvidar la familia, la escuela y la comunidad) dado el alto grado de mediatización de la sociedad. Pero también podríamos preguntarnos si producimos los medios que nos producen?.

Ante esta cultura dominante, proponemos la cultura de la solidaridad y respeto a la diversidad; del compromiso social, la pluralidad, la tolerancia y el fomento de los valores del humanismo.

Es por ello que promovemos la idea de la reconstrucción «permanente» del Estado que en estos tiempos reclamaría avanzar hacia la participación popular y la integración regional (el Mercosur). Hecho histórico que implica tomar conciencia de la avanzada de las organizaciones sociales en torno a la integración latinoamericana que se construye en forma creciente en todo el Continente, como la forma de fortalecer el paradigma de lo político por sobre el paradigma economicista. Batalla que se está librando en estos momentos.

En Salta partimos de la existencia de una hegemonía discursiva conformada, por un lado, por el grupo Horizonte, Multicanal S.A., grupo Aries y demás medios cooptados por el poder político y económico. Además no es casual que profesionales de la abogacía y la Comunicación Social se formen (por ahora) en su mayoría de la Universidad Católica de Salta, con las limitaciones y prejuicios que ya conocemos a nivel de contenidos en los planes de estudios.

Por otro lado está el “clientelismo” político, sobre todo en la relación vertical patrón-empleado ( patrono- siervo), rasgo “feudal” que permanece actualmente en los sectores principalmente rurales. Esto contribuye al cercenamiento y deterioro del libre ejercicio del derecho a la información, a la comunicación, a la libertad de pensamiento, y con ello se atomiza y desvirtúa todo proceso democrático «real» que pudiera prosperar.

Hoy el panorama es otro. Cambió el gobierno y cabe la idea de reconstrucción del Estado, después de doce años de neoliberalismo. El “Romerato”, “el Sultanato” impusieron un estado policial cuasi-monárquico”, sin independencia entre los poderes públicos, con el único interés de hacer del Estado el mejor negocio particular, en claro perjuicio de las mayorías, con el vaciamiento de las instituciones.

Es así que solo recuperando el Estado Social como bien público, como capital cultural e instrumento de transformación de las instituciones para la promoción de las demandas sociales, políticas y culturales, se podrá disputar y elevar la calidad de vida de sus ciudadanos.

Es por ello que vemos la necesidad de proponer una nueva “Política Comunicacional” (Diagnóstico Participativo mediante) que apunte a la democratización de las comunicaciones en la que la creación de las Radios Comunitarias, Revistas Barriales y la Televisión Pública sean las herramientas estratégicas para contribuir a democratizar la cultura y la sociedad toda.

Si la comunicación es esencialmente producción de sentidos y de significaciones sociales, entonces se instala como factor necesario de la cultura y la educación. Esta relación de necesidad se basa en el carácter cambiante y renovador (y también altamente conservador) de la sociedad; es decir, la comunicación es el fundamento de cualquier actividad humana, constituyéndose como la parte dinámica en el imaginario social.

La cultura y la educación son el terreno propicio para el debate de las ideas y el cambio de las mentalidades. Un verdadero cambio político implica un cambio cultural basado en la construcción de una nueva y auténtica democracia, que no es otra cosa que la Democracia Participativa

Julio Cesar Haro

juceharo@yahoo.com.ar


Comentario

No pretendo una revolución pero…

Tal cual diría el hermanito de «Mafalda» y mi hijita, me parece «piolaz» el artículo, aunque no comparta la casi «fe» en el nuevo gobierno, puesto que hasta ahora, el Sr. Gobernador Urtubey no dio demasiadas muestras de cambios (y eso que no pretendo que haga alguna «revolución»…). Como expresaba Aute en una olvidada canción de un recital junto a Silvio, «¡Que Dios reparta suerte …!» y que la Fuerza nos proteja de los orcos y de los siths, que son muchos y aguerridos.

– Dr. Adrián López

DNI: 24.138.809

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1 COMENTARIO

  1. Esperando…
    Tal cual diría el hermanito de «Mafalda» y mi hijita, me parece «piolaz» el artículo, aunque no comparta la casi «fe» en el nuevo gobierno, puesto que hasta ahora, el Sr. Gobernador Urtubey no dio demasiadas muestras de cambios (y eso que no pretendo que haga alguna «revolución»…).
    Como expresaba Aute en una olvidada canción de un recital junto a Silvio, «¡Que Dios reparta suerte …!» y que la Fuerza nos proteja de los orcos y de los siths, que son muchos y aguerridos.
    Dr. Adrián López
    DNI: 24.138.809

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