Osvaldo B. Pelletieri 1946 – 2011

Osvaldo Pellettieri reclamaba escritos. Decía que era una actitud egoísta que, quienes investigaban sobre esta materia fascinante que es el teatro, no dejaran para la posteridad el fruto de sus experiencias. Él dedicó su vida a la investigación sobre el teatro nacional, y dejó mucho para los demás.

Osvaldo Pelletieri era doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de Buenos Aires. También: profesor titular de la cátedra Historia del Teatro Argentino y Latinoamericano en la Facultad de Filosofía y Letras de esa institución. Su vasto currículum incluye haber sido profesor invitado de las Universidades de Montreal (Canadá), Valencia y Alcalá de Henares (España), Trieste (Italia), Perpignan, Toulouse y Burdeos (Francia), The University of Kansas, The Catholic University of America y Maryland (USA), Universidad Nacional de México (México), Universidad Federal de Minas Gerais (Brasil), Universidad de la República (Uruguay), así como de las Universidades Nacional de Salta, Patagonia Austral, del litoral, de Cuyo, del Sur y de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.

Era director del Instituto de Historia del Arte Argentino y Latinoamericano de la Facultad de Filosofía de la UBA, director del Área de Investigación teatral, también director de la Maestría en Teatro y Cine Latinoamericano y Argentino de la citada institución. Alcanzó la categoría de Investigador Principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, desde la cual teorizó y escribió numerosos trabajos sobre el teatro rioplatense, entre ellos mencionamos “Cien años de teatro argentino”, “Teatro argentino contemporáneo”, “Una historia interrumpida”. Dirigió una “Historia del Teatro Argentino en Buenos Aires”, en siete tomos. También una “Historia del Teatro Argentino en las Provincias”, en tres tomos, trabajo de investigación del que participaron investigadores de todas las provincias del país.

Por su labor obtuvo diversos premios académicos. Incursionó, con éxito, en la dirección teatral; fueron muy celebradas sus puestas de “El movimiento continuo” (A. Discépolo, De Rosa y Folco) y “El casamiento de Laucha” (R. J. Payró) en el Teatro Municipal General San Martín.

Todos sus bien ganados títulos, y el testimonio de la obra que nos deja, se agiganta –por lo menos para quien esto escribe– al recordar el reencuentro con aquel compañero de estudios de la adolescencia, en una severa oficina del cuarto piso del edifico de los Institutos de Investigación de la Facultad de Filosofía y Letras, en 25 de Mayo 217, donde funcionaba el GETEA; allí Pellettieri trabajaba en un enorme escritorio, y las paredes estaban decoradas con dos cuadros; uno: de Armando Discépolo, el otro: de Aníbal Troilo.

– AAA