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domingo, diciembre 22, 2024

La mosca en la leche II: comentario del comentario

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La torta publicitaria es un tema que movilizó al periodismo local y antes que ganara Urtubey, muchos ya estaban con él; antes, con Romero y próximamente con el sucesor. En algunas radios se opera un «como si criticaran» y en papel se teme dejar sentada una opinión contraria. Se cooptaron medios independientes con cargos políticos y puestos parches.

Todo medio necesita mantenerse: lo óptimo sería que al seguir la línea editorial, aún con las críticas contra el gobierno, los medios tuviesen la publicidad oficial. Esto es democracia en serio.

Juan Manuel Urtubey, aún no mostró nada nuevo. La primera visita que hizo a un medio local la realizó al diario El Tribuno. Qué interesante sería que los 4 millones que gastó el gobierno en publicidad oficial con El Tribuno, la gastase ahora con el «Diario Chiquito».

Lo importante, todos lo reconocen, es que se instaló un medio en Salta, otro que no es el de Romero.

La gente que realiza periodismo en medios nacionales importantes, sabe perfectamente los negociados internos. Y en Salta, en el gran diario, se proscriben artistas, militantes y líderes de luchas; algún periodista coimero, eso sí, fue echado y hoy ocupa un cargo público. Al menos, no se toleró que alguien cobrara por las notas culturales y mucho menos, que vendiera otras tantas al más famoso periodista del país.

Hasta los músicos que se promueven en Salta, como el famoso folcklorista salteño que cierra las Serenatas en Cafayate, paga en las radios para ser escuchado y todos viven del negocio.

Y viene bien el siguiente comentario: la página oficial del nuevo gobierno es un blog del gobernador. Aparece poniendo cemento en las paredes de las escuelas, en el Pilcomayo, sentado junto a Cristina Kirchner, y seguro tomaría mate tranquilamente con los docentes si estos hicieran huelga en la recova del cabildo. Pero la imagen es desgastante. La política de Juan Manuel pasa por la imagen.

Lo que plantea Néstor Gauna es una política de distribución igualitaria para los medios: las pautas del gobierno deben ser equilibradas y repartidas entre todos.

Cuándo se ve una autocrítica de un gobierno: este sería el cambio que debiera darse en el blog.

Si Romero implantó la cultura del maquillaje con las obras públicas, el nuevo gobierno implantó una política del maquillaje con la imagen, es totalemente mediático.

Reclamar una pauta oficial no significa estar «bajo el calor gubernamental» sino corresponder con las promesas pre-electorales de justicia y equidad. Cómo pagar columnistas, colaboradores, noteros, fotógrafos, redactores, periodistas… Hasta ahora, parece funcionar la autogestión, en el mejor de los casos, cuando un director tiene una mirada comercial con las empresas del medio, las que pueden avalar la actividad. Pero si no, el periodismo- independiente- se condena a ser una parte excluyente del presupesuto del gobierno con miras a la corrupción y a la compra-venta de imágenes y de noticias que sostengan el cuerpo de un poder que jamás se automira.

Durante su candidatura a gobernador por Salta, Juan Manuel Urtubey, dijo: “El disenso es uno de los valores que respetará mi gobierno. En Salta, todos los ciudadanos piensen lo que piensen y digan lo digan, serán respetados. La única manera de construir una sociedad justa empieza con una sociedad libre. El ocultamiento de la verdad es una de las formas del mal. En mi gobierno terminará este sistema montado para que sólo puedan opinar y expresarse los que hablan a favor del gobierno y halagan a los funcionarios”.

La pregunta es: ¿qué pasará con las pautas para los medios independientes?

La mosca en la leche

Por Néstor Gauna (18/03/07)

Días pasados Nuevo Diario recurrió a la Justicia a los efectos de solicitarle su intervención para que el poder político y el poder económico informaran sobre la distribución de la pauta publicitaria oficial y su incidencia en los medios de comunicación.

“Al final de cuentas Nuevo Diario sacó las uñas. Quieren la plata del gobierno”, dirán algunos; “el chiquito se animó a mojarle la oreja” sentenciarán otros y en realidad estos comentarios tan contrapuestos tendrán razón.

Quizás el desprevenido cyber-lector no entienda a que se refieren los comentarios precedentes. Se trata nada más y nada menos de una cuestión que tiene trascendencia nacional en los medios de comunicación y en la comunidad toda: el famoso tema de la publicidad oficial y el peligro que corre la libertad de prensa.

La distribución de la publicidad oficial representa en casi todos los gobiernos más que un instrumento de comunicación del accionar gubernamental una herramienta para “premiar” o “castigar” a los medios de comunicación.

Obviamente y “casualmente”, los “premios” los reciben aquellos medios que están más cerca del calor gubernamental y los “castigos” los recepcionan los medios que no comulgan con el discurso comunicacional emanado desde el gobierno. En la Provincia de Salta, esta realidad no difiere mucho de lo que sucede en otros lugares del país, con el agravante de que los medios más favorecidos son aquellos de propiedad de la familia del gobernador Romero.

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Durante el año 2005 el gobierno provincial gastó casi $ 2.800.000 en publicidad oficial en el diario que se edita e imprime en Limache. En 2006 la cifra se incrementó notoriamente para ese medio, recibiendo casi $ 4.000.000, cifra a la que se llegó incluyendo un suplemento especial de fin de año del Gobierno que resumía los casi 11 años de “excelente” gestión del gobernador Romero –según ese suplemento-

Entre otros medios “premiados” por la simpatía oficial mutua que se profesan se encuentra la emisora radial de la familia Romero, la AM 840.

Los medios de comunicación –al igual que todos los que conformamos la sociedad- tenemos deberes, obligaciones y derechos. Pues bien, Nuevo Diario a lo largo y ancho de sus 5 años de vida a dado muestras de cumplir acabadamente con su deber: el de informar, importándole solamente la premisa de contar lo que sucede, moleste a quien moleste; como empresa cumple con sus obligaciones tributarias y en cuanto a sus derechos exige –ahora- lo que por ley le asiste: no ser ya un convidado de piedra en el reparto de la pauta publicitaria oficial.

En Salta, la Ley de Contabilidad Provincial establece que el Gobierno debe ser ecuánime en la distribución de la publicidad entre los distintos medios de comunicación, tanto los gráficos como los radiales y televisivos. Eso no se cumple ya que tanto Nuevo Diario como su emisora radial EFEEME YA y la FM Noticias, de Sergio Poma no reciben publicidad oficial. Ellos saben porque.

Nuevo Diario en reiteradas oportunidades intentó acceder a la información de como se distribuye la pauta publicitaria remitiendo pedidos al actual secretario de Prensa, Humberto Echechurre, el que ni siquiera se dignó a contestar las misivas enviadas desde el “diario chiquito”.

Esta situación llevó a tomar la decisión de pelear por lo que nos corresponde recurriendo –con dudas y temores- a la Justicia. ¿Porqué dudas? ¿Porqué temores? Es lógico y natural: hay demasiados ejemplos de que la Justicia salteña parece tener la misma óptica que la del poder político.

¿Qué sucederá entonces? Solo Dios lo sabe. Pero en el plano terrenal haremos lo que corresponde hacer en esta situación: pelear por lo nuestro sin resignar ni “negociar” los lineamientos periodísticos que guían esta publicación. Esta situación plantea una encrucijada para el Gobierno y la Justicia. ¿Cumplirá el Gobierno con lo que le pide la Justicia? ¿Cumplirá la Justicia los pasos que corresponden seguir?

Para Nuevo Diario existe la convicción de lo justo de nuestro reclamo. Puede que con este tema podamos tener la certeza, ya no dudas de saber y ver que la venda de la Justicia se cae. Una vez más para mirar lo que le conviene al poder gubernamental.

Al decir de muchos Nuevo Diario se ha convertido en un “grano” en la cola del poder, y su convicción no se ha dejado seducir por las ofertas de compra que ha recibido.

Queremos seguir siendo lo que somos: un medio de comunicación independiente.

Este tema, interesante sólo para los medios de comunicación también debería serlo para los ciudadanos salteños ya que a través del bombardeo publicitario que emana de los más de 200 medios que reciben publicidad gubernamental asegurándonos que “Salta es una provincia viable”, que “Salta sigue avanzando con la obra pública”, que “Salta está ubicada en el ranking del turismo internacional”, que Salta… etc, etc, etc, termina distorsionando los conceptos y valores que deberían primar en nuestras mentes: que nuestros gobernantes son los responsables de administrar nuestros dineros y por lo que se ve los administran muy mal.

Reitero, tanto bombardeo publicitario hace que al final nos terminen convenciendo que Salta es “Alicia en el país de las maravillas” y que los funcionarios que lograron eso bien se merecen algunos “vueltitos”. Y lo que es peor los terminamos justificando: “roban, pero algo hacen…”

Un tema vinculado directamente a la distribución de la publicidad oficial es el peligro que corre la libertad de prensa.

¿Por qué? Porque en un país de crisis y de índices engañosos del costo de vida, los medios de comunicación –que también son empresas- al recibir publicidad oficial sustentan su vida comercial en esos ingresos y si no llegan corren peligro de desaparecer. Entonces a los fines de su supervivencia canalizan el discurso oficial sin siquiera quitar una coma de las líneas que reciben.

Si todos los medios de comunicación –a excepción de dos o tres- dicen lo mismo me pasa lo mismo que le pasa al salteño común cuando escucha, lee la publicidad oficial y me genera algunas preguntas ¿estamos equivocados? ¿vemos fantasmas en la niebla?, o lo que es peor ¿somos la mosca en la leche? (sic)

Fuente: Nuevo Diario (edición digital)

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